Policía acusado de disparar contra un hombre que llamó al 911 para pedir ayuda
Isiah Brown recibió diez disparos, supuestamente por un oficial que antes lo llevó a casa
Un elemento adjunto al sheriff de Virginia, Estados Unidos, ha sido acusado por presuntamente disparar unas diez ocasiones en contra de un hombre afroamericano a las afueras de su casa, el cual estaba desarmado.
David Turbyfill fue acusado por un gran jurado de delito grave por el manejo imprudente de un arma de fuego, por disparar con su arma a Isiah Brown. El alguacil adjunto se encuentra de licencia administrativa en la oficina del condado de Spotslvania tras el tiroteo. Una hora antes, el mismo oficial de policía había llevado a casa a la víctima.
Las lesiones de Brown lo llevaron a permanecer en estado crítico en el hospital. “Mi preocupación en este momento es solo que mi hijo regrese vivo a casa”, dijo su madre, Jennifer Brown, posterior al tiroteo.
El tiroteo ocurrió después de que Brown llamó al 911 el 21 de abril. En una llamada grabada que fue lanzada cuatro días después del tiroteo, se le escucha pidiendo a las autoridades que vengan a ayudar en una situación con él y su hermano.
Le dice al operador: "Estoy a punto de matar a mi hermano". Cuando el operador le dice que no haga eso, él dice "está bien". Luego, el operador le pregunta a Brown por qué amenazaría con matar a su hermano, y Brown responde diciendo: "Alguien tiene que venir aquí muy rápido". Brown luego le aclara al operador que no tiene un arma.
La interacción entre Brown y el ayudante del alguacil Turbyfill fue captada por una cámara corporal. Según las imágenes, el oficial de policía tarda 30 segundos en salir de su vehículo para comenzar a disparar. Le pide a Brown que deje caer su arma repetidamente.
"Muéstreme sus manos", grita el ayudante del sheriff Turbyfill. "Muéstrame tus manos. Muéstrame tus manos, ahora. Muéstrame tus manos. Suelta el arma. Tiene una pistola en la cabeza. Suelta el arma ahora. Deja de caminar hacia mí. Deja de caminar hacia mí. Detente. Detente."
El artículo que el alguacil Turbyfill estaba convencido de que era un arma era en realidad el teléfono de Brown, un teléfono fijo inalámbrico. Más tarde se descubrió que Brown no tenía pistola.
David Haynes, el abogado que representa a Brown, emitió una declaración sobre la decisión del gran jurado.
“La vida de Isiah Brown se hizo añicos y cambió para siempre cuando se cruzó con David Turbyfill. Si bien esta acusación no quita el dolor físico de Brown, sí significa una medida de justicia”, dijo.
Si es declarado culpable, el delito tiene una sentencia mínima de cinco años.