Michelle Obama confiesa estar “contenta” de no haber tenido un hijo varón: “Habría sido otro Barack Obama”
El hipotético hijo del expresidente y la ex primera dama de EE. UU. habría llevado una pesada carga, afirmó Obama en su pódcast 'IMO'
La ex primera dama de EE. UU., Michelle Obama, dijo que estaba “muy contenta” de que ninguno de sus hijos fuera varón, porque ese hipotético niño habría llevado una pesada carga: el famoso nombre de su padre.
Hablando en su pódcast IMO junto a la presentadora de radio Angie Martínez y su hermano, Craig Robinson, la ex primera dama estaba discutiendo los retos de criar hijos en la sociedad actual, cuando exclamó: “Estoy muy contenta de no haber tenido un niño”.
Cuando Martínez le preguntó por qué ella y su esposo, el expresidente Barack Obama, no habían intentado tener un hijo varón para complementar a sus dos hijas, Sasha y Malia, Obama respondió: “¡Porque habría sido otro Barack Obama!”.
Martínez dijo que un “bebé Barack” habría sido algo “increíble”, y la ex primera dama respondió que “habría sentido pena por él”, refiriéndose al hipotético hijo del que se hablaba.
Robinson, actual director ejecutivo de la Asociación Nacional de Entrenadores de Baloncesto, saltó a la palestra afirmando que su hermana y su esposo “[acababan] de tomar prestados a [sus] chicos”, en referencia a los hijos que ha tenido de sus dos matrimonios a lo largo de los años.

El alivio de la ex primera dama por no haber tenido un hijo varón se debe a que su marido, cuyo nombre completo es Barack Hussein Obama II, probablemente habría optado por llamarle Barack Obama III.
El 44º presidente, quien fue la primera persona de raza negra en ocupar el cargo de líder del Ejecutivo en EE. UU., recibió el nombre de su padre, Barack Hussein Obama.
El mayor de los Obama era un economista y funcionario keniata que conoció a la madre del futuro presidente, la antropóloga Stanley Ann Dunham, cuando ambos estudiaban en la Universidad de Hawái en Manoa en la década de 1960.
Los Obama han sido objeto de rumores de divorcio durante varios meses tras la ausencia de Michelle en un puñado de eventos de alto perfil a principios de año, incluyendo el funeral del ex presidente Jimmy Carter y la toma de posesión del presidente Donald Trump.
Recientemente habló de su decisión de no asistir a los actos en un episodio de abril de IMO.
“Mi decisión de no asistir a la toma de posesión, o mi decisión de tomar decisiones a principios de año que me convenían, fueron recibidas con muchas burlas y críticas”, dijo, y continuó: “La gente no podía creer que dijera que no por otra razón; tenían que asumir que mi matrimonio se estaba desmoronando”.
Reiteró que simplemente no había ido a la inauguración porque era la mejor decisión para ella.
“Estoy intentando ser dueña de mi vida y practicar intencionadamente las elecciones correctas para mí”, explicó. “Y tuve que hacer un gran esfuerzo para no hacer lo que se percibía como correcto, sino hacer lo que era correcto para mí. Me costó mucho hacerlo”, añadió.
La ex primera dama también habló sobre los rumores de divorcio durante una aparición en el pódcast Work in Progress, de la actriz Sophia Bush, a principios de abril.
“Lo interesante es que, cuando digo 'no', en su mayor parte la gente responde: 'Lo entiendo, y no pasa nada'”, afirmó.
“Lo que nos pasa como mujeres es que nos cuesta decepcionar a la gente”, dijo, y continuó: “Tanto es así que este año la gente ni siquiera podía entender que yo estuviera tomando una decisión por mí misma, así que asumieron que mi esposo y yo nos estábamos divorciando”.
“No podía ser porque una mujer adulta tomó una serie de decisiones por sí misma, ¿verdad?”, expresó. “Pero eso es lo que nos hace la sociedad. Tarde o temprano, empezamos a preguntarnos: ‘¿Qué estoy haciendo? ¿Para quién lo hago?’. Y si no encaja en el estereotipo de lo que la gente cree que debemos hacer, entonces se etiqueta como algo negativo y horrible”, agregó.
Traducción de Sara Pignatiello