Tribunal de Moscú rechaza apelación de líder opositor Navalny, pese a la orden de la UE de dejarlo en libertad
Navalny, de 44 años, un activista anticorrupción y el crítico más acérrimo del presidente Vladimir Putin, apeló la condena y pidió su liberación
Un tribunal de Moscú rechazó el sábado el recurso presentado por el líder opositor Alexei Navalny contra su sentencia de prisión, a pesar de la orden de un alto tribunal europeo de derechos humanos para dejar libre al enemigo más destacado del Kremlin.
En una intervención antes del fallo, Navalny instó a los rusos a enfrentarse al Kremlin en un encendido discurso que mezcló referencias a la Biblia y a Harry Potter.
A principios de mes, una corte de primera instancia sentenció a Navalny a dos años y ocho meses de cárcel por violar los términos de su libertad condicional mientras se recuperaba en Alemania de un envenenamiento con una neurotoxina del que él culpa a Moscú. Las autoridades rusas rechazan la acusación.
Navalny, de 44 años, un activista anticorrupción y el crítico más acérrimo del presidente Vladimir Putin, apeló la condena y pidió su liberación. El juez del tribunal moscovita redujo la pena a poco más de dos años y medio el sábado, alegando que el mes y medio que pasó bajo arresto domiciliario a principios de 2015 debían deducirse de la sentencia.
El arresto y encarcelamiento de Navalny han provocado una enorme ola de protestas en todo el país. Las autoridades respondieron con una fuerte represión y detuvieron a unas 11.000 personas, muchas de las cuales fueron sancionadas con multas o penas de 7 a 15 días de cárcel.
En sus palabras ante la corte, Navalny recurrió a la Biblia, a la saga de libros de Harry Potter y a la comedia animada “Rick and Morty” para animar a los rusos a resistir la presión de las autoridades y a desafiar al Kremlin para construir un país más justo y próspero.
“La tarea del gobierno es asustarlos y convencerlos entonces de que están solos”, afirmó. “Nuestro Voldemort en su palacio también quiere que yo me sienta aislado”, agregó en referencia a Putin.
“Vivir es arriesgarlo todo (...) De lo contrario, eres solo un trozo inerte de moléculas ensambladas al azar, a la deriva a dondequiera que el universo te lleve”, continuó.
Navalny se dirigió también al juez y al fiscal, apuntando que podrían tener una vida mucho mejor en una nueva Rusia.
“Solo imaginen lo maravillosa que sería la vida sin mentiras constantes”, dijo. “Imaginen lo genial que sería trabajar como juez cuando nadie puede llamarle y darle instrucciones sobre los veredictos a emitir”.
El opositor insistió en que no pudo presentarse ante las autoridades como requerían los términos de su libertad condicional porque estaba convaleciente en Alemania tras su envenenamiento, e hizo hincapié en que regresó al país tan pronto como su salud se lo permitió.
“No me estaba escondiendo”, afirmó. “El mundo entero sabía dónde estaba”.
Rusia ha rechazado las críticas de Occidente por el arresto del opositor y la represión posterior calificándolas de intromisión en sus asuntos internos.
En un fallo el martes, la Corte Europea de Derechos Humanos ordenó al gobierno ruso que dejase libre a Navalny por “la naturaleza y el alcance del riesgo para la vida del solicitante”. El tribunal, con sede en Estrasburgo, señaló además que Navalny ha disputado el argumento ruso de que se tomaron las medidas suficientes para proteger su vida y su bienestar tras detención luego del ataque con la neurotoxina.
El Kremlin rechazó el pedido de la corte y calificó el dictamen de ilegal y de intromisión “inadmisible” en los asuntos del país.
Más tarde el sábado, Navalny regresó a la corte para otro proceso por cargos de difamación a un veterano de la Segunda Guerra Mundial. La fiscalía pidió al juez que le imponga una multa de 950.000 rublos (unos 13.000 dólares).