Sesión del Concejo Municipal de LA vive ronda de protestas
La reunión del Concejo Municipal de Los Ángeles es interrumpida por nuevas protestas contra un concejal por su implicación en un escándalo de racismo
La reunión del Concejo Municipal de Los Ángeles fue interrumpida el martes por protestas luego de que uno de los concejales ocupó su lugar a pesar de las exigencias generalizadas de que renuncie por su implicación en un escándalo de racismo.
La presencia del concejal Kevin de León aparentemente provocó que otros concejales se retiraran en medio de los gritos de grupos rivales entre el público, mientras que el presidente del concejo, Paul Krekorian, ordenó un receso.
La conmoción fue una repetición de la reunión del vienes a la que De León se presentó en la cámara por primera vez desde mediados de octubre. Es el único concejal de Los Ángeles implicado en el escándalo que continúa resistiéndose al llamado del presidente Joe Biden para que se aparte de su cargo, aunque continúa cobrando su paga anual de casi 229.000 dólares, una de las más altas entre concejales de la nación.
Los manifestantes gritaron y agitaron carteles durante toda la reunión. En el periodo de comentarios públicos, la mayoría de los que solicitaron el uso de la palabra calificaron a De León como racista y le exigieron su renuncia, pero algunos simpatizantes lo defendieron y elogiaron su trabajo en su distrito, que incluye el centro de Los Ángeles y el vecindario preponderantemente latino de Boyle Heights.
Las continuas interrupciones convirtieron a veces la reunión en un auténtico Teatro de lo Absurdo, en el que los inconformes exclamaban insultos, los empleados municipales pedían calma a los presentes y la policía desalojó a algunos manifestantes que se rehusaban a acatar las repetidas órdenes de que se calmaran.
Cuando De León apareció más o menos a la mitad de la sesión hubo más gritos, algunos concejales abandonaron el recinto de inmediato y el presidente del consejo, Paul Krekorian, decretó rápidamente un receso. El consejo reanudó después su sesión y aprobó la propuesta de la alcaldesa Kaen Bass de declarar un estado de emergencia por las personas sin casa, como había prometido en su primer día en el puesto.
El escándalo se originó cuando alguien filtró una grabación en la que se escucharon comentarios groseros y racistas vertidos durante una reunión de hacía un año en la que estuvieron implicados De León, la entonces presidenta del concejo Nury Martinez, el dirigente sindical Ron Herrera y el entonces concejal Gil Cedillo —todos demócratas latinos—, y en la que también tramaron ampliar su poder político a expensas de los electores de raza negra durante una redemarcación de los distritos del concejo.
Martinez y Herrera renunciaron días después de que se diera a conocer la grabación, y Cedillo desapareció de la vista pública. Debido a que el mandato de Cedillo concluyó el lunes después de que perdiera su intento de reelección este año, De León es el único concejal implicado en el escándalo que continúa en el cargo.
Se desconoce quién y por qué hizo la grabación que se difundió en redes sociales.
De León se ha disculpado reiteradamente y afirma que no renunciará. Dice que desea continuar trabajando en contra de la indigencia, las repercusiones de la pandemia y el peligro del desalojo de inquilinos en su distrito.
No existe una vía jurídica para que sus colegas lo destituyan. El concejo sólo puede suspender a uno de sus miembros si existieran cargos penales vigentes en su contra.
De León, despojado del privilegio de participar en las comisiones del concejo, enfrenta exigencias generalizadas de que renuncie y, tras una amplia ausencia de las reuniones del concejo, ha estado maniobrando para regresar a la esfera pública, a pesar del rechazo de sus colegas, quienes dicen que no pueden trabajar con él.
La semana pasada, De León escenificó un forcejeo con un activista que estuvo interrumpiéndolo durante una jornada de entrega de juguetes por la temporada de fin de año.