Los 10 peores discursos de aceptación de los Oscar de todos los tiempos
Algunos son demasiado empalagosos, otros demasiado largos, y los peores son cuando un actor solo piensa en sí mismo
Pronunciar un gran discurso de aceptación del Oscar requiere un poco de magia, pues el ganador debe encontrar el equilibrio perfecto entre encanto y humildad.
Sin embargo, a menudo los discursos más recordados son los más desastrosos.
A lo largo de los años, muchos actores han sido abucheados, compadecidos o se han reído de ellos por sus errores en el podio. Algunos discursos son demasiado empalagosos, otros demasiado largos. Lo peor es cuando un actor solo piensa en sí mismo.
A pesar del discurso de empoderamiento de Frances McDormand sobre el desequilibrio de género en Hollywood hace unos años, los intentos de inyectar mensajes políticos en la ceremonia no siempre se han manejado tan bien. La historia de los Oscar está salpicada de incómodos silencios y abucheos que invariablemente han respondido a malas bromas políticas y torpes protestas.
A medida que la cuenta regresiva avanza hacia la 93ª ceremonia de entrega de premios, todos los nominados esperan llevarse una estatua a casa. Pero más que eso, si ganan, esperarán aceptar el premio con gracia y compostura, o de lo contrario corren el riesgo de contarse entre estos 10 fracasos históricos.
Sally Field por Places in the Heart
Sally Field puso el listón muy alto para las autofelicitaciones con su infame discurso de aceptación como Mejor Actriz en 1985. A menudo citada erróneamente como “Les gusto, realmente les gusto”, Field en realidad dijo: “No puedo negar el hecho de que les gusto, ¡en este momento, les gusto!”. El sentimiento de “mírenme” era evidente y la frase se quedó en la memoria del público más tiempo que la mayoría de sus películas. Por suerte, Field le vio el lado divertido, y repitió la línea en un comercial para el banco Charles Schwab en el 2000.
Gwyenth Paltrow por Shakespeare in Love
El lloroso discurso de aceptación de Gwyneth Paltrow como Mejor Actriz por Shakespeare in Love,de 1998, a menudo se presenta como el epítome del excesivo sentimentalismo de la temporada de premios. Al borde de las lágrimas desde el primer momento, Paltrow temblaba de emoción y lloraba mientras recitaba una larga lista de colaboradores y seres queridos. La total emotividad del momento hizo que algunos espectadores dudaran de su sinceridad. Otros simplemente sintieron pena por Paltrow, quien claramente no pudo mantener la compostura.
Sean Penn por Mystic River
Sean Penn, que recogió su primer premio al Mejor Actor en 2004, comenzó con un chiste sobre las armas de destrucción masiva iraquíes desaparecidas. El público permaneció en silencio, nada impresionado, y Penn procedió a mencionar una larga y dispersa lista de colaboradores. Al menos recordó darle crédito a Robin Wright, su entonces esposa, una mención que pasó por alto cinco años después cuando volvió a ganar por Milk.
Sam Smith por Spectre
Sam Smith causó revuelo cuando aceptó su premio a Mejor Canción Original por “Writing’s On the Wall”, que coescribió con Jimmy Napes para la película de Bond de 2016. Smith, quien anunció su decisión de usar pronombres neutrales, luego admitió que había bebido demasiado, y de ahí su afirmación de que “ningún hombre abiertamente gay ha ganado nunca un Oscar”. Smith había malinterpretado un dato que le había dicho Sir Ian McKellen, quien se refería específicamente a las categorías de actores. De hecho, tan solo en la categoría de Mejor Canción, Elton John y Stephen Sondheim habían obtenido estatuillas previamente. El guionista Dustin Lance Black, quien ganó el premio a Mejor Guión Original por Milk en 2009, rápidamente llamó la atención de Smith por su error, quien luego se disculpó.
Anne Hathaway por Les Miserables
La victoria de Anne Hathaway como Mejor Actriz de Reparto en 2012 se consideró inevitable. Sin embargo, previo a la entrega, el atractivo de la actriz comenzó a decaer debido a sus polémicos comentarios sobre la pérdida de peso, y su confesión de que había llorado al verse actuar en pantalla. Al aceptar su premio, Hathaway comenzó murmurando con emoción “se hizo realidad”, un gesto sensiblero que marcó un discurso que muchos encontraron poco sincero y demasiado ensayado.
Jack Palance por City Slickers
Jack Palance tenía 73 años cuando aceptó el premio al Mejor Actor de Reparto en 1992. Tras señalar las supuestas preocupaciones de los productores por su edad, se tiró al suelo y comenzó a hacer flexiones con un solo brazo. Aunque el público lo celebró, se vio ridículo, y las bromas subidas de tono que vinieron después no ayudaron mucho. A su favor, hay que decir que Palance siguió actuando durante más de una década después de este evento.
Matthew McConaughey por Dallas Buyers Club
El camino de Matthew McConaughey de mediocre actor de comedias románticas a estrella principal de Hollywood (un proceso llamado “Mcconaissance”) alcanzó su cúspide en 2014, cuando el actor de Dazed and Confused recogió su estatuilla por Mejor Actor por su carismática interpretación en la película de Jean-Marc Vallée. McConaughey comenzó agradeciendo a Dios, y luego habló sobre su “héroe”, una persona a quien debía “perseguir”. Resulta que McConaughey estaba hablando de él mismo, 10 años en el futuro. Ni siquiera decir su emblemática frase “alright, alright, alright” fue suficiente para darle un buen fin a su extraño y egoísta discurso que dejó al público desconcertado.
Roberto Benigni por Life is Beautiful
Si bien es cierto que el inglés no es la lengua materna de Roberto Benigni, no se explican algunas de las expresiones que usó en el discurso de aceptación que pronunció en 1999. Tras vencer a la superestrella de Hollywood Tom Hanks, nominado por Saving Private Ryan, el excéntrico italiano dirigió al público unas animadas palabras, que incluyeron la extraña oración: “Quisiera ser Júpiter y secuestrar a todos y recostarme en el firmamento haciendo el amor con todos”.
Melissa Leo por The Fighter
Después de haber construido una respetada carrera como actriz de carácter, Melissa Leo finalmente ganó el reconocimiento general cuando obtuvo el premio a Mejor Actriz de Reparto en 2010, a los 50 años. Leo había financiado personalmente los anuncios comerciales para su campaña por el Oscar. Y aunque funcionaron de maravilla, su discurso no estuvo a la par. Comenzó coqueteando con un Kirk Douglas de 94 años, antes de accidentalmente decir una grosería y agradecer efusivamente a la Academia. Para terminar, Leo salió del escenario encorvándose, usando el bastón de Douglas.
George C. Scott por Patton
En 1971, George C Scott se convirtió en el primer actor en rechazar un Oscar. Escribió a la Academia que se oponía a la idea de que los actores compitieran entre sí, y calificó a toda la ceremonia de un “desfile de carne”. El productor Frank McCarthy, que aceptó el premio a nombre de Scott, aparentemente no se enteró de nada y dio un discurso elogiando generosamente a la Academia.
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