Búnker atómico, ¿cómo contar con un refugio en caso de un ataque o desastre nuclear?
En entrevista para Business Insider, el gerente de Bunkeralia, aseguró que la construcción de este tipo de refugios aumentó entre el 30 % y el 40 % durante la pandemia
Un exasesor de Vladimir Putin afirmó que varias ciudades europeas podrían ser un objetivo nuclear para el presidente ruso y culpó a Occidente de la guerra de Ucrania, probando una vez más que las alertas por un posible conflicto o desastre nuclear no se han apagado desde que Rusia invadió a Ucrania a principios de año.
“Europa debe despertarse”, dijo Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania en ese entonces. “Si hay una explosión, es el fin de Europa”, agregó.
La preocupación que genera este escenario lleva a la población a preguntarse cuál es el refugio más adecuado en caso de un ataque o un desastre nuclear.
En el 2021, se reportó que empresas de todo el mundo recibían demandas para producir estructuras que protegieran de cualquier riesgo, ya sea una pandemia mundial, un asteroide, o la III Guerra Mundial. Se trataba de peticiones de ese 1 por ciento de la población mundial, que concentra casi la mitad de la riqueza global.
Estrellas del deporte y ejecutivos de tecnología como Bill Gates, de quien se cree tiene búnkers en todas sus propiedades, han elegido diseñar sus propios refugios secretos para albergar a sus familias y personal.
Incluso, fuentes no confirmadas dieron a conocer que el mismo Vladimir Putin envió a su familia más cercana al búnker que posee en Siberia, en el distrito de Ongudaysky. Según Valery Solovey, exdirector del departamento de Relaciones Públicas del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú, el complejo es prácticamente una ciudad subterránea construida hace 10 años por Gazprom con una planta de energía capaz de alimentar a una pequeña localidad.
El refugio atómico no es para la población en general, pues su costo puede ir de entre poco más de 150 mil dólares a superar los 3 millones de dólares, según sean sus características y “amenidades”. Pero antes se debe contar con un terreno adecuado y contemplar materiales como hormigón y acero, los más comunes para este tipo de estructuras por su resistencia y capacidad aislante.
Sin embargo, los sótanos de las casas o edificios pueden servir también como refugios atómicos, pues además de que se encuentran bajo tierra, sus paredes suelen estar recubiertas de hormigón, que proporciona aislamiento frente al exterior. Es necesario contar con la estancia vacía y llevar algunos elementos de supervivencia, como comida en conserva y en latas, así como revestir las puertas para que sellen completamente. Pero es una forma económica de hacerse de un búnker antinuclear sin gastar una fortuna.