Rusia anuncia maniobras nucleares tras un tenso cruce de declaraciones con funcionarios occidentales
Rusia tiene previsto celebrar maniobras que simulen el empleo de armas nucleares tácticas, según anunció el lunes el Ministerio de Defensa, unos días después de que el Kremlin reaccionara con indignación a declaraciones de funcionarios occidentales de alto nivel sobre la guerra en Ucrania.
Los ejercicios responden a “las provocadoras declaraciones y amenazas de ciertos funcionarios occidentales sobre la Federación Rusa”, indicó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Es la primera vez que Rusia anuncia públicamente simulacros de armas nucleares tácticas, aunque sus fuerzas estratégicas nucleares hacen maniobras de forma regular. Las armas nucleares tácticas tienen una potencia más baja que las enormes ojivas que utilizan los misiles balísticos intercontinentales diseñados para destruir ciudades enteras.
El anuncio parecía ser una advertencia a los aliados occidentales de Ucrania para que no se impliquen más en la guerra iniciada hace más de dos años. Algunos de los aliados occidentales de Ucrania han expresado sus reparos sobre avivar la guerra, entre preocupaciones a que la violencia pueda expandirse más allá de Ucrania y convertirse entre la OTAN y Rusia.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reiteró la semana pasada que no descarta enviar tropas a Ucrania, y el secretario británico de Exteriores, David Cameron, dijo que las fuerzas de Kiev podrán utilizar armas británicas de largo alcance para golpear objetivos dentro de Rusia. El Kremlin tachó esas declaraciones de peligrosas, en un incremento de las tensiones entre Rusia y la OTAN.
La guerra ya ha supuesto una presión considerable para las relaciones entre Moscú y Occidente.
Entre las armas nucleares tácticas hay bombas aéreas, cabezas nucleares para misiles de corto alcance y municiones de artillería diseñadas para su uso en el campo de batalla.
El ministerio dijo que el ejercicio pretendía “incrementar la preparación de las fuerzas nucleares no estratégicas para ejecutar tareas de combate”, y se celebraría por orden del presidente, Vladímir Putin. En las maniobras participarán unidades de misiles del Distrito Militar Sur junto con la fuerza aérea y la armada, señaló.
Mientras tanto, drones ucranianos golpearon el lunes dos vehículos en la región rusa de Belgorod y mataron a seis personas e hirieron a 35, incluidos dos niños, según las autoridades locales, en una zona que ha sido un blanco habitual de las fuerzas de Kiev en los últimos meses.
Uno de los vehículos era un minibús que llevaba a trabajadores agrícolas, indicó el gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov.
En un primer momento no había otros detalles disponibles y no era posible confirmar de forma independiente el reporte de la región fronteriza.
Aunque el ejército ucraniano está en su mayor parte paralizado a lo largo de los 1.000 kilómetros (600 millas) del frente debido a la falta de tropas y munición tras más de dos años de combates, ha recurrido a su potencia de fuego de largo alcance para atacar objetivos dentro de Rusia. El objetivo parece ser interferir con la logística de guerra rusa al golpear depósitos y refinerías de crudo, así como sembrar inquietud en las regiones fronterizas rusas.
La región de Belgorod fue una base para la invasión rusa de gran escala sobre Ucrania en febrero de 2022. Ha recibido ataques regulares desde que las tropas rusas se retiraron allí desde el nordeste de Ucrania al inicio de la guerra tras una contraofensiva de Kiev.
En lo que se ha convertido en gran parte en una guerra de desgaste, Rusia también ha dependido mucho de los misiles de largo alcance, la artillería y los drones para causar daños a Ucrania.
A finales del año pasado, las autoridades en Belgorod informaron de 25 muertos, incluidos cinco niños, y más de 100 heridos en un ataque ucraniano, y el fuego de cohetes y drones ha continuado de forma habitual desde entonces. La zona se puede atacar con armas relativamente sencillas y móviles como lanzacohetes múltiples desde bosques en el lado ucraniano.
Las autoridades rusas dijeron en marzo que tenían previsto evacuar a unos 9.000 niños de la zona debido al fuego continuado de proyectiles, después de que Putin dijera que quería crear un espacio de separación para proteger las regiones fronterizas.