El lugar preferido donde las mamás millennials se toman un descanso

Las mamás millennials se quedan sin tiempo para sí mismas y para enfocarse en su salud.

Un nuevo estudio realizado por Sun-Maid Farmstand Reserve y Talker Research de 2.000 mamás millennials encontró que el 29 % de las madres tienen menos de 30 minutos para sí mismas al día.

Las exigencias de la maternidad son tan intensas que el 65 % de las encuestadas admiten que rara vez encuentran un momento a solas. De hecho, una de cada siete madres afirma que “siempre” olvida qué día es porque sus agendas son abrumadoras.

Las mamás constantemente ocupadas a menudo dejan el cuidado personal en un segundo plano, especialmente cuando se trata de la comida.

El 51 % de las madres no recuerdan la última vez que comieron sin sentirse apuradas. Como resultado, comer fuera de casa se ha convertido en la norma.

El lugar donde más comen las madres es en su carro, y el 51 % afirma que es su lugar preferido para comer.

Pero también pican cuando hacen oficios: el 39 % lo hace mientras cuida a sus hijos, el 31 % durante las tareas del hogar y el 24 % incluso mientras cocina. El 37 % de las mamás millennials afirman comer algo para llevar todos los días, aunque el 44 % prefiere no hacerlo. Igualmente, el 31 % siempre come parada, y el 39 % prefiere sentarse, pero no tiene ese lujo.

En promedio, estas mamás comen al menos dos comidas al día, ya sea de pie o en movimiento, y el 24 % de ellas come prácticamente todas sus comidas sobre la marcha.

Para seguir este ritmo, las mamás guardan comida donde pueden: el 46% los guarda en su bolso primario, el 38 % en el carro, el 33 % en el bolso del trabajo e incluso el 19 % en la mesita de noche para los antojos nocturnos.

La comodidad juega un papel importante en lo que las mamás eligen. Los snacks para llevar más populares incluyen papas fritas (53 %), galletas saladas (52 %), queso (48 %), granola o barras de proteína (48 %) y frutas (45 %).

Si bien el 88 % de las mamás aún disfrutan de sus papas fritas y el 86 % disfruta sus golosinas con regularidad, se observa una transición gradual hacia opciones más saludables.

Con el tiempo, el 27 % ha desarrollado un gusto por los frutos secos, y el 34 % afirma disfrutar más de la fruta deshidratada que antes.