Vaticano revela aparición de nuevas pruebas sobre desaparición de adolescente en 1983
Exactamente 40 años después de la desaparición de la hija adolescente de un empleado del Vaticano, la institución releva la aparición de nuevas pistas “dignas de investigar” con la esperanza de llegar finalmente al fondo de uno de los mayores misterios de la Santa Sede
Exactamente 40 años después de la desaparición de la hija adolescente de un empleado del Vaticano, la institución dijo el jueves que habían surgido nuevas pistas “dignas de investigar” con la esperanza de llegar finalmente al fondo de uno de los mayores misterios de la Santa Sede.
Emanuela Orlandi desapareció el 22 de junio de 1983 tras salir del apartamento en el que vivía con su familia en la Ciudad del Vaticano para ir a una clase de música en Roma. Su padre era un empleado laico de la Santa Sede. A lo largo de los años, su desaparición se ha ligado a todo tipo de asuntos, desde el complot para asesinar a san Juan Pablo II, al escándalo financiero que implicó al banco vaticano y a los bajos fondos de la capital italiana.
El fiscal penal del Vaticano, Alessandro Diddi, dijo el jueves que recientemente remitió a la fiscalía de Roma todas las pruebas relevantes que reunió en los seis meses transcurridos desde la reapertura de las pesquisas. En un comunicado, se comprometió a seguir investigando el caso.
El interés popular por el caso se renovó el año pasado con el documental “La chica del Vaticano”, una miniserie de cuatro episodios de Netflix que exploraba las diversas hipótesis sobre su desaparición e incluía el nuevo testimonio de una amiga que afirmó que Orlandi le había contado una semana antes que un clérigo de alto rango le había hecho proposiciones sexuales.
Tras la emisión del documental y ante la proximidad del 40 aniversario de la desaparición, la familia de Orlandi, con el respaldo de algunos legisladores, presionó para la apertura de una comisión de investigación parlamentaria. Por otra parte, las fiscalías del Vaticano y Roma reabrieron las pesquisas.
El anterior fiscal jefe de Roma que archivó el caso en el sistema judicial italiano, Giuseppe Pignatone, es ahora el juez jefe del tribunal penal del Vaticano, donde Diddi es el jefe de la fiscalía.
Diddi indicó en un comunicado que su oficina recopiló “todas las pruebas disponibles en las estructuras del Vaticano y de la Santa Sede” e interrogó a personas que ocupaban cargos en el Vaticano hace 40 años.
Pietro Orlandi, que lleva 40 años luchando para descubrir la verdad de lo que le ocurrió a su hermana, tiene previsto protestar el domingo con una sentada cerca del Vaticano. Sostiene que la institución nunca ha dicho la verdad sobre lo que sabe del caso.