¿Qué es la terapia cognitivo-conductual y cómo funciona?
Falleció el psiquiatra estadounidense que desarrolló la psicoterapia
Aaron Beck, conocido como el padre de la terapia cognitivo-conductual (TCC), murió a la edad de 100 años.
El trabajo del psiquiatra estadounidense se considera muy influyente. Su hija, la psicóloga Judith S. Beck, lo describió como quien “transformó el campo de la salud mental” en una declaración del Instituto Beck de Terapia Cognitiva Conductual, que el doctor Beck y su hija cofundaron.
El NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido) proporciona la TCC para tratar muchos problemas de salud mental, además de ser un tratamiento recomendado por el Instituto Nacional de Salud y Cuidados de Excelencia (NICE) para los trastornos de ansiedad, depresión y trastornos alimentarios, entre otros.
Pero, ¿qué es y cómo ayuda?
¿Qué es la terapia cognitivo conductual?
La TCC es un tipo de terapia de conversación que se enfoca en cambiar la forma en que una persona piensa y se comporta para lidiar con sus problemas.
Según la British Association for Behavioural and Cognitive Psychotherapies (BABCP - Asociación Británica de Psicoterapias Conductual y Cognitiva), la TCC se basa en la idea de que todos los pensamientos, sentimientos, lo que hacemos y la forma en que se siente nuestro cuerpo, están conectados.
“Si cambiamos uno de estos podemos alterar los demás”, dice el BABCP.
Aaron Beck desarrolló el campo de la TCC después de descubrir que sus pacientes deprimidos sufrían frecuentemente ideas negativas distorsionadas. El psiquiatra descubrió que los pacientes que aprendían a reconocer sus pensamientos negativos, a los que denominó “pensamientos automáticos”, podían aprender a superarlos y reducir sus sentimientos de ansiedad.
Las sesiones de terapia son colaborativas, con un individuo que trabaja junto con un terapeuta de TCC en objetivos mutuamente acordados.
¿En qué puede ayudar la terapia cognitivo-conductual?
La TCC se recomienda, según las pautas del NICE, para una serie de diversos problemas, que incluyen:
- Trastornos de ansiedad (como ataques de pánico)
- Depresión
- Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
- Psicosis y esquizofrenia
- Trastorno bipolar
- Trastornos de la alimentación
¿Cómo funciona la terapia cognitivo-conductual?
Las personas que se someten a la TCC pueden asistir a sesiones individuales con un terapeuta o en grupo, y el número de sesiones necesarias depende de la dificultad del problema o condición de cada persona.
Juntos, cada persona establecerá metas con el terapeuta después de hablar y establecer la agenda para cada sesión de terapia, de acuerdo con lo que explica el BABCP.
A las personas también se les pueden asignar “tareas” para ayudarlas a practicar cómo cambiar los pensamientos de autodesprecio en la vida diaria. Beck descubrió que los resultados duraban mucho después de que terminaban las sesiones de terapia, ya que los pacientes aprendían a enfrentar sus pensamientos negativos por sí mismos.
Terapeutas y sesiones de TCC pueden encontrarse en diferentes lugares, incluso en escuelas, consultorios de médicos generales, clínicas especializadas y hospitales. También puede realizarse en línea, por teléfono o por video, así como en citas presenciales, lo que lo hace más accesible.
¿Cómo consigo un terapeuta cognitivo-conductual?
La TCC está ampliamente disponible en el NHS. Puede remitirse directamente a un servicio de terapias psicológicas del NHS sin ser derivado por su médico general, o éste puede derivarlo a uno si lo prefiere.
También puede recurrirse a un terapeuta privado, pero el costo varía entre $46 y $115 por sesión (£40 - £100). El BABCP mantiene un registro de todos los terapeutas acreditados en el Reino Unido.