Empleadores de EEUU reducen contrataciones mientras Trump impulsa su agenda comercial
La contratación en Estados Unidos se desacelera drásticamente, mientras las erráticas y radicales políticas comerciales del presidente Donald Trump paralizan a las empresas y generan dudas sobre las perspectivas de la economía más grande del mundo.
El Departamento de Trabajo informó el viernes que los empleadores en Estados Unidos añadieron solo 73.000 empleos el mes pasado, muy por debajo de los 115.000 que los pronosticadores habían esperado.
Peor aún, las revisiones eliminaron un asombroso total de 258.000 empleos de las nóminas de mayo y junio. Y la tasa de desempleo subió al 4,2%, ya que los estadounidenses abandonaron la fuerza laboral y el número de desempleados aumentó en 221.000.
“Parece que se está produciendo un notable deterioro en las condiciones del mercado laboral en Estados Unidos”, afirmó Scott Anderson, economista en jefe de Estados Unidos en BMO Capital Markets. “Hemos pronosticado esto desde que estalló la guerra de aranceles y comercio esta primavera y se impusieron restricciones migratorias más estrictas. En general, este informe destaca el riesgo de un aterrizaje más duro para el mercado laboral”.
Los economistas han advertido que la ruptura con cada socio comercial de Estados Unidos comenzará a hacerse evidente este verano, y el informe de empleos del viernes parece haber dado la señal de alarma.
“Finalmente estamos en el ojo del huracán”, señaló Daniel Zhao, economista jefe de Glassdoor. “Tras meses de señales de advertencia, el informe de empleos de julio confirma que la desaceleración no solo se acerca, sino que ya está aquí”.
Los mercados estadounidenses retrocedieron y el informe de empleos hizo que el Dow Jones cayera más de 600 puntos al inicio de la jornada del viernes.
Las revelaciones en los nuevos datos plantean preguntas sobre la salud del mercado laboral y de la economía, mientras Trump impulsa una reforma poco ortodoxa de la política comercial estadounidense.
El mandatario ha desechado décadas de política estadounidense que favorecían menos barreras y un comercio cada vez más libre. En su lugar, ha impuesto fuertes gravámenes a las importaciones, conocidos como aranceles, sobre productos de casi todos los países del mundo. Trump cree que esos impuestos traerán de vuelta la fabricación a Estados Unidos y recaudarán fondos para pagar los enormes recortes de impuestos que firmó el 4 de julio.
La mayoría de los economistas dicen que el costo de los aranceles se trasladará a los estadounidenses, tanto a las empresas como a los hogares. Eso ya ha comenzado a suceder, ya que las grandes empresas del país, desde Walmart hasta Procter & Gamble, el fabricante de pasta de dientes, detergente y papel higiénico, han anunciado aumentos de precios.
Trump también ha sembrado incertidumbre con la forma errática en que ha implementado los aranceles —anunciándolos, luego suspendiéndolos, y luego proponiendo otros nuevos. Durante la noche, el mandatario firmó una orden ejecutiva donde impuso nuevos aranceles a una amplia gama de socios comerciales de Estados Unidos, los cuales entrarán en vigor el 7 de agosto, y que se produjo después de una serie de acciones inesperadas relacionadas con los gravámenes esta semana.
“Hubo un efecto claro, significativo e inmediato de los aranceles en el mercado laboral, y el crecimiento del empleo esencialmente se estancó, ya que enfrentábamos una gran incertidumbre sobre las perspectivas para la economía y los aranceles”, afirmó Blerina Uruci, economista en jefe de Estados Unidos para la correduría T. Rowe Price.
Aun así, señaló que los datos sugieren que podríamos haber pasado lo peor, ya que la contratación en realidad aumentó un poco en julio con respecto a los niveles revisados y reducidos de mayo y junio.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.