Rusia cortará el suministro de gas natural a Finlandia días después de que Helsinki solicitara su ingreso en la OTAN
La compañía energética finlandesa Gasum asevera que los clientes no se verán afectados
Rusia dejará de exportar gas natural a Finlandia a partir del sábado, apenas dos días después de que Helsinki solicitara su ingreso en la OTAN en respuesta a los problemas de seguridad provocados por la invasión de Ucrania por parte del Kremlin.
Gazprom, el gigante energético estatal ruso, confirmó el viernes la medida a la empresa finlandesa Gasum.
Se espera que Rusia corte el suministro hacia las 4 de la madrugada del sábado.
Moscú dijo que tomó la decisión porque Finlandia se había negado a pagar el gas en rublos, algo que el régimen de Putin exigió tras la imposición de sanciones occidentales.
Sin embargo, la congelación de las exportaciones, que se produce después de que Rusia dejara de suministrar gas a Bulgaria y Polonia, está probablemente relacionada con la candidatura de Finlandia a la OTAN.
Aunque Finlandia utiliza principalmente gas de origen ruso, solo representa un pequeño porcentaje de su consumo total de energía.
Gasum ya ha indicado que satisfará la demanda a través del gasoducto Balticconnector de Finlandia con Estonia.
En respuesta al desarrollo del gas ruso, Mika Wiljanen, director general de la empresa, declaró: “Es muy lamentable que el suministro de gas natural en virtud de nuestro contrato de abastecimiento vaya a interrumpirse”.
“Sin embargo, nos hemos preparado cuidadosamente para esta situación y, siempre que no haya interrupciones en la red de transporte de gas, podremos suministrar gas a todos nuestros clientes en los próximos meses”.
Otras empresas finlandesas, como Stora Enso, fabricante de papel y pasta de papel, también han hecho ya planes de contingencia. La firma señaló que ahora se abastece de GNL (gas natural licuado) en lugar de gas ruso.
Este combustible representa alrededor del 5 por ciento del gas de Finlandia.
En un principio, Rusia respondió con dureza a la decisión de Finlandia y Suecia de solicitar su ingreso en la OTAN, amenazando con graves repercusiones. Más tarde moderó su respuesta, y el presidente ruso Vladimir Putin declaró que su adhesión a la OTAN no supondría “ninguna amenaza inmediata” para su país.
“Pero la expansión de la infraestructura militar en este territorio provocaría sin duda nuestra respuesta”, añadió.