Simone Biles se reúne con su novio en Texas durante práctica de la NFL
Biles fue recibida por su familia y cientos de fanáticos que la vitoreaban cuando regresó al aeropuerto de Houston
Simone Biles se reunió con su novio Jonathan Owens en Texas mientras asistía a la práctica de su equipo de la NFL en Houston.
La atleta olímpica llegó el jueves a Estados Unidos desde Tokio, donde ganó una medalla de bronce en la viga después de retirarse de una serie de eventos para concentrarse en su salud mental.
Biles fue recibida por su familia y cientos de fanáticos que la vitoreaban cuando arribó al Aeropuerto Intercontinental George Bush de Houston procedente de los juegos de Tokio 2020.
Pasó el día en el campo de entrenamiento e incluso publicó una foto de su pareja juntos en Instagram.
"Buenos días con bae", escribió en una publicación en las redes sociales, mientras que en otra dijo, "prácticas abiertas, es decir, llevar a tu novia al día de trabajo".
Biles vive cerca de sus padres y actualmente sale con Owens, un jugador defensivo que tiene un contrato de dos años por valor de 1.39 millones de dólares.
“Lo vi y pensé, 'Oh, es muy lindo', así que le dije hola... y luego vi que estaba en el área de Houston, así que comenzamos a charlar un poco, y luego fuimos a pasar el rato una semana o dos después".
Su hermana finalmente interrumpió una llamada de FaceTime e invitó a Owens a un viaje a la casa del lago, al que llevó a su perro bulldog inglés Zeus, y Biles se llevó a su bulldog francés, Lilo.
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Owen le ha dicho a Texas Monthly que no sabía quién era Biles cuando se conocieron, a pesar de su éxito y fama internacionales.
Biles, de 24 años, ganó cuatro medallas de oro olímpicas en Río 2016 en el evento por equipos, el individual, el salto y el ejercicio de piso, así como una medalla de bronce en la barra de equilibrio.
Se esperaba que volviera a competir por el oro en todos sus eventos hasta que sufrió un caso especial en el evento de apertura por equipos.
Las gimnastas han descrito la situación como un bloqueo mental en el que el cuerpo del atleta se siente desconectado de su cerebro y no saben dónde se encuentran en el aire.