El aire en espacios interiores puede contener “sustancias químicas” ligadas al cáncer y otras enfermedades
“Tenemos que cerrar el grifo y detener todos los usos innecesarios de PFAS lo antes posible”, afirman investigadores
Los científicos piden que se ponga fin al uso de las denominadas “sustancias químicas para siempre”, utilizadas en una amplia gama de procesos de fabricación, después de que una nueva investigación revelara hasta qué punto estamos expuestos a ellas con sólo respirar.
El término “sustancias químicas para siempre” suele aplicarse a una clase de productos químicos conocidos como sustancias perfluoroalquílicas y polifluoroalquílicas, a menudo llamadas PFAS.
Estas sustancias químicas, de las que hay unas 6 mil, se utilizan en la fabricación de sustancias antigrasa, antimanchas e impermeabilizantes, y pueden encontrarse en plásticos, utensilios de cocina, envases de alimentos, ropa, cosméticos, dispositivos médicos, productos electrónicos y espumas contra incendios.
Pero desde su introducción a mediados del siglo XX, se ha acumulado un gran número de pruebas que revelan cómo la exposición a los PFAS puede tener un alto costo para la salud humana.
La exposición a estas sustancias químicas se ha relacionado con problemas reproductivos y de desarrollo, problemas hepáticos y renales, impactos en el sistema inmunitario, cánceres, bajo peso al nacer y alteraciones de la hormona tiroidea.
La nueva investigación, dirigida por un equipo de la Universidad de Rhode Island, informa de que “el aire que respiramos en nuestros hogares, escuelas y lugares de trabajo puede estar contaminado con sustancias químicas PFAS nocivas”.
El estudio examinó el nivel de sustancias químicas PFAS en el aire de las aulas de los jardines de niños, las oficinas de la universidad, los laboratorios y el hogar, en Estados Unidos.
Descubrieron que la exposición a las sustancias químicas podía ser tan alta en estos lugares, como en las tiendas de las empresas de ropa de exterior, o en las tiendas de alfombras que venden productos tratados con PFAS.
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Los resultados sugieren que el aire en espacios interiores es una fuente subestimada y “potencialmente importante” de exposición a sustancias químicas para siempre, sobre todo para los niños.
“Se sabe que los alimentos y el agua son fuentes importantes de exposición a los PFAS”, afirmó Rainer Lohmann, autor principal del estudio y profesor de oceanografía de la Universidad de Rhode Island.
“Nuestro estudio demuestra que el aire en espacios interiores, incluido el polvo, es otra fuente de exposición a sustancias químicas potencialmente dañinas”.
Y añadió: “De hecho, para los niños que viven en hogares o escuelas con alfombras viejas tratadas con PFAS, la inhalación puede ser incluso más importante que el polvo como vía de exposición a los PFAS volátiles que, con el tiempo, podrían biotransformarse en PFAS más persistentes y dañinos.”
Los investigadores evaluaron el nivel de exposición que la gente puede estar teniendo a estas peligrosas sustancias químicas colocando muestreadores de láminas de polietileno en los techos de nueve aulas de jardín de niños alfombradas, una casa, el almacén de una tienda de ropa de exterior en California y dos tiendas de alfombras. Y en la Universidad de California utilizaron la misma técnica en dos laboratorios, cinco oficinas, un aula, un almacén y un ascensor.
Se detectaron PFAS en el aire de casi todos los lugares, dijeron.
Varias aulas y salas de la universidad tenían concentraciones de PFAS en el aire interior más altas que el almacén de la tienda de ropa de exterior, que estaba lleno de chaquetas y equipos tratados con PFAS.
Las concentraciones más altas se encontraron en las dos tiendas de alfombras.
“Los PFAS se utilizaban antiguamente como repelentes de manchas y agua en la mayoría de las alfombras”, dijo la autora principal del trabajo, Maya Morales-McDevitt.
“Afortunadamente, los principales minoristas, como The Home Depot y Lowe’s, ya sólo venden alfombras sin PFAS. Creemos que poco a poco los minoristas más pequeños también lo harán”.
Aunque las familias, las escuelas y los lugares de trabajo pueden reducir los niveles de PFAS en el aire interior sustituyendo las alfombras, todavía hay muchos otros productos que pueden emitir PFAS volátiles en el aire interior, como la ropa, el calzado, los productos de construcción y el mobiliario.
“Mientras se sigan utilizando en los productos, todos estaremos comiendo, bebiendo y respirando PFAS”, aseguró Tom Bruton, coautor y científico principal del Green Science Policy Institute (GSPI).
“Tenemos que cerrar el grifo y detener todos los usos innecesarios de PFAS lo antes posible”.
Actualmente se está intentando prohibir los usos “no esenciales” de los PFAS en la UE, y los estados miembros como Alemania, Dinamarca, Países Bajos, Noruega y Suecia instan a una regulación más estricta.
Mientras tanto, en el Reino Unido, el gobierno ha sido descrito como “volando a ciegas” en el uso de productos químicos para siempre, con la Agencia de Medio Ambiente (EA) admitiendo este año que aunque los PFAS son “omnipresentes” en el medio ambiente, no está analizando el agua potable.
La investigación se publica en la revista Environmental Science & Technology Letters.