Stay up to date with notifications from The Independent

Notifications can be managed in browser preferences.

El nutriente inesperado que, según científicos, podría reducir los problemas cognitivos en la vejez

Investigadores sostienen que el consumo de cobre podría mejorar la función cognitiva en la vejez, aunque advierten sobre los riesgos de ingerirlo en exceso

Tom Watling
Viernes, 18 de julio de 2025 15:34 EDT
Los resultados del estudio indican que un mayor consumo de cobre en la dieta podría estar asociado con una mejor función cognitiva
Los resultados del estudio indican que un mayor consumo de cobre en la dieta podría estar asociado con una mejor función cognitiva (Getty Images/iStockphoto)
Read in English

Las personas adultas que consumen mayores cantidades de cobre a través de la alimentación tienden a obtener mejores resultados en pruebas cognitivas que evalúan memoria, atención y lenguaje, según muestran los resultados de una investigación reciente.

En el estudio, realizado con más de 2.400 adultos mayores de 60 años en Estados Unidos, se comparó el rendimiento cognitivo entre quienes consumían cerca de 1,4 mg de cobre por día y aquellos con una ingesta inferior a 0,8 mg: los primeros mostraron un desempeño superior en una serie de evaluaciones cognitivas.

Aunque el cuerpo solo necesita cobre en pequeñas cantidades, este mineral cumple funciones clave en el cerebro: participa en la producción de energía en las neuronas, favorece la creación de neurotransmisores esenciales y fortalece las defensas antioxidantes naturales del organismo.

El marisco, los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos aportan cobre de forma natural.

No obstante, especialistas señalan que una alimentación equilibrada suele ser suficiente para cubrir las necesidades diarias de este mineral y advierten que exceder esa cantidad puede provocar molestias gastrointestinales.

El equipo responsable de la investigación pidió a los participantes que detallaran todo lo que habían consumido durante dos días distintos. A partir de esos datos, calcularon un promedio para estimar la ingesta diaria de cobre de cada persona.

Las capacidades cognitivas se evaluaron mediante cuatro pruebas reconocidas, entre ellas el emparejamiento rápido de símbolos y ejercicios de recuerdo inmediato y diferido de palabras. Además, se generó una puntuación “global” que combinaba todos los resultados obtenidos.

Los datos revelaron un patrón claro: el rendimiento cognitivo mejoraba a medida que aumentaba la ingesta de cobre, con un punto óptimo entre 1,2 y 1,6 mg diarios, según la prueba considerada.

Por encima de ese rango, los beneficios se estabilizaron y las puntuaciones no mostraron mejoras adicionales.

Quienes se ubicaban en el cuartil superior de consumo de cobre superaron al grupo con menor ingesta en aproximadamente cuatro símbolos más en la prueba de emparejamiento y lograron recordar en promedio media palabra más tras un periodo de espera.

Entre las personas con antecedentes de ictus, el efecto fue aún más marcado: quienes consumían más cobre obtuvieron un aumento significativo en la puntuación cognitiva global.

Si bien los investigadores aclaran que los resultados no son concluyentes como para afirmar que la ingesta de cobre mejora directamente la función cognitiva, señalan que el vínculo es “biológicamente plausible”.

Según se detalla en el informe, “el cobre presente en la dieta es fundamental para la salud cerebral y podría ofrecer efectos protectores sobre la función cognitiva, debido a su papel en la defensa antioxidante, la síntesis de neurotransmisores y el metabolismo energético”.

Traducción de Leticia Zampedri

Thank you for registering

Please refresh the page or navigate to another page on the site to be automatically logged inPlease refresh your browser to be logged in