Corte Penal Internacional abre investigación sobre posibles crímenes de guerra en Ucrania
Treinta y nueve naciones se unieron para presionar que se investigue
Un fiscal de la Corte Penal Internacional anunció que se abrió una investigación sobre posibles crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Ucrania.
El fiscal Karim Khan explicó que le dijo a la presidencia de la CPI que había comenzado a investigar luego de la solicitud de 39 países.
“He notificado a la presidencia de la CPI hace unos momentos sobre mi decisión de proceder de inmediato con las investigaciones activas sobre la situación. Nuestro trabajo en la recopilación de pruebas ya comenzó”, señaló en un comunicado.
Gran Bretaña y decenas de aliados presionaron para que se iniciara rápidamente la investigación sobre el bombardeo de ciudades ucranianas por parte de Vladimir Putin.
Boris Johnson enfatizó que Putin “no puede cometer estos horribles actos de impunidad”, después de que 38 países se unieron cuando el Reino Unido remitió a Moscú al CPI.
La decisión permitió a Khan pasar directamente a la investigación sin necesidad de aprobación judicial.
Alemania, Francia y Polonia presentaron sus solicitudes mientras Kyiv, la capital de Ucrania, se preparaba para un asedio, y la segunda ciudad más importante del país, Kharkiv, se tambaleaba ante los nuevos ataques, y se disputaba el control de la ciudad portuaria de Kherson.
Johnson habló con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, el miércoles por la mañana, y prometió más apoyo y armas para las fuerzas que resisten al ejército ruso.
Los ataques que dañaron el memorial del holocausto Babi Yar en Kyiv y la plaza central de Kharkiv han causado repugnancia. Los aliados occidentales temen que sea una señal de un cambio en las tácticas rusas para ahora atacar indiscriminadamente áreas urbanas.
Por primera vez, el Reino Unido acusó explícitamente a Putin de crímenes de guerra. Downing Street afirmó que se estaban produciendo “actos horribles casi cada hora a medida que se atacan los centros de población.
En las preguntas del primer ministro, Johnson señaló: “Putin ha cometido un grave error de cálculo; en su abominable ataque a una nación soberana, subestimó la extraordinaria fortaleza del pueblo ucraniano y la unidad y determinación del mundo libre para hacer frente a su barbarie”.
“Lo que ya hemos visto del régimen de Vladimir Putin en el uso de las municiones que han estado lanzando sobre civiles inocentes, en mi opinión, ya califica completamente como un crimen de guerra”, agregó.
Más de 2.000 civiles han muerto desde la invasión, reportó el servicio de emergencia estatal de Ucrania, aunque esa cifra no ha sido verificada de forma independiente.
La agencia de refugiados de las Naciones Unidas cree que alrededor de 874.000 personas han huido de Ucrania, pero se espera que esa cifra alcance pronto el millón.
La secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, comentó: “La maquinaria militar de Putin está atacando a civiles indiscriminadamente y arrasando ciudades en toda Ucrania.
“Se necesita con urgencia una investigación por parte de la Corte Penal Internacional sobre los actos de barbarie de Rusia y es justo que los responsables rindan cuentas.
“El Reino Unido trabajará en estrecha colaboración con los aliados para garantizar que se haga justicia”.
El secretario de Justicia, Dominic Raab, un exabogado que ha procesado crímenes de guerra, aseguró que ahora es fundamental “preservar adecuadamente todas las pruebas de crímenes de guerra”.
“Cualquier líder u oficial ruso que lleve a cabo órdenes que equivalgan a crímenes de guerra debe saber que se enfrenta a terminar en el banquillo de los acusados y, en última instancia, en prisión”, añadió.
Anteriormente, en las preguntas del primer ministro, Johnson prometió publicar una lista de personas asociadas con Putin que podrían estar sujetas a sanciones, pues dijo que “la corrupción se está endureciendo en el régimen de Putin” a través de las restricciones impuestas por Occidente.
Pero el líder laborista, Sir Keir Starmer, lo instó a aumentar de inmediato las medidas contra los aliados del líder ruso.
Sir Keir, quien pidió que el propietario del Chelsea, Roman Abramovich, enfrente sanciones, mencionó: “Este es el momento de sancionar a todos los oligarcas y abrir todas las empresas ficticias para demostrar que Putin está equivocado”.
El multimillonario ruso-israelí informó más tarde que vendería al club, y que las “ganancias netas” se destinarían a una organización benéfica en apoyo a las víctimas de la guerra en Ucrania.
Los funcionarios del Reino Unido advirtieron que habrá más sanciones contra los oligarcas, los miembros del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia y los bancos, y dijeron que creen que el impacto económico de las medidas ha sido más significativo de lo que esperaba Putin.
Agregaron que querían que las sanciones fueran más lejos, incluyendo que la prohibición de uso del sistema de pago SWIFT aplicara a todos los bancos rusos.
En otros acontecimientos, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que Kherson, al sur de Ucrania, cerca de la península de Crimea anexada por Rusia en 2014, estaba bajo el “control total” de los soldados rusos, pero el ejército ucraniano lo negó.
La falta de progreso en el cumplimiento de los objetivos de la invasión había hecho que cambiaran la táctica, centrándose en el bombardeo aéreo y de artillería de las ciudades más que en el tipo de avances militares relámpago previstos originalmente por el Kremlin, según creen los analistas occidentales.
El secretario de Defensa, Ben Wallace, dijo que las fuerzas rusas buscarán “golpear” las ciudades de Ucrania con tácticas que recuerdan a la guerra de asedio medieval.
Un ataque golpeó la policía regional y la sede de inteligencia en Kharkiv, matando a cuatro personas e hiriendo a varias, y también dañó edificios residenciales, según las autoridades ucranianas.
La agencia de noticias ucraniana Unian informó que dos misiles de crucero alcanzaron un hospital en Chernihiv, en el norte de Ucrania.
Wallace mencionó que el avance de las fuerzas rusas seguía siendo lento por una combinación de logística sobrecargada, baja moral y valiente resistencia de los combatientes ucranianos.