“Han sido unas locas 24 horas”: caóticas reglas contra covid en los Juegos Olímpicos de Invierno expuestas en curling
El equipo australiano de curling mixto pensó que su racha en los Juegos había terminado después de recibir una prueba positiva por covid, solo para que se les dejara seguir en la competencia
La caótica forma de abordar las reglas contra el covid de los organizadores olímpicos quedó expuesta en varias escenas de gran falsedad en Beijing el domingo.
La curler australiana Tahli Gill salió en lágrimas después de que le dijeron que sería enviada a un centro de aislamiento después de dar positivo por coronavirus.
Pero solo unas horas más tarde se le concedió un indulto cuando el Sistema de Salud Pública de China decidió que podía competir, y le dieron solo unos minutos para regresar al lugar.
El Comité Olímpico Australiano reveló que Gill, quien compite con su compañero Dean Hewett, se había contagiado de covid mientras jugaba en Canadá en diciembre y había sido observada bajo “estrechas reglas de contacto”, a pesar de tener resultados negativos de manera repetida antes de llegar al país.
Sin embargo, sus pruebas en curso (todos los involucrados en los Juegos deben someterse a una prueba de PCR diaria) habían alternado entre negativo y positivo, y al final se tomó la decisión de que ya no podía competir, antes de un dramático revés solo horas después.
“Nuestro punto fue que Tahli estaba al final de su ciclo de infección, pero los resultados positivos posteriores acabaron con nuestras esperanzas”, dijo el jefe del equipo, Geoff Lipshut. “Estoy encantado de que nuestro equipo de la sede central continuara con insistir en su caso, después de un aviso anterior de que la pareja ya no podía competir”.
Las autoridades chinas aplican un ‘valor CT’ más alto en sus pruebas, lo que significa que muchos de los que obtuvieron resultados negativos en casa pueden obtener uno positivo en el país; esto afecta en especial a aquellos que han tenido el virus en tiempos recientes, pero que ya no se consideran contagiosos.
“Fue de verdad devastador dado que no era contagiosa”, admitió Gill, quien regresó a la pista de hielo para obtener la primera victoria de Australia en los Juegos.
“En serio han sido unas 24 horas de lo más locas. Mis maletas todavía están empacadas, solo tuve tiempo de sacar mis uniformes.
“Metí las manos dentro de las maletas y saqué toda la ropa a diestra y siniestra y hasta al centro. Jugué con un solo guante puesto, y era el equivocado”.
Ayer, el patinador británico de velocidad sobre pista corta Farrell Treacy reveló que había dado positivo a mediados de enero y le dijeron que no podría viajar, antes de que los funcionarios cambiaran de opinión en el último minuto.
“Di positivo antes de salir y con todos los protocolos de covid en China parecía muy poco probable que me dejaran venir”, dijo.
“Me hacía pruebas todos los días en búsqueda de un resultado negativo y la ansiedad era una locura. Los protocolos cambiaban de forma constante y un día me dijeron ‘lo sentimos, no sucederá’, pero al día siguiente eso cambió. Es bastante difícil concentrarse en competir mientras lidias con eso”.
Mientras tanto, los organizadores recibieron más críticas por las condiciones de cuarentena para los atletas, y el jefe del equipo alemán Dirk Schimmelpfennig las describió como “inaceptables”.
El tres veces medallista de oro olímpico nórdico combinado Eric Frenzel se quejó de las instalaciones, mientras que la atleta rusa Valeria Vasnetsova recurrió a Instagram para intentar dar esto a conocer.
“Me duele el estómago, estoy muy pálida y tengo enormes ojeras alrededor de los ojos”, escribió Vasnetsova en una publicación en las redes sociales. “Quiero que todo esto termine, lloro todos los días y estoy muy cansada”.
El secretario general del comité organizador, Han Zirong, prometió responder “de forma efectiva”, pero los funcionarios del COI admitieron que las condiciones “no eran buenas a un nivel aceptable” y exigieron mejoras.
“Se han abordado las condiciones que fueron creadas para las instalaciones de aislamiento”, dijo el director ejecutivo de los Juegos, Christophe Dubi.
“Es muy desafortunado que haya afectado a un atleta y seremos muy minuciosos en el futuro para asegurarnos de que las condiciones, la comida y el tamaño de las habitaciones sean perfectos para los atletas”.