Caso Ellen Greenberg: expertos médicos critican nuevo informe sobre el “suicidio” de la maestra de Filadelfia
La forense principal, la Dra. Lindsay Simon, concluyó que la muerte de Ellen Greenberg “se clasifica mejor como ‘suicidio’”, a pesar de los nuevos hallazgos que revelan tres puñaladas adicionales y 20 nuevos moretones
Catorce años e innumerables batallas judiciales después de que la profesora de Filadelfia Ellen Greenberg fuera encontrada apuñalada 20 veces en su apartamento, la oficina del médico forense de la ciudad reiteró la determinación de que su muerte fue un suicidio, incluso después de que nuevos hallazgos revelaran sorprendentes detalles.
Se trata de una decisión que reavivó la indignación entre los expertos forenses y aumentó el misterio detrás de uno de los casos más emotivos de Filadelfia.
Se anunció la determinación tras un nuevo examen independiente prometido a los padres de Greenberg como parte de un acuerdo legal con la ciudad de Filadelfia.
En un informe de 35 páginas publicado el viernes, la Dra. Lindsay Simon, forense principal, concluyó que la muerte de Greenberg “se clasifica mejor como ‘suicidio’”. Reafirma el hallazgo original de las autoridades municipales en 2011, incluso cuando el número total de lesiones aumentó a 23 puñaladas y 31 moretones.
La conclusión de Simon se opone directamente a la reciente opinión del doctor Marlon Osbourne, el mismo patólogo que realizó la autopsia de Ellen en 2011. A principios de este año, Osbourne firmó una declaración jurada en la que afirmaba que su muerte “debería designarse como algo distinto a un suicidio”.
La Dra. Carole Lieberman, psiquiatra forense que ha seguido de cerca el caso, afirmó que la nueva decisión municipal sobre el suicidio contradice tanto a la ciencia como al sentido común.

“Sigue siendo una parodia de la justicia, una tapadera para alguien con mucha influencia, ya sea por dinero, posición o amigos en las altas esferas”, declaró Lieberman a The Independent.
Asimismo, explicó: “Es absolutamente imposible que pudiera o quisiera suicidarse clavándose cuchillos en todas esas posiciones incómodas. En primer lugar, las mujeres que se suicidan suelen utilizar una manera más suave, como una sobredosis. No se apuñalan y no en estos lugares. Tendría que haber sido contorsionista. Es el acto de alguien que se enfureció con ella y obtuvo placer de cada puñalada”.
Lieberman también rechazó el énfasis del médico forense sobre la ansiedad de Greenberg como factor contribuyente.
“La gente que se suicida lo hace por depresión, no es común que sea por ansiedad, que es lo que supuestamente padecía ella”, observó. Y agregó: “Si tenía ansiedad, era por su novio, que era controlador y violento. Mi opinión es que él lo hizo”.
Nuevas heridas, misma conclusión
Según el informe de Simon, las nuevas heridas (tres “perforaciones de la piel” superficiales antes omitidas) “no provocaron lesiones internas significativas”.
Simon asegura que el patrón de lesiones era “inusual”, pero “no inconsistente” con heridas autoinflingidas. Añade que once de las puñaladas eran “pequeñas y poco profundas” y “consistentes con heridas de vacilación”.
“Si bien la distribución de las lesiones es ciertamente inusual” —escribió Simon— “el hecho es que Ellen sería capaz de infligir estas lesiones por sí misma”.
Simon también documentó 20 moretones más de los anotados en un inicio, con lo que el total ascendió a 31.
Los atribuyó a “contactos fortuitos sufridos durante actividades de la vida diaria, incluido su trabajo como maestra de primer grado”.

Simon argumentó que su conclusión se basaba en 10 factores, entre ellos la ausencia de heridas defensivas o signos de lucha, la inexistencia de pruebas de entrada forzada y la ausencia de ADN del prometido en el cuchillo.
También citó declaraciones que sugerían que Greenberg sufría ansiedad por su trabajo como profesora. En su informe, Simon escribió que Greenberg era “una mujer joven que sufría ansiedad en el momento de su muerte”.
“La ansiedad parecía deberse sobre todo a su trabajo como profesora”, continuó y planteó que tenía la preocupación específica de que las calificaciones que tenía que entregar el día de su muerte indicaran que había puesto a sus alumnos calificaciones más altas de las merecidas.
Simon añadió: “Aunque su reciente cambio de medicación le había ayudado con el insomnio asociado a su ansiedad, no sobrevivió lo suficiente para tratar la ansiedad en sí. Por lo tanto, tuvo un aumento de energía para actuar sobre sus pensamientos ansiosos”.
“Un intento profundamente erróneo de justificar una conclusión predeterminada”
Los abogados de la familia Greenberg, William Trask y Joseph Podraza, criticaron la nueva determinación y la calificaron de traición a la promesa de una revisión independiente.
“La supuesta ‘revisión independiente’ de Simon sobre la muerte de Ellen Greenberg es un intento profundamente erróneo de justificar una conclusión predeterminada”, declaró Trask a 6abc Action News.
Aseguró también que incluye afirmaciones falsas, como el argumento de que se hizo una puñalada en la columna vertebral de Ellen durante la autopsia. Según el abogado, todos los expertos creíbles rechazan dicha teoría, incluyendo el propio neuropatólogo de la ciudad.

