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Pequeñas empresas extranjeras luchan por sobrevivir tras el fin de la exención de aranceles en EEUU

Mae Anderson
Miércoles, 26 de noviembre de 2025 12:33 EST
EEUU ARANCELES NEGOCIOS
EEUU ARANCELES NEGOCIOS (AP)

En Fleece & Harmony, una fábrica de lana y tienda de ovillos de lana en la pintoresca Belfast, situada en la isla del Príncipe Eduardo, Canadá, la propietaria Kim Doherty solía enviar madejas de lana a clientes estadounidenses al otro lado de la frontera sin mayores problemas.

Los pedidos de madejas solían estar exentos de impuestos de importación para paquetes con un valor inferior a 800 dólares, lo que significaba que podían importarse sin pagar aranceles y evitar el proceso aduanero.

Pero desde el 29 de agosto, cuando el gobierno del presidente Donald Trump eliminó la exención, el costo de enviar madejas a sus clientes estadounidenses se ha disparado. La factura de un ovillo de lana de 21 dólares ahora incluye entre 12 y 15 dólares en comisiones de corretaje que cobra UPS, su transportista, además de impuestos estatales y un arancel del 6,5%, lo cual casi duplica sus costos.

“Tuvimos pedidos que llegaron a los clientes y están en shock por el hecho de que tienen que pagar”, dijo. “Y es sorprendente cuánta gente de verdad no sabía cuál iba a ser el impacto”.

Eliminar la llamada exención de minimis —bienes de bajo valor que podían importarse exentos de aranceles u otros impuestos— tenía como objetivo frenar el narcotráfico y evitar que productos de baja calidad de vendedores de descuento como Temu y Shein inundaran el mercado estadounidense.

Pero con el inicio de la importante temporada anual de compras de fin de año, esto afecta a pequeñas empresas y a sus compradores, quienes ahora enfrentan costos más altos.

Chad Lundquist, de Fort Lauderdale, Florida, pidió aceite aromático en un sitio web llamado Oil Perfumery en octubre, pero no sabía que la empresa tiene su sede en Toronto, Canadá. Su total fue de 35,75 dólares, que incluía una tarifa de envío estándar de 8 dólares. Pero cuando su paquete llegó, recibió una factura de 10,80 dólares de FedEx.

“No valió la pena pagar un arancel de 10 dólares por una compra de 27 dólares”, dijo Lundquist. Oil Perfumery no respondió a una solicitud de comentarios.

Él no es el único comprador inquieto. Tres meses después del fin de la exención, los vendedores extranjeros reportan caídas drásticas en sus ventas en Estados Unidos. Algunos pagan los aranceles ellos mismos en lugar de traspasarlos a los consumidores. También intentan enfocarse en los clientes nacionales para reemplazar a los estadounidenses, y ajustar sus líneas de productos para resaltar los artículos más vendidos en un intento por impulsar sus ventas.

Martha Keith, fundadora de la marca británica de papelería fina Martha Brook, con sede en Londres y con una pequeña oficina en Melbourne, Australia, dijo que las ventas en Estados Unidos de su tienda en el sitio web Etsy —su principal canal de comercio electrónico, además de su propio sitio web— aumentaron un 50% durante el año anterior al fin de la exención. No obstante, las ventas cayeron drásticamente cuando entraron en vigor los aranceles y continúan en declive, a pesar de que ella misma paga los impuestos de importación y las tasas aduaneras para que los clientes no se vean afectados. Las ventas han bajado aproximadamente un 30% en este periodo de un año en comparación con el anterior.

“El problema parece ser que la confianza de los clientes afecta su deseo de realizar pedidos a empresas fuera de Estados Unidos debido a la confusión sobre cómo los afectarán los aranceles”, dijo Keith.

También está en problemas porque vendió un calendario de Adviento de papelería fina de 109 libras esterlinas (144 dólares) a unos 200 clientes estadounidenses antes de la entrada en vigor de los aranceles, y ahora tiene que enviarlos. El envío y los aranceles costarán un total de 25 libras esterlinas (33 dólares), lo que significa que Keith tendrá que encontrar 5.750 libras esterlinas adicionales (7.590 dólares) para cubrir el envío de los calendarios de Adviento ya vendidos.

“Todo esto ha sido una pesadilla para empresas como la nuestra, y una verdadera lástima, ya que el mercado estadounidense era un área de crecimiento muy valiosa para nosotros, especialmente a través de Etsy”, agregó.

El momento fue particularmente malo para Sue Bacarro, quien, junto con su hermana, es copropietaria de Digi Wildflowers, una tienda en Etsy que vende mantas bordadas para bebé, regalos y colchas personalizadas para bodas y aniversarios, ubicada al otro lado de la frontera con Detroit, en Windsor, Ontario.

Antes del anuncio de que la exención de minimis sería eliminada, realizaron un pedido grande de inventario para prepararse para la temporada navideña y la demanda de principios de 2026. Pero cuando la exención terminó, “el inventario no se movía como se esperaba y sospechábamos que los clientes dudaban en comprar debido a los posibles impuestos de importación”, dijo Bacarro.

Las ventas —70% de las cuales provienen de estadounidenses—, finalmente comenzaron a repuntar cuando Digi Wildflowers agregó un banner prominente en su sitio web que decía: “los aranceles de importación a Estados Unidos corren por nuestra cuenta”.

“De cara a esta temporada navideña, mantenemos ese mensaje en primer plano a través de banners, redes sociales y comunicación directa”, añadió Bacarro, quien además expande su línea de productos.

Pero no todas las empresas pueden, o quieren, pagar la cuenta de los aranceles.

Kim Doherty, quien dirige la fábrica de lana en la isla del Príncipe Eduardo, no planea pagar los aranceles ni los cargos de sus clientes.

“No estoy en condiciones, como pequeña empresaria, de hacer eso. Los márgenes de utilidad ya son bastante reducidos”, expuso Doherty, y agregó que, “por principio”, no debería tener que hacerlo.

En este momento, sus envíos a clientes estadounidenses representan aproximadamente el 10% de lo que eran. Así que trabaja para ampliar su oferta de hilos de lana a clientes canadienses en su tienda física y en festivales de fibras.

“Ya veremos qué pasa”, dijo. “Estoy bastante segura de que mis clientes estadounidenses compraban sin siquiera pensarlo, pero ahora evaluarán las compras que realizan, sabiendo que tendrán que pagar cargos adicionales sobre lo que vean”.

Algunos negocios de Etsy se han visto obstaculizados por la suspensión temporal de las entregas a Estados Unidos por parte de los servicios postales internacionales debido a la confusión en torno al fin de la exención de minimis.

El negocio de Selene Pierangelini, Apricot Rain Creations, con sede en Brisbