Alcatraz, señores Sith y aranceles al cine: los desvaríos de Trump crecen mientras su aprobación cae en picada
Entre publicar sobre Star Wars, sugerir la reapertura de Alcatraz e imponer aranceles a las películas, el presidente parece cada vez más desesperado, escribe Eric Garcia
El presidente Donald Trump realizó una serie de publicaciones cada vez más erráticas a lo largo de su fin de semana en su finca de Palm Beach. La primera ocurrió a última hora de la tarde del viernes, cuando publicó una imagen de inteligencia artificial en la que aparecía como el papa, después de haber bromeado con que le gustaría sustituir al difunto papa Francisco.
Luego, el domingo, Trump amenazó con imponer aranceles del 100 % a las películas extranjeras, supuestamente para salvar la industria cinematográfica estadounidense y hacer frente a una inesperada “amenaza a la seguridad”.
Argumentó que es un esfuerzo concertado de otras naciones y, por tanto, una “amenaza para la seguridad nacional”. “Aparte de todo lo demás, es mensajería y propaganda”, sentenció Trump en Truth Social.
Por último, a última hora de la tarde, Trump coqueteó con la idea de reabrir Alcatraz, la célebre antigua prisión situada en una isla frente a la costa de San Francisco. Cerró en 1963, en gran parte porque su funcionamiento era demasiado caro, según la Oficina de Prisiones.

El presidente aseveró en Truth Social que, hace muchos años, cuando era “una nación más seria”, encerraban a los criminales más peligrosos y los mantenían “lejos” de quienes pudieran resultar afectados. Alcatraz es ahora un parque nacional gestionado por el Servicio Nacional de Parques y probablemente se conservaría en virtud de la Ley Nacional de Conservación Histórica.
Más tarde se supo que una cadena de televisión local de Florida, donde Trump se encontraba en ese momento, había emitido la película de Clint Eastwood Fuga de Alcatraz, poco antes de la declaración del presidente sobre la famosa prisión.
Por si fuera poco, la cuenta oficial en X de la Casa Blanca conmemoró el 4 de mayo, Día de Star Wars, con una imagen de Trump con un sable de luz; sin embargo, era un sable rojo, el color de los malvados señores Sith.
La serie de publicaciones ocurrió el mismo fin de semana en que Trump tuvo una entrevista en gran medida desastrosa con Kristen Welker de Meet The Press, en la que aceptó que no sabía si tenía que defender la Constitución de Estados Unidos mientras su administración lleva a cabo su estrategia de deportación masiva.
En la misma entrevista, Trump repitió su amenaza de anexar Groenlandia mediante la fuerza militar. También eludió los temores a una recesión provocada por su guerra comercial con China.
“Puede pasar cualquier cosa. Pero creo que vamos a tener la mejor economía de la historia de nuestro país. Creo que vamos a vivir el mayor auge económico de la historia”, afirmó.
Hizo la afirmación a pesar de que muchos indicadores económicos muestran señales de alarma por una recesión. La semana pasada, el Banco de la Reserva Federal de Dallas mostró que el 58,9 % de los ejecutivos de empresas de Texas piensan que los aranceles tendrían un efecto negativo en los negocios.

Por el contrario, solo el 5,5 % de ellos afirmó que, en respuesta a los aranceles, trasladaría su negocio a Estados Unidos, en contraste con el 54, 7% que afirmó que repercutiría el coste en los consumidores.
Todo se ha suscitado en un contexto en el que el índice de aprobación de Trump ha caído en picado de forma significativa en medio de su guerra comercial global. Una encuesta de CNN/SSRS mostraba que tenía un 41 % de aprobación tras sus primeros 100 días, mientras que una encuesta de The Washington Post y ABC News mostraba que tenía un 39 % de aprobación.
En general, Trump tiene el peor resultado para un presidente después de los primeros 100 días al menos desde que acabó la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, el vicepresidente J. D. Vance defendió al presidente durante una entrevista con Bret Baier, de Fox News, ante las cifras negativas.
“Soy un firme creyente de que en la era moderna, 2025, los encuestadores de opinión no saben cómo registrar a la mayoría de los estadounidenses”, declaró Vance en Fox. Alegó que muchos encuestadores habían mostrado que Kamala Harris, la predecesora de Vance en el cargo, vencería a Trump en noviembre.
Trump incluso lo escaló y dijo que los encuestadores deberían “ser investigados por fraude electoral”.
“Son criminales negativos que piden disculpas a sus suscriptores y lectores después de que gané las elecciones con creces, con muchos más votos de lo que sus encuestas mostraban que ganaría, pierden mucha credibilidad, y luego siguen engañando y mintiendo para el siguiente ciclo, solo que peor”, dijo.
Es cierto que muchos encuestadores pasaron por alto la fuerza de Trump durante los años electorales. Pero las encuestas durante los años electorales y los índices de aprobación general son muy diferentes.
De hecho, con Trump fuera de las urnas, los republicanos podrían encontrarse en una situación peor en las elecciones legislativas de 2026. El lunes, el popular gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp, anunció que no competiría contra el senador demócrata Jon Ossoff, probablemente sabiendo que el entorno sería difícil si Kemp quisiera presentarse a la presidencia en el futuro.
El comportamiento y los mensajes cada vez más erráticos de Trump no son una distracción. Como sabe cualquiera que haya escrito noticias sobre él, a menudo son el punto. Pero en un momento dado, muestran que Trump ve menos opciones de ganarse a los votantes persuasibles y que, en su lugar, buscará apelar a sus más fieles.
Traducción de Michelle Padilla