Trask añadió que Simon ignora pruebas clave que contradicen la hipótesis del suicidio. Entre ellas se incluyen un detallado modelo 3D, una recreación que demuestra que Ellen no pudo infligirse todas las heridas, moretones sin explicación, la falta de grabaciones de vigilancia y una cerradura intacta. También mencionó los testimonios sobre una relación tóxica. Al pasarlo por alto, explicó, Simon construye un caso débil basado en una versión distorsionada de la salud mental de Ellen. Su argumento se apoya en una interpretación cínica de la ansiedad controlada que ella padecía, una condición que afecta diariamente a más de 40 millones de estadounidenses.
Y sentenció: “Vergüenza debería darle a la Dra. Simon. Este informe es una vergüenza para la ciudad y un insulto para Ellen y su familia. La familia de Ellen solo quería la verdad. Está claro que la verdad no saldrá de la maquinaria policial de Filadelfia. Aunque la ciudad de Ellen le dio la espalda, seguiremos por otras vías para que se haga justicia por su asesinato, por todos los medios necesarios”.
Opiniones encontradas
Las conclusiones de Simon también van en contra de los informes de cinco de los siete expertos forenses que revisó. La mayoría habían concluido que la muerte indicaba un homicidio o no era “biomecánicamente consistente con el suicidio”.
Solo un experto, que contrató la ciudad, respaldó la teoría del suicidio.
Las lesiones recién identificadas también renovaron las preguntas sobre una puñalada en la columna vertebral de Ellen, que según varios patólogos independientes no muestra signos de hemorragia. Según argumentan, significa que fue infligida después de la muerte.

Simon, sin embargo, escribió que “la preponderancia de la evidencia sugiere que el defecto era producto de la autopsia”.
Los críticos, incluido Podraza, afirman que tal conclusión carece de fundamento científico porque Simon no realizó su propio examen de la muestra de médula espinal conservada.
“No se puede emitir una opinión sobre si una herida sangró o no sin un examen histológico”, declaró Podraza a PennLive. “No se puede decir que una herida es producto de la autopsia sin hacer algo más que mirar una fotografía”.
De homicidio a suicidio
Ellen Greenberg tenía 27 años cuando su prometido, Samuel Goldberg, denunció haberla encontrado muerta en su apartamento de Manayunk la noche del 26 de enero de 2011.
Estaba desplomada en el suelo contra los armarios de la cocina, con las piernas extendidas hacia delante, y había recibido al menos 20 puñaladas, 10 de ellas en la nuca. Tenía alojado un cuchillo de 25 centímetros a 10 centímetros de profundidad en el pecho.
Su muerte se consideró inicialmente un homicidio, pero la decisión se cambió a suicidio dos semanas después, un cambio que dejó atónita a su familia y provocó una lucha legal que duró una década.

La policía aseguró que no había señales de que se hubiera forzado la entrada y Goldberg dijo a los investigadores que la cerradura de la puerta estaba cerrada desde dentro. Nunca lo han acusado ni le han imputado ningún delito.
Cuando los detectives regresaron al apartamento, luego de que la autopsia determinara que se trató de un homicidio, los especialistas ya habían limpiado la escena, y, al parecer, algunos de los aparatos electrónicos habían sido retirados por un miembro de la familia de Goldberg.
En 2024, Goldberg dijo a CNN: “La enfermedad mental es muy real y tiene muchas víctimas. Espero y rezo para que nunca pierdan a un ser querido como yo lo perdí a causa de una terrible enfermedad y luego sean acusados por personas ignorantes y mal informadas de causar su muerte”. Es la única vez que Goldberg ha hablado públicamente del caso.
El caso ha seguido atrayendo la atención nacional, recientemente a través de la docuserie de Hulu Muerte en el 603: el caso de Ellen Greenberg
La serie de tres capítulos, que se estrenó a finales de septiembre, repasa las incoherencias de la investigación policial, los interrogantes en torno a la autopsia y los años de campaña de la familia en favor de la transparencia.
Según su informe, la Dra. Simon reconoció que vio el documental de Hulu como parte de su revisión.
La lucha no ha terminado
Durante años, los Greenberg han luchado para que la forma de la muerte se reclasifique como homicidio o indeterminada.
En febrero de 2025, llegaron a un acuerdo con la ciudad, en el que aceptaron retirar dos demandas a cambio de una nueva revisión y un pago de 650.000 dólares. El informe de Simon fue la revisión prometida.
Para los Greenberg, los resultados parecen una repetición de la historia.
“Todo el asunto fue una pantomima”, indicó el padre de Greenberg, Joshua Greenberg, a PennLive. E indicó: “Esperaba que la ciudad hiciera algo así. Su resumen no cambia nada. Filadelfia hará todo lo posible por demostrar su punto”.
El martes volvieron a los tribunales para una audiencia para obligar al ayuntamiento a entregar el informe prometido. Pero una vez publicado el informe, quedaba poco por decir.

“Consideramos que este asunto está cerrado, al menos para la petición que estaba ante el tribunal”, dijo Podraza al juez. “Lo que nos depare el futuro, ya lo veremos”.
Aunque los Greenberg y sus abogados han dicho que su lucha por la justicia está lejos de haber terminado, no están preparados para discutir los detalles de su próximo paso.
Tras la audiencia, Podraza declaró a The Independent: “Estamos reevaluando nuestras opciones, así como la participación de fuerzas del orden distintas de las de Filadelfia”.
Traducción de Michelle Padilla