El canciller ruso, Sergei Lavrov, advierte que la Tercera Guerra Mundial sería “nuclear y destructiva”
Rusia enfrentaría un “peligro real” si Ucrania adquiriera armas nucleares, aseveró el canciller ruso
El ministro de relaciones exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, advirtió que una tercera guerra mundial sería “nuclear y destructiva”.
Lavrov recalcó que Rusia, que lanzó lo que llama una operación militar especial contra Ucrania la semana pasada, enfrentaría un “peligro real” si Kyiv (Kiev) adquiriera armas nucleares.
Esto ocurre después de que el ministro de relaciones exteriores de Rusia le comentó a la Conferencia de Desarme el martes que tomaban todas las medidas para garantizar que Ucrania no obtenga un arsenal nuclear.
Sin embargo, el riesgo de una guerra nuclear devastadora aumentó la semana pasada cuando Vladimir Putin puso a las fuerzas de disuasión nuclear de Rusia en alerta máxima, y citó “declaraciones agresivas” de la OTAN y duras sanciones financieras.
La medida siguió a un mensaje escalofriante del presidente donde advierte que cualquiera que intente “obstaculizar” la invasión de Ucrania por parte de Rusia verá “consecuencias que nunca ha visto en su historia”.
Su advertencia provocó temores en la comunidad internacional que no son injustificados, ya que el país tiene el arsenal nuclear más grande del mundo con un estimado de 6.255 armas nucleares, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo.
Esto es más que el arsenal de EE.UU., que tienen aproximadamente 5.500 armas nucleares, y los otros siete países, desde China hasta Corea del Norte.
Durante el discurso en vídeo de Lavrov ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra el martes, decenas de funcionarios se retiraron en protesta por la invasión rusa de Ucrania, incluidos los del Reino Unido, EE.UU. y la UE (Unión Europea).
Los pocos que se quedaron en la sala fueron China, Siria y Venezuela.
Al hablar fuera de la sala, el embajador de Ucrania ante la ONU, Yevheniia Filipenko, declaró: “No pueden atacar nuestra libertad. Lucharemos hasta el final y venceremos”.
“Sentimos su apoyo, apreciamos mucho todo su apoyo y los pasos que hemos tomado hoy en la Ginebra internacional envían una señal muy fuerte a la Federación Rusa de que tales acciones no son aceptables ni toleradas en el siglo XXI”.
Levrov habló con el consejo de forma remota debido a que la misión rusa comentó el lunes que los estados de la UE bloqueaban su ruta de vuelo.
En su discurso, atacó a la UE por participar en un “frenesí rusofóbico” al suministrar a Ucrania armamento para luchar contra la invasión militar de Rusia.
Entre los diplomáticos de la ONU que se retiraron se encontraban la ministra de relaciones exteriores de Canadá, Melanie Joly, y el ministro de relaciones exteriores de Dinamarca, Jeppe Kofod.
Al explicar por qué organizaron la protesta, Joly comentó: “El ministro Lavrov daba su versión, que es falsa, sobre lo que ocurre en Ucrania y por eso queríamos mostrar una postura muy fuerte juntos”
Incluso la neutral Suiza impuso sanciones financieras a Lavrov el lunes, una muestra del rechazo internacional por una invasión que Rusia describe como una “operación militar especial” destinada a desalojar a los “neonazis” que gobiernan Ucrania.
La enviada de EE.UU. al Consejo de Derechos Humanos, Michele Taylor, declaró en un comunicado: “Esta guerra de agresión rusa tendrá profundas implicaciones para los derechos humanos en Ucrania y Rusia, y los líderes de Rusia tendrán que rendir cuentas”.