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Amanda Anisimova lanza un mensaje a Sabalenka con una potente muestra de su nueva fortaleza

Anisimova cree que la dura derrota por 6-0 y 6-0 en la final de Wimbledon la fortaleció, tras remontar y avanzar a la final del US Open

Jamie Braidwood
en Nueva York
Viernes, 05 de septiembre de 2025 12:15 EDT
Amanda Anisimova reacciona tras vencer a Naomi Osaka
Amanda Anisimova reacciona tras vencer a Naomi Osaka (Getty Images)
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Amanda Anisimova cayó de rodillas y golpeó el suelo de la pista dura azul. Con el sueño de alcanzar por primera vez la final del US Open hecho realidad, parecía que toda la magia que envuelve a Nueva York había vuelto a hacer efecto.

Ocho semanas después de su derrota por 6-0 y 6-0 en la final de Wimbledon ante Iga Swiatek, la jugadora de 24 años nacida en Nueva Jersey se ha dado una nueva oportunidad para ganar un título de Grand Slam. Tras vengar su caída frente a Swiatek en los cuartos de final, Anisimova dio un paso más y remontó ante Naomi Osaka en una semifinal intensa, de casi tres horas, para sellar su pase a la final frente a la número 1 del mundo, Aryna Sabalenka.

Tal vez un estilo ofensivo y un talento tan natural como el de Anisimova estaban destinados a brillar en el US Open, el Grand Slam donde suelen imponerse las jugadoras de golpeo potente y directo. Pero también hay quien sostiene que sin la humillación sufrida en la cancha central de Wimbledon, esta final en Nueva York no habría sido posible apenas 54 días después.

Anisimova celebra su paso a la final del US Open con un gesto simbólico sobre la pista
Anisimova celebra su paso a la final del US Open con un gesto simbólico sobre la pista (Getty Images)

“Esto demuestra lo mucho que he trabajado, especialmente en mi fortaleza mental y en no rendirme”, afirmó Anisimova. “Hoy, por ejemplo, podría haber pensado: ‘Ella está jugando mejor que yo, no puedo hacer nada’. Pero busqué la forma de seguir en el partido, aunque fue muy difícil y ella jugaba a un nivel altísimo”.

“He trabajado mucho en mí misma para aprender a manejar esos momentos y confiar en mí, incluso cuando siento que no hay razones para hacerlo. No siempre juego bien, pero desde la final de Wimbledon he cambiado mi actitud y creo que eso se nota”.

Por segundo partido consecutivo, Anisimova comenzó con lentitud y tardó en asentarse. Cedió su primer juego al servicio y luego enfrentó un 0-40 que la dejó al borde del doble quiebre. Pero resistió, igual que al final del segundo set, cuando rompió el saque de Osaka tras ir 40-0 abajo.

Aunque Osaka se llevó el primer set, y aunque Anisimova perdió de inmediato su servicio tras empatar 4-4 en el segundo, su confianza en aumento fue uno de los pocos elementos constantes en un partido sin ritmo ni patrón definido, marcado por giros de impulso tan extremos que impidieron que alguna de las dos tomara el control definitivo.

“Sentí que no estaba jugando mi tenis porque estaba nerviosa y dejaba que el estrés me afectara un poco”, explicó Anisimova. “Pero traté de profundizar y reencontrarme con mi juego. Siento que, a lo largo del partido, fui recuperándolo poco a poco. Y sí, lo más importante fue que nunca dejé de luchar”.

Anisimova se mide con Sabalenka en busca de la redención total
Anisimova se mide con Sabalenka en busca de la redención total (AP)

Todo culminó cuando Anisimova forzó el tiebreak en el segundo set y arrasó a Osaka con un sublime revés ganador, quizá el mejor de los 50 que repartió por toda la pista.

Incluso cuando el reloj ya pasaba la medianoche y el partido se acercaba a las tres horas de duración, Anisimova seguía golpeando con más potencia y precisión. Al final, logró desplegar el enfoque que buscaba desde el principio: jugar sin miedo.

La forma en que Anisimova reaccionó ante el desastre de la final de Wimbledon le permitió una transformación mental que tal vez no habría ocurrido sin aquella pesadilla vivida hace apenas ocho semanas. Esa experiencia le dio la capacidad de mostrar una resiliencia notable, justo cuando más se necesitaba: como la última estadounidense en pie en el US Open.

Por segundo año consecutivo, Aryna Sabalenka enfrentará a una jugadora local en la final del US Open, cuando se mida con Anisimova este sábado. La número uno del mundo también viene de una batalla exigente, en la que logró resistir la remontada de Jessica Pegula en una reedición de la final del año pasado. Sabalenka buscará ampliar su dominio en los torneos de Grand Slam sobre superficie dura, tras alcanzar su sexta final consecutiva en este tipo de pistas.

Pero Anisimova no será una rival sencilla: venció a Sabalenka en las semifinales de Wimbledon y lidera el historial entre ambas por 6-3. “Fue un partido de altibajos, como casi siempre que jugamos”, dijo Anisimova sobre aquel duelo en la hierba londinense.

Incluso cuando el marcador no le favorece, Anisimova aprendió que nunca debe darse por vencida. Descubrió esa lección tras la derrota más dura de su carrera, una caída que, paradójicamente, la llevó a una oportunidad inolvidable de alcanzar la redención definitiva.

Traducción de Leticia Zampedri

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