UE pausa diálogo sobre migración por el veto de Polonia y Hungría a los progresos
Los líderes de la UE suspenden las conversaciones sobre migración ante el bloqueo de Polonia y Hungría a los avances, luego de perder una votación a principios de mes sobre un plan para repartir a los migrantes que llegan a Europa entre los 27 estados miembro
Los líderes de la Unión Europea suspendieron las conversaciones sobre migración a primera hora del viernes ante el bloqueo de Polonia y Hungría a los avances, luego de perder una votación a principios de mes sobre un plan para repartir a los migrantes que llegan a Europa entre los 27 estados miembro.
Pocos mandatarios hablaron con reportaros a su salida de la cumbre tras unas conversaciones que se prolongaron hasta bien entrada la noche. El primer ministro belga, Alexander DeCroo, puso cara de circunstancias tras lo que describió como una discusión “bastante difícil”. Polonia y Hungría se negaron a respaldar el comunicado de la cumbre, que requiere unanimidad.
“Hay dos opciones: o seguimos adelante o nos rendimos y decimos que no habrá comunicado de la cumbre, nada. Pero hay una clara voluntad de intentarlo entre la gran mayoría de los países", afirmó DeCroo. El diálogo se reanudará más tarde el viernes.
Antes de la cumbre, el primer ministro de Polonia había insistido en que no se forzaría a su país a aceptar las normas comunitarias sobre migración, y se comprometió a vetar cualquier iniciativa que pudiese obligar a los socios a acoger refugiados.
“Hay un ataque a Europa en marcha. Las fronteras de Europa no son seguras. Está en juego la seguridad de los habitantes de nuestro continente”, dijo el mandatario, Mateusz Morawiecki, en una declaración en video, añadiendo que propondría “un plan de fronteras seguras” a sus homólogos.
A principios de mes, los países del bloque avanzaron en la reforma de la ley de asilo al acordar un plan para compartir la responsabilidad por los migrantes que entran a Europa sin autorización. Esta cuestión es la raíz de una de las crisis políticas más prolongadas de la institución.
El acuerdo compensa la obligación de los países donde se registran más llegadas de migrantes de recibirlos y alojarlos, con el requisito de que otros miembros les brinden apoyo, ya sea financiero o acogiendo a refugiados. Los países que se nieguen a recibir a migrantes podrían pagar 20.000 euros (21.400 dólares) por persona a cambio.
El plan fue aprobado por una mayoría cualificada de dos tercios, con los votos en contra de Polonia y Hungría, cuyo objetivo en la cumbre era cuestionar la validez legal de la decisión.
Polonia y Hungría, junto a República Checa, se negaron a aceptar las cuotas de migrantes impuestas apresuradamente por la UE en 2015, cuando más de un millón de personas, principalmente sirios que huían de la guerra, entraron a Europa. El máximo tribunal del bloque sentenció en 2020 que no habían respetado las leyes del bloque.
El número de personas que tratan de entrar a la UE sin autorización va en aumento. Frontex, la agencia fronteriza comunitaria, dijo que entre enero y mayo se registraron 50.300 intentos, más del doble que en el mismo período del año pasado y la cifra más alta desde 2017. Pero el dato es ínfimo comparado con las llegadas a Turquía, Líbano o Jordania.
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La periodista de The Associated Press Vanessa Gera en Warsovia, Polonia, contribuyó a este despacho.