La crisis climática ha provocado la sucesión de ciclones mortales en África, según un estudio
El cambio climático hizo que las lluvias extremas fueran más intensas y probables, según los científicos
Las recientes lluvias extremas en el sureste de África a principios de este año fueron más intensas y dañinas debido a la crisis climática, según los científicos.
En un estudio publicado el lunes, los científicos que forman parte del grupo World Weather Attribution descubrieron que el cambio climático hizo más probables los chubascos destructivos durante las tormentas consecutivas en Madagascar, Malawi y Mozambique a principios de este año.
Entre enero y marzo, el sureste de África se vio afectado por tres ciclones tropicales y dos tormentas tropicales en solo seis semanas, con más de un millón de personas afectadas por lluvias extremas e inundaciones graves, y unas 230 muertes registradas, según el grupo.
Según el reporte, los tres países habían sufrido inundaciones en las semanas anteriores a la tormenta tropical Ana, lo que ha dejado a las comunidades afectadas vulnerables a nuevas precipitaciones. El conflicto en el norte de Mozambique y la sequía en el sur de Madagascar también aumentaron probablemente la vulnerabilidad, según el reporte.
La tormenta tropical Ana y el ciclón Batsirai fueron pronosticados y rastreados, pero la existencia de alertas no garantiza que se reciban y se actúe en consecuencia, dicen los autores del estudio. En algunas zonas, los daños en las infraestructuras de comunicación y las redes eléctricas dificultaron la recepción de las alertas, añadieron.
“Una vez más vemos cómo las personas con menos responsabilidad en el cambio climático son las que más sufren los impactos”, explicó la doctora Friederike Otto, una de las responsables del grupo World Weather Attribution, una colaboración entre científicos del clima y expertos en catástrofes que analiza la influencia del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos. “Los países ricos deben cumplir sus compromisos y aumentar el tan necesario financiamiento para la adaptación, y para compensar a las víctimas de eventos extremos provocados por el cambio climático con pagos por pérdidas y daños”.
La combinación de alta vulnerabilidad y cambio climático provocó pérdidas y daños “devastadores” durante la temporada de ciclones en la región, según tuiteó posteriormente.
Para evaluar el papel del cambio climático en la frecuencia e intensidad de las precipitaciones extremas durante las tormentas, los científicos analizaron las observaciones meteorológicas y las simulaciones por computadora para comparar el clima actual -tras un calentamiento global de aproximadamente 1,2 grados Celsius desde la época preindustrial- con el del pasado.
El análisis se centró en las precipitaciones en Madagascar y en una zona sobre Malawi y Mozambique. En ambos casos, los científicos constataron que las precipitaciones se hicieron más intensas por el cambio climático y que los episodios de lluvias extremas como estos se han hecho más frecuentes.
El hallazgo responde a los conocimientos científicos sobre cómo afecta el cambio climático a las precipitaciones intensas: a medida que la atmósfera se calienta, acumula más agua, lo que aumenta el riesgo de lluvias extremas. Los científicos advierten que, a medida que se emitan más gases de efecto invernadero y las temperaturas sigan aumentando, las lluvias torrenciales serán aún más frecuentes.
Aunque el análisis muestra que el cambio climático hizo que las tormentas fueran más intensas y dañinas, los científicos dijeron que su contribución precisa no podía cuantificarse debido a la ausencia de registros históricos completos de las precipitaciones en la región. El grupo ha llamado a una mayor inversión en estaciones meteorológicas en África que permita un análisis más preciso en el futuro.
Izidine Pinto, un científico del clima de Mozambique que es autor del estudio, dijo que en su país se perdieron muchas estaciones meteorológicas durante la larga guerra civil que terminó en 1992. Aunque el gobierno ha anunciado desde entonces la ambición de construir estaciones meteorológicas en todo el país, estas necesitan financiamiento, añadió.
“En muchos gobiernos no hay financiamiento para la investigación”, dijo el lunes en una conferencia de prensa. “La investigación es muy importante en este caso, por ejemplo, para la atribución, y si tuviéramos suficientes datos de las estaciones, suficientes series temporales, suficientes datos, tendríamos la suficiente confianza para decir en qué medida el cambio climático ha contribuido a este evento en particular”.
En este caso, añadió, los científicos solo pueden decir que el cambio climático ha desempeñado un papel importante en el aumento de estas fuertes precipitaciones en estos tres países.
En 2009, los países desarrollados se comprometieron a aportar US$100.000 millones anuales para ayudar a las naciones en desarrollo a adaptarse al calentamiento global de aquí a 2020. Hasta ahora, el mundo desarrollado no ha cumplido esa promesa. El enviado de EE.UU. para el clima, John Kerry, señaló el mes pasado que creía que los países ricos cumplirían la promesa este año.
Los países vulnerables y en desarrollo también han llamado a los países ricos a compensarles por las “pérdidas y daños” causados por la crisis climática, es decir, los impactos del calentamiento global a los que los países no pueden adaptarse. Se convirtió en un tema candente en la COP26 de Glasgow, pero no se avanzó mucho.
El estudio World Weather Attribution, publicado el lunes, fue realizado por 22 investigadores, entre ellos científicos de Francia, Madagascar, Mozambique, Países Bajos, Nueva Zelanda y Reino Unido.