Director general de Boeing defiende historial de seguridad de la compañía ante el Congreso de EEUU
Los legisladores de Estados Unidos interrogaron el martes al CEO de Boeing sobre los planes de la compañía para arreglar sus problemas de fabricación y sobre su disposición a prestar atención a las denuncias que se hacen internamente, mientras los familiares de las personas que murieron en dos accidentes de los aviones 737 Max se encontraban en la sala para recordarle lo que estaba en juego.
El director general de Boeing, David Calhoun, compareció ante una subcomisión de investigaciones del Senado, que es presidida por el senador Richard Blumenthal, quien es crítico de Boeing. Blumenthal dio comienzo a la audiencia reconociendo a los familiares de las víctimas de los incidentes y a la familia de un denunciante de Boeing que murió hace unos meses.
“Esta audiencia es un momento de hacer balance”, comentó el senador. “Se trata de una compañía, que alguna vez fue icónica, que de alguna manera perdió el rumbo”.
La comparecencia de Calhoun fue la primera ante el Congreso por parte de un director de alto rango de Boeing desde que un panel salió volando de un avión 737 Max durante un vuelo de Alaska Airlines en enero. Ninguna persona resultó herida de gravedad en el incidente, pero planteó nuevas preocupaciones sobre el avión más vendido de la compañía.
Calhoun se sentó a la mesa de testigos y jugueteó con sus gafas mientras Blumenthal hablaba. El senador Ron Johnson agradeció al director general que viniera a enfrentarse a “preguntas difíciles”. Antes de dar su declaración de apertura preparada, Calhoun se puso de pie y encaró a los miembros de la audiencia que sostenían fotos tamaño póster de algunas de las 346 personas que murieron en los accidentes de 2018 y 2019.
“Pido disculpas por el dolor que hemos causado”, dijo.
Los senadores preguntaron a Calhoun si Boeing tomaba represalias contra los empleados que informaban de sus preocupaciones y si alguna vez había hablado directamente con algún denunciante. Respondió que no lo había hecho pero que lo haría.
La pregunta más dura fue la del senador republicano Josh Hawley, que preguntó repetidamente a Calhoun qué había hecho para merecer su salario. Calhoun, que ha dicho que planea jubilarse a finales de año, ganó 32,8 millones de dólares en compensación el año pasado.
“Está centrado exactamente en aquello para lo que fue contratado, que es recortar gastos. Está eliminando procedimientos de seguridad. Usted está fastidiando a sus empleados. Está recortando puestos de trabajo porque está tratando de exprimir cada pedazo de ganancia que pueda de esta empresa”, señaló Hawley, levantando la voz.
A la pregunta de Hawley de por qué no había renunciado, Calhoun respondió: “Senador, voy a seguir con esto. Estoy orgulloso de haber aceptado el trabajo. Estoy orgulloso de nuestro historial de seguridad. Y estoy muy orgulloso de nuestra gente de Boeing”.