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Por qué el brillo de Carlos Alcaraz deja a Jannik Sinner con una sola opción para alcanzar el siguiente nivel

Sinner reconoció que su juego fue demasiado “predecible” en la derrota ante Alcaraz en la final del US Open, y aseguró que está dispuesto a perder partidos si eso lo ayuda a evolucionar y superar a su gran rival

Jamie Braidwood
en Nueva York
Lunes, 08 de septiembre de 2025 12:32 EDT
El “previsible” Sinner se impone a Alcaraz en la final del US Open
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Mientras las cámaras comenzaban a alejarse y la ceremonia del trofeo llegaba a su fin, Carlos Alcaraz sintió un toque en el hombro. Al darse la vuelta, encontró a Jannik Sinner, que había subido al escenario para felicitar una vez más al nuevo campeón del US Open y número uno del mundo.

Entre estos dos jóvenes existe un profundo respeto mutuo, quienes ahora se han repartido por igual los últimos ocho títulos de Grand Slam. Pero, como en toda gran rivalidad, también hay una dosis saludable de obsesión por los patrones y comportamientos del otro cuando se trata de buscar cómo vencerlo.

Inmediatamente después de perder la final de Wimbledon ante Sinner, Alcaraz centró su atención en tomarse la revancha en Nueva York. El tenista de 22 años se sentó con su entrenador, el exnúmero uno del mundo Juan Carlos Ferrero, y analizaron a fondo sus dos partidos más recientes ante Sinner, en Wimbledon y Roland Garros.

Alcaraz y Sinner se elogiaron mutuamente en sus discursos posteriores al partido
Alcaraz y Sinner se elogiaron mutuamente en sus discursos posteriores al partido (Getty Images)

Juntos, estudiaron las áreas en las que Alcaraz debía mejorar y los puntos débiles en los que Sinner podía ser atacado. Luego, diseñaron un bloque de entrenamiento de 15 días enfocado exclusivamente en el rival al que Alcaraz enfrentaría si llegaba a la final del US Open en Nueva York.

“Justo después de [Wimbledon], pensé que tenía que mejorar algunas cosas si quería ganarle”, dijo Alcaraz. “Pasé dos semanas antes de Cincinnati practicando aspectos específicos de mi juego que sentía que debía mejorar si quería vencer a Jannik”.

Ocho semanas después, el resultado fue totalmente opuesto a lo ocurrido en la cancha central de Wimbledon. “Ha mejorado”, admitió Sinner. “Lo que yo hice bien en Londres, hoy lo hizo mejor él. Estuvo un poco mejor en todo, especialmente con el saque, y golpeó limpio desde ambos lados”.

Tras una caótica final en Roland Garros, donde Alcaraz salvó tres puntos de campeonato para derrotar a Sinner en cinco sets inolvidables, el segundo y tercer capítulo de esta trilogía de finales de Grand Slam han dejado claro hacia dónde se dirige esta rivalidad en constante evolución.

Después de seis Grand Slams consecutivos en los que Sinner ganó títulos en cancha dura —Australia y US Open—, y Alcaraz se coronó en superficies naturales —Roland Garros y Wimbledon—, ambos lograron lo que podría considerarse victorias “de visitante”, dejando al otro frente a un inevitable proceso de autoevaluación.

El triunfo de Sinner en Wimbledon puso fin al intento de Alcaraz de lograr tres títulos seguidos sobre césped, lo que llevó al español y a su equipo a estudiar a fondo ese enfrentamiento. Ahora, con Alcaraz cortando la racha de 27 victorias consecutivas de Sinner en Grand Slams sobre pista dura, la reacción se da del otro lado: el italiano, de 24 años, admitió que debía mirarse a sí mismo.

Sinner perdió seis de sus últimos siete enfrentamientos contra Alcaraz
Sinner perdió seis de sus últimos siete enfrentamientos contra Alcaraz (Getty Images)

“Fui muy predecible hoy”, admitió Sinner. “En la cancha, él hizo muchas cosas, cambió el juego constantemente. Ese también es su estilo de jugar. Ahora depende de mí si quiero hacer cambios o no. Estoy tratando de estar más preparado para el próximo partido que juegue contra él”.

Más allá de Alcaraz, parte del problema de Sinner es que está muy por encima del resto de los jugadores del circuito. Con su ritmo demoledor y potencia desde el fondo de la cancha, puede arrasar con sus rivales sin necesidad de salirse del Plan A para ganar con comodidad. Este año, su récord contra todos los demás es de 36-1. Pero contra Alcaraz, es de 1-4.

Ante un Alcaraz en forma y concentrado, Sinner no solo debe lidiar con una velocidad de pelota similar, sino también con la variedad de tiros del español, los cambios de efecto y ritmo, además de su capacidad física y desplazamiento en la cancha. “Siento que puedo hacerlo todo”, dijo Alcaraz mientras posaba junto al trofeo del US Open.

Alcaraz abraza a su entrenador Juan Carlos Ferrero tras ganar su segundo US Open
Alcaraz abraza a su entrenador Juan Carlos Ferrero tras ganar su segundo US Open (Getty Images)

No hay nadie tan completo como Alcaraz, lo que llevó a Sinner a la conclusión de que no puede simplemente presentarse en una final de Grand Slam y cambiar su forma de jugar solo para enfrentar a un rival de élite. En cambio, esos ajustes deben estar integrados en su juego, incluso si eso implica perder algunos partidos en el proceso para desarrollar un plan B.

“Durante este torneo no realicé ni una sola jugada de saque y red, tampoco utilicé muchas dejadas, y luego llegas a un punto en el que enfrentas a Carlos y tienes que salir de tu zona de confort”, dijo Sinner.

“Así que mi objetivo será… tal vez incluso perder algunos partidos a partir de ahora, pero intentar hacer algunos cambios, tratar de ser un poco más impredecible como jugador, porque creo que eso es lo que necesito para convertirme en un mejor tenista”.

Cabe destacar que Sinner dijo esto apenas dos horas después de convertirse en el hombre más joven de la era abierta en alcanzar las cuatro finales de Grand Slam en una misma temporada. Cerró el año con un récord de 26-2 en los torneos grandes.

Alcaraz no estuvo de acuerdo con la idea de que el juego de Sinner sea fácil de leer. “Pero lo conozco”, afirmó. “Me encanta verlo jugar. Lo que está haciendo me parece increíble. Además, disfruto estudiarlo. No diría que es predecible, pero conozco su estilo. Sé lo que va a hacer o cuáles son sus armas principales”.

Sinner y Alcaraz han ganado los ocho últimos Grand Slam consecutivos
Sinner y Alcaraz han ganado los ocho últimos Grand Slam consecutivos (Getty Images)

Alcaraz, por su parte, ha elevado su nivel. “La actuación de hoy fue perfecta”, afirmó Ferrero. Más allá del título, el nuevo campeón de seis torneos de Grand Slam se mostró satisfecho por la constancia que logró mantener durante todo el US Open, alcanzando el mejor nivel de su carrera a lo largo de un torneo.

“Creo que está madurando”, dijo Ferrero. “Hemos sido muy claros respecto a lo que tiene que mejorar dentro y fuera de la cancha, y ahora está en una etapa más madura que le permite creer que puede trabajar mejor en esos aspectos de cara al futuro”.

A comienzos de año, Alcaraz se propuso volver al número uno del mundo antes de que terminara la temporada. Lo logró con meses de antelación, motivado por lo que Sinner había conseguido frente a él.

En un escenario que probablemente marque aún más la distancia entre los dos mejores jugadores del mundo y el resto del circuito, ahora puede ser el turno de Sinner de volver a emparejar las cosas. “Lo nuevo es que ya no soy el número uno”, dijo Sinner. “Eso también cambia un poco, porque pasas a ser el que persigue. Es distinto. Veremos qué pasa”.

Traducción de Leticia Zampedri

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