Me encanta ‘Stranger Things’, pero la historia de Will parece ser una falsa representación LGBTQ+
Las pistas implícitas sobre la identidad de un personaje no solo son decepcionantes, son cobardes
Como persona queer, siempre he sentido afinidad con los personajes LGBTQ+ en pantalla. Me ha encantado fantasear y apoyar a mis parejas queer favoritas. La representación lo es todo, así que cuando surge tanta evidencia tangible sobre la sexualidad de un personaje después de tanta sospecha de que su realidad no podría ser otra cosa, es simplemente alegre.
Los últimos episodios de la cuarta temporada de la serie de culto de Netflix, Stranger Things, se estrenó el 1 de julio y los fanáticos estaban convencidos de que el veterano personaje Will Byers estaba a punto de tener su final feliz. Excepto que no fue así. Y estábamos tan cerca de eso. No pude evitar sentir que me hicieron queerbaiting.
El queerbaiting [o reclamo LGBTQ] es una “técnica de marketing para la ficción y el entretenimiento en la que los creadores insinúan, pero en realidad no representan, el romance entre personas del mismo sexo u otra representación LGBTQ”. Programas desde Killing Eve hasta Riverdale y Game of Thrones han sido acusados de ello, pero el daño que causa a menudo se minimiza o no se comprende.
Las pistas implícitas sobre la identidad de un personaje no solo son decepcionantes, son cobardes. Por supuesto, las escenas de salida del clóset no son la única forma de señalar esto: se puede lograr el mismo impacto de salir del armario a través de observaciones casuales o comentarios insertados, naturalmente, en la conversación. Queerbaiting no es una forma divertida de despertar a los fans; juega con la vida de las personas, tanto con sus verdaderas identidades como con la forma en que los personajes LGBT+ se representan en la pantalla, y también es una escritura perezosa.
Por supuesto, la sexualidad de Will no es central en la historia, pero es una representación potencial, no obstante. Los hermanos Duffer han insinuado su posible personalidad queer desde la primera temporada, por ejemplo, cuando su madre Joyce le cuenta a Hopper después de su desaparición que, por ser un “niño sensible”, su padre solía “decirle m******”. En la cuarta temporada, Will y su mejor amigo Mike se pelean por su relación con El y la respuesta de Mike es: “¡No es mi culpa que no te gusten las chicas!”.
Los fanáticos habían captado durante mucho tiempo las pistas sobre la sexualidad de Will, pero el hecho de que la serie no lograra abordarlo nunca se ha interpretado como dañino. Hasta ahora, Mike, Will, Dustin y Lucas eran solo niños. Hubiera sido injusto esperar la misma representación de ellos como personajes adultos completamente formados.
Ahora, la pandilla se enfrenta a un mal mucho más significativo y la franquicia adopta una trayectoria más oscura; inclinándose más hacia el terror que a la ciencia ficción en algunos aspectos. Estos niños ahora son adolescentes. Son capaces de luchar contra un mal mayor; sus infancias ya terminaron.
Entonces, si Will está luchando contra un señor supremo oscuro que planea llevar a Hawkins a una muerte espeluznante que lo abarca todo, ¿por qué no es digno de una historia adecuada? En la tercera temporada, Robin Buckley, interpretado por Maya Hawke, quien desde entonces se ha convertido en el tema de la obsesión de los fanáticos de TikTok, recibió una hermosa trayectoria de personaje. En una escena, Robin le explica a Steve la razón por la que nunca habían sido amigos: ella miraba todo el tiempo a una de sus compañeras de escuela, quien, al mismo tiempo, demostraba su atracción por Steve con miradas.
Al entender lo que estaba diciendo, Steve retrocedió instantáneamente y bromeó diciendo que Robin tenía un gusto terrible para las mujeres. Desde entonces, ha sido un aliado firme y el mejor amigo, incitándola a enamorarse de su compañera de banda, Vickie. “Créeme; ¡le gustan las bubis!”, bromea.
Temía que Robin estuviera destinada a la miseria. Es un tropo clásico en la televisión; la lesbiana que se enamora de una chica heterosexual completamente inalcanzable con novio y es infeliz para siempre, algo que perpetúa la narrativa de que las mujeres queer no son capaces de, ni merecen, el amor verdadero. Eso no podría haber estado más lejos de la verdad, ya que, al final de la cuarta temporada, Robin y Vickie disfrutan de las miradas nerviosas y fugaces que solo el comienzo de un enamoramiento puede evocar.
¿Por qué Will no se considera digno de tal historia? Si los Duffer Brothers pueden lograrlo con Robin, entonces pueden lograrlo con Will. Si bien las escenas de salida del clóset no lo son todo y posiblemente sean exageradas, estas historias brindan una representación crucial que salva vidas. Las personas LGBTQ+ realmente quieren trabajar por un mundo en el que nadie tenga que salir del armario, pero todavía no hemos llegado a eso.
Will tuvo tantas oportunidades esta temporada de experimentar una alegría similar a la de Robin, y me decepciona que no se le haya dado este momento. Hubiera tenido mucho significado, no solo para Will, sino también para la gran cantidad de fanáticos LGBTQ+ que miran el programa con adoración. En otros lugares, la reacción a la historia de Robin es una prueba del poder que ejerce para dar esperanza donde se ha perdido.
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El final vio a Will embarcarse en una conversación conmovedora con su hermano mayor Jonathan, quien comenta que Will “ya nunca le cuenta nada”. Él le asegura a su hermano menor que “siempre puedes hablar conmigo”, y el dúo disfruta de un abrazo entre lágrimas. Nuevamente, cuando Will le revela a Mike en el penúltimo episodio que pintó un cuadro para él, la atmósfera estaba llena de mucha tensión.
“Cuando eres diferente, a veces te sientes como un error”, le dice a Mike. Mi corazón se rompió un poco al verlo girar hacia la ventana, llorando. A Will, una vez más, lo traicionaron. Por supuesto, tal vez la intención era que Will simplemente no estuviera listo, pero ¿por qué causar tanto dolor innecesario a un personaje cuando el programa ha demostrado, una y otra vez, que puede hacerlo bien?
No soy la única persona. Carrie es une fan queer y la serie le ha hecho sentir valentía y decepción. “Ha sido poderoso ver a Will en un viaje, cuestionando y explorando su sexualidad. Estos son los tipos de historias que anhelaba cuando era adolescente, pero ya superamos el punto de las miradas persistentes y el anhelo doloroso. Espero que Stranger Things realmente le haga justicia a Will y su viaje en la próxima temporada”, señala.
En resumidas cuentas, no es justo insinuar tanto, llenar a los fans con tanta emoción y luego arrebatárselas en un instante, sobre todo cuando Lucas, Dustin y Mike han tenido tanto tiempo dentro de la serie dedicado a sus respectivas relaciones. Si la tripulación tiene la edad suficiente para besarse y luchar contra seres demoniacos, entonces ¿por qué la historia de Will se trata con tanto descuido, como si fuera demasiado joven para saber lo que quiere? Después de todo lo que ha pasado, merece amor.