Científico del clima de la NASA habla de su emotiva protesta en un edificio de JPMorgan Chase en Los Ángeles
Peter Kalmus formó parte de un grupo de científicos que se encadenaron a un edificio de JPMorgan Chase en Los Ángeles en protesta por la financiación de los combustibles fósiles por parte del banco
Un científico de la NASA que se hizo viral por su llorosa protesta sobre la crisis climática declaró a The Independent que su activismo proviene de un sentimiento de desesperación por “encontrar algo que realmente tenga un impacto y mueva a la gente”.
Peter Kalmus formaba parte de un grupo de científicos detenidos la semana pasada tras encadenarse a un edificio de JPMorgan Chase en Los Ángeles en protesta por la financiación de los combustibles fósiles por parte del banco.
Un vídeo mostraba al científico rompiendo a llorar y suplicando a la gente que escuchara las advertencias urgentes sobre el clima. “Vamos a perderlo todo”, expresó. “Y no estamos bromeando, no estamos mintiendo, no estamos exagerando”.
El Dr. Kalmus, que habló con The Independent a nombre propio y no como empleado de la NASA, también es autor y tiene más de 220.000 seguidores en Twitter. Pero a pesar de su importante plataforma para hablar de la crisis climática, la describió como una “cámara de eco”.
“Creo que es fundamental que el mensaje de la urgencia climática se abra paso en la corriente principal”, dijo, en una entrevista telefónica.
La desobediencia civil se siente como una forma de enfatizar la seriedad de sus convicciones, señaló, utilizando la analogía de una casa que se incendia mientras una familia está desayunando.
Si mencionas casualmente que la casa se está incendiando antes de volver a tomar el café, señaló, “pensarán que estás bromeando, no te tomarán en serio”.
El científico comenta que quiere que el público entienda que la crisis climática es una emergencia causada principalmente por la quema de combustibles fósiles, y que quiere que los líderes dejen de decir que escuchan a los científicos, y que realmente lo hagan.
“Cada día que sigamos expandiendo la industria de los combustibles fósiles y añadiendo más gases de efecto invernadero a la atmósfera, vamos a fijar niveles adicionales de calentamiento en el futuro”, afirma.
“Y eso significa niveles adicionales de muerte y sufrimiento. Así que eso es lo que está en juego”.
La protesta de Los Ángeles formó parte de una oleada de acciones organizadas por Scientist Rebellion, un movimiento mundial de científicos que practican la desobediencia civil para poner de relieve la crisis climática.
Las manifestaciones se produjeron a raíz del último reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, que advirtió que estamos “firmemente encaminados hacia un mundo inhabitable” si las emisiones globales de gases de efecto invernadero no alcanzan su punto máximo en 2025, a más tardar.
En Madrid, los manifestantes arrojaron pintura roja sobre el Congreso de los Diputados. Los científicos también protestaron en el Ministerio de Medio Ambiente de Quito (Ecuador) y en el Ministerio del Clima de Copenhague. En total, más de 1.000 activistas de la Rebelión Científica en 25 países, entre ellos Ruanda, Sierra Leona, Colombia, Malawi, Alemania, Italia y el Reino Unido, participaron en acciones no violentas, y muchos se arriesgaron a ser detenidos.
El Dr. Kalmus afirma que, aunque no tiene planes concretos para futuras protestas, participar en la desobediencia civil climática le hace sentir esperanzado.
“Siento que, por fin, se me empieza a escuchar, probablemente por primera vez”, afirma.