El agujero negro en el centro de la Vía Láctea puede ser algo aún más misterioso, dicen científicos
El centro de nuestra galaxia podría ser un cúmulo de materia oscura, no un agujero negro supermasivo
Los científicos creen que hay un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra Vía Láctea, pero una nueva investigación ha sugerido que podría haber algo más misterioso en el centro.
Sagitario A*, el enorme objeto situado en el centro de nuestra galaxia con una masa de aproximadamente cuatro millones de soles, siempre se supuso que era un agujero negro por el movimiento de las estrellas a su alrededor.
Sin embargo, en 2014 esa suposición se puso en duda cuando una nube de gas conocida como G2 se acercó al agujero negro. Los científicos esperaban que la nube fuera destruida por las enormes fuerzas gravitatorias de Sagitario A*; eso no ocurrió, y G2 sobrevivió sin problemas.
Algunos científicos sostienen ahora que Sagitario A* no es en absoluto un agujero negro, sino un conjunto de materia oscura. La materia oscura es un material invisible que se cree que representa el 80% del total de la materia del universo, pero es muy difícil de detectar porque no interactúa con la luz.
Para comprobarlo, los investigadores del Centro Internacional de Astrofísica Relativista (ICRA) simularon la sustitución del centro de nuestra galaxia por materia oscura -en concreto, una extraña partícula elemental conocida como “darkino”- que sería densa en el centro de la masa, pero más difusa en los bordes.
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Según los científicos, los “darkinos” son un tipo de fermión (partículas que no pueden compartir el mismo estado cuántico en ningún momento) y, como tal, están limitados en cuanto a la densidad de su agrupación. Esto permitiría a G2 sobrevivir en los bordes, así como permitir la existencia de estrellas cercanas e incluso explicar la curva de rotación del halo exterior de la Vía Láctea.
Aunque el agujero negro supermasivo sigue siendo la hipótesis más probable, la respuesta podría ser más compleja de lo que pensamos. Este año, los científicos propusieron que los propios agujeros negros supermasivos podrían estar formados por materia oscura, lo que explicaría por qué son capaces de formarse tan rápidamente, antes incluso de que las galaxias que los rodean puedan existir.
La investigación se publicó en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters.