Una nueva técnica podría rastrear la ubicación del vuelo perdido MH370 de Malaysia Airlines
Por más extraño que parezca, científicos han sugerido investigar a un crustáceo marino de cuerpo cilíndrico para determinar circunstancias ambientales que podrían dar indicios de los restos de la aeronave
A la 01:21 a.m, hora local de Kuala Lumpur, en Malasia, el vuelo MH370 de Malaysia Airlines desapareció del radar. La aeronave que, se supone llegaría a las 06:30 a.m. de ese mismo día al Aeropuerto Internacional de Beijing, nunca arribó.
Lo que ocurrió después fueron una serie de eventos desafortunados durante su búsqueda. El Gobierno de Malasia emprendió una investigación exhaustiva, plagada de irregularidades, lo cual generó más dudas a la población.
A pesar de que el Gobierno de Australia también se incluyó a las indagatorias, no obtuvo la credibilidad de la población, puesto que no hubo resultados definitorios.
Recientemente, la revista AGU Advances reveló un posible método que ayudaría a desvelar la ubicación de los restos del vuelo MH370 de Malaysia Airlines. Se trata del análisis de la cáscara de percebes, sus circunstancias ambientales, así como la temperatura y condiciones oceánicas que permitieron su crecimiento.
Por más extraño que parezca esta hipótesis, científicos han sugerido investigar al crustáceo marino de cuerpo cilíndrico. Según los expertos, como Gregory Herbert de la Universidad del Sur de Florida, todo surgió tras ver una fotografía de los restos del avión hallado frente a la costa de África, un año después del accidente.
Una parte del ala (flaperon) “estaba cubierto de percebes y, tan pronto como lo vi, comencé a enviar correos electrónicos a los investigadores porque sabía que la geoquímica podría proporcionar pistas sobre la ubicación del accidente”.
Los estudiosos refieren que los percebes cuentan con una cáscara, lo que permite que dichas conchas crezcan todos los días creando capas similares a los anillos de los árboles. Esto presupone que, la química de cada capa, depende de la temperatura del agua que circula al momento de su creación.
En un método que se presume complejo, los científicos experimentaron con percebes vivos para entender su química y registrar, por primera vez, las temperaturas de sus conchas. Después aplicaron el método a percebes recogidos de algunos fragmentos del avión de Malaysia Airlines. Con ello, reconstruirían los registros de temperatura del agua y las especies marinas.
Lo que intentan averiguar los expertos es un patrón de deriva oceánica que indique de donde, presumiblemente, viene el fragmento del vuelo perdido; o al menos dar indicios de su posible recorrido entre las corrientes.
La búsqueda se ha extendido a una zona conocida como “El Séptimo Arco”, un corredor en el Océano Índico ubicado al sur de Perth, en Australia. Debido a que las temperaturas de esa zona son muy cambiantes, los expertos creen que muy pronto podrían revelar la ubicación del avión.