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La OTAN envía más aviones de combate y barcos a Europa del Este mientras crece el temor a la guerra

Se produce cuando EE.UU. y el Reino Unido han comenzado a trasladar personal de sus embajadas en Kiev

Thomas Kingsley
Lunes, 24 de enero de 2022 13:05 EST
Tensiones entre Ucrania y Rusia: la OTAN envía aviones y barcos a Europa del Este
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La OTAN asegura que va a enviar más barcos y aviones de combate a Europa del Este ante el temor de una inminente invasión rusa de Ucrania.

El Secretario General, Jens Stoltenberg, señaló que la OTAN tomaría “todas las medidas necesarias” para proteger y defender a sus aliados.

“Siempre responderemos a cualquier deterioro de nuestro entorno de seguridad, incluso reforzando nuestra defensa colectiva”, aseveró Stoltenberg.

Para reforzar la presencia de la OTAN en Europa del Este, los aliados han anunciado varios despliegues en apoyo de Ucrania. Dinamarca va a enviar un buque de guerra al Mar Báltico y va a desplegar cuatro aviones caza F-16 en Lituania para apoyar la misión de policía aérea que la OTAN lleva a cabo desde hace tiempo en la región.

España está enviando barcos para unirse a las fuerzas navales de la OTAN y está considerando enviar aviones de combate a Bulgaria. Francia también está dispuesta a enviar tropas a Rumanía a las órdenes de la OTAN, y los Países Bajos enviarán dos aviones de combate F-35 a Bulgaria a partir de abril para apoyar las actividades de policía aérea de la OTAN en la región.

Y los países más cercanos a Rusia -Estonia, Letonia y Lituania- han confirmado que planean enviar a Ucrania misiles antitanque y antiaéreos de fabricación estadounidense.

Estados Unidos también ha dejado claro que está estudiando la posibilidad de aumentar su presencia militar en la parte oriental de la Alianza, y de trasladar hacia el este algunas de sus tropas estacionadas en Europa occidental.

La Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden mantendría el lunes una videollamada con los líderes europeos sobre la amenaza de guerra en Ucrania.

El último anuncio de la OTAN fue denunciado por Rusia. El viceministro de Asuntos Exteriores, Alexander Grushko, acusó a la alianza de “demonizar a Rusia” y de utilizar “amenazas y presiones militares”.

Rusia ha concentrado unos 100.000 soldados cerca de las fronteras de Ucrania y exige a la OTAN que prometa que nunca permitirá a Kiev entrar en la organización, pero niega que esté planeando una invasión.

El anuncio se produjo en otro día de tensión diplomática en las capitales de todo el mundo, ante el temor de que Europa pueda estar al borde de un conflicto catastrófico.

El Reino Unido y EE.UU. anunciaron el traslado de parte del personal y sus familias de sus embajadas en la capital ucraniana, Kiev, por el creciente temor a una guerra. El primer ministro británico, Boris Johnson, que lucha por salvar su vida política, advirtió al líder ruso, Vladmir Putin, que una invasión de Ucrania sería “desastrosa”, un “asunto doloroso, violento y sangriento” y advirtió que podría ser una “nueva Chechenia”.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, subrayó que la decisión estadounidense era “un paso prematuro” y una señal de “excesiva precaución”. Indicó que Rusia está sembrando el pánico para desestabilizar a Ucrania.

La Unión Europea, por su parte, ha intensificado los preparativos para las sanciones y ha advertido de que “cualquier nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania tendrá enormes consecuencias y un gran costo”.

Por otra parte, también se comprometió a aumentar el apoyo financiero a la asediada Ucrania, prometiendo impulsar un paquete especial de €1.200 millones (US$1.356 millones) en préstamos y subvenciones lo antes posible. Sin embargo, por ahora mantiene al personal de la embajada en la capital ucraniana.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, expresó que la OTAN y Washington eran las razones de la escalada de tensiones, “no por lo que nosotros, Rusia, estamos haciendo”.

Un militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania acaricia a un perro en un refugio en la línea de frente con los separatistas apoyados por Rusia

Occidente también vigila con nerviosismo los movimientos de las tropas rusas y los juegos de guerra en Bielorrusia por si hubiera algún indicio de que una nueva invasión de Ucrania es inminente. Rusia ya ha invadido Ucrania una vez, al anexarse la península de Crimea en 2014. Moscú también ha apoyado a los separatistas ucranianos prorrusos que luchan contra el gobierno de Kiev en la región de Donbass. Los combates en el este de Ucrania han causado la muerte de alrededor de 14.000 personas y aún siguen latentes.

El ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Coveney, mencionó que informaría a sus homólogos de que Rusia planea celebrar juegos de guerra a 240 kilómetros (150 millas) de la costa suroeste de Irlanda, en aguas internacionales pero dentro de la zona económica exclusiva de Irlanda. “No es el momento de aumentar la actividad militar y la tensión en el contexto de lo que está sucediendo con y en Ucrania”. dijo Coveney. “El hecho de que hayan elegido hacerlo en las fronteras occidentales, si se quiere, de la UE, frente a la costa irlandesa, es algo que, en nuestra opinión, simplemente no es bienvenido”.

Sin embargo, se han planteado dudas sobre el grado de unidad del enfoque de la UE respecto a Rusia. Los diversos intereses políticos, empresariales y energéticos han dividido durante mucho tiempo al bloque de 27 países en su acercamiento a Moscú. Alrededor del 40 por ciento de las importaciones de gas natural de la UE proceden de Rusia, en gran parte a través de gasoductos que atraviesan Ucrania, y muchos temen que se les corte el suministro en invierno, cuando los precios de la energía se disparan.

El lunes, Hungría manifesó que no quería “una nueva guerra fría” en Europa y que apoyaba todos los esfuerzos diplomáticos para evitar la guerra.

Las dos principales potencias de la UE -Francia y Alemania- parecen más cautelosas. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha vuelto a rechazar las peticiones de una cumbre con Putin.

A última hora del sábado, el jefe de la marina alemana, el vicealmirante Kay-Achim Schoenbach, dimitió tras ser criticado por decir que Ucrania no recuperaría la península de Crimea y por sugerir que Putin merece “respeto”.

El fin de semana, Gran Bretaña dijo que Rusia estaba tratando de instalar un gobierno títere en Ucrania, encabezado por un hombre llamado Yevhen Murayev.

Murayev negó la afirmación y declaró a The Independent que se trataba de una “fantasía absurda pero muy perjudicial”.

Vadym Prystaiko, embajador de Ucrania en el Reino Unido, afirmó que una invasión rusa es “muy probable”, pero señaló que “todavía hay espacio para la resolución diplomática”.

Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia acusó al Reino Unido de hacer circular “desinformación”, y pidió al Ministerio de Asuntos Exteriores que “cese estas actividades provocadoras” y “deje de difundir tonterías”.

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