Putin “despide a comandante de la flota del Mar Negro” tras explosiones en Crimea
Hace cuatro meses, el buque insignia Moskva fue destruido
Vladimir Putin reemplazó al comandante de la Flota del Mar Negro, según los informes, cuatro meses después de que Ucrania hundiera su buque insignia, el Moskva, y días después de que una serie de explosiones sacudiera Crimea.
Se cree que el presidente ruso degradó al almirante Igor Osipov a favor de su exsuplente, Viktor Sokolov, luego de que la flota sufriera una serie de contratiempos, incluido un presunto ataque con aviones no tripulados ucranianos en su base a principios de este mes.
El despido de Osipov, si se confirma, sería uno de los más destacados de la guerra hasta el momento.
La agencia de noticias estatal RIA informó que Sokolov había asistido a una reunión con el consejo militar de la flota en Sebastopol, un puerto en Crimea, la península que Rusia anexó a Ucrania en 2014.
Kyiv ha dicho que la guerra ha llegado a un “punto muerto”.
“Las fuerzas rusas han logrado solo avances mínimos, y en algunos casos hemos avanzado, desde el mes pasado”, mencionó el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych.
El Ministerio de Defensa británico (MoD) señaló el miércoles que los planes de invasión del Kremlin habían sido “socavados” por el hecho de que su armada no pudo ejercer un control total sobre el Mar Negro.
Aunque ha bloqueado durante mucho tiempo los puertos ucranianos, la Flota del Mar Negro generalmente ha seguido una posición “extremadamente defensiva”, manteniéndose por lo regular cerca de la costa de Crimea, explicó el Ministerio de Defensa.
Dado que se considera poco probable un asalto anfibio ruso al puerto ucraniano de Odesa, Ucrania ha podido enviar algunas de sus tropas a otro lugar, agregó.
La mayor pérdida individual de la flota ha sido el Moskva, que se hundió después de ser alcanzado por misiles antibuque Neptune el 14 de abril.
La semana pasada se asestó otro golpe a las fuerzas del Kremlin, cuando aviones rusos fueron destruidos por explosiones en la base aérea de Saky en Crimea, a varios cientos de kilómetros del frente.
En respuesta, Moscú transfirió algunos de sus aviones y helicópteros a aeródromos dentro de Rusia, según la inteligencia militar ucraniana.