Líbano fija nueva tasa de cambio que devalúa la libra 90%
En el tercer año de una crisis financiera catastrófica, el Banco Central del Líbano fija una nueva tasa de cambio que devaluó la moneda nacional en un 90%, aunque no logró cerrar significativamente la brecha con la altísima tasa del mercado negro
En el tercer año de una crisis financiera catastrófica, el Banco Central del Líbano fijó el miércoles una nueva tasa de cambio que devaluó la moneda nacional en un 90%, aunque no logró cerrar significativamente la brecha con la altísima tasa del mercado negro.
El objetivo de la medida drástica es estabilizar la libra, que se encuentra en caída libre, y eliminar las múltiples tasas de cambio existentes, una condición clave del Fondo Monetario Internacional para otorgar un paquete de rescate.
La nueva tasa fijada el miércoles es de 15.000 libras por dólar, mientras que la anterior era de poco más de 1.500 libras por dólar. Esa tasa fue fijada en 1997 para alentar la confianza de los inversores y frenar la hiperinflación después de 15 años de guerra civil.
Sin embargo, no estaba claro cómo se aplicará la nueva tasa o conciliar la multitud de tasas que existen para los salarios del sector público, los precios de combustibles, las telecomunicaciones y otros servicios.
Muchos temen que provoque un nuevo pico de inflación con alza de los precios de alimentos y otros bienes esenciales, ya que en el pasado las autoridades no han reprimido los aumentos ilegales de precios.
Además, la nueva tasa oficial es enormemente distante de la de 60.000 por dólar del mercado negro, utilizada para la compra y venta de la mayoría de los bienes, ni de la plataforma Sayrafa del Banco Central, de 38.000 a 1, utilizada para ciertas transacciones financieras. Se aplicará a los retiros de fondos de las cuentas en dólares. Los clientes pueden efectuar retiros de sus cuentas de ahorro en dólares, pero solo en la moneda local y a una tasa de cambio muy inferior a la del mercado.
El boom económico inicial después de los años de guerra civil se vio erosionado por los conflictos, la parálisis política y la corrupción, y las maniobras financieras que mantuvieron la tasa de cambio artificialmente baja durante años acabaron por derrumbarse. Para fines de 2019, el país cayó en una espiral descendente, una crisis económica sin precedentes que hundió a tres de cada cuatro libaneses en la pobreza.
El Banco Central y Ministerio de Hacienda anunciaron la decisión de devaluar oficialmente la moneda en setiembre.
La unificación de la moneda figura en la lista de reformas exigidas por el FMI para otorgar un paquete de rescate aprobado tentativamente en abril de 2022.