Operativo inédito en Argentina para la fiesta de campeones
Con sigilo y un dispositivo de seguridad similar al que se le brinda a un presidente, el capitán Lionel Messi y sus compañeros de la selección de Argentina son trasladados al estadio Monumental de Buenos Aires con varias horas de anticipación al comienzo de los festejos por la Copa del Mundo obtenida hace tres meses en Qatar
Con sigilo y un dispositivo de seguridad similar al que se le brinda a un presidente, el capitán Lionel Messi y sus compañeros de la selección de Argentina fueron trasladados el jueves al estadio Monumental de Buenos Aires con varias horas de anticipación al comienzo de los festejos por la Copa del Mundo obtenida hace tres meses en Qatar.
El inédito operativo a cargo de cientos de agentes federales tuvo por objetivo evitar los desbordes que se produjeron en diciembre cuando cinco millones de personas colapsaron las calles de la capital argentina para recibir a los campeones del mundo tras vencer a Francia 4-2 en una tanda de penales en la final del Mundial de Qatar, el 18 de ese mismo mes.
La “Scaloneta” celebrará este jueves por primera vez en un estadio argentino la tercera estrella mundial del país con una velada que incluirá un amistoso ante Panamá, músicos en vivo y la vuelta olímpica de los campeones con el trofeo.
Para evitar contratiempos que pusieran en riesgo la llegada de los homenajeados, los jugadores se trasladaron en cuatro camionetas al estadio Monumental seis horas previas al comienzo del partido y antes de habilitarse el ingreso del público, mediante un operativo que se guardó bajo estricto secreto.
Poco antes, un autobús barnizado con las tres estrellas y la frase “campeones del mundo” ingresó por uno de los accesos al predio de selecciones en Ezeiza, suburbio al oeste de la capital, a modo de distracción a las decenas de fanáticos agolpados en el lugar.
Como si se tratara de una comitiva presidencial, los jugadores y el cuerpo técnico encabezado por Lionel Scaloni salieron sorpresivamente en camionetas y escoltados por agentes motorizados, mientras otros cientos estaban apostados a los costados para evitar que los fanáticos se acerquen al vehículo.
A su vez, la policía interrumpió la circulación de automóviles en algunas de las principales autopistas de la ciudad para que el equipo llegara en menos de una hora al escenario del partido.
El festejo por las tres estrellas ha generado furor en la afición, que arrasó en un par de horas con las 83.000 entradas puestas a la venta.
El amistoso ante Panamá será apenas un capítulo de una velada que incluirá la actuación de populares músicos locales, la exhibición de un adelanto de la película sobre los campeones y presentación en vivo del autor de la letra de “Muchachos”, el himno de la hinchada argentina en Doha.
La noche tendrá su momento más emotivo cuando Messi reciba la Copa del Mundo ante los fanáticos argentinos, en una recreación de la ceremonia de premiación en Doha, y luego junto a sus compañeros darán la vuelta olímpica.
Argentina continuará los festejos con otro amistoso ante Curazao el próximo martes en el estadio Madre de Ciudades de la provincia de Santiago del Estero — también con entradas agotadas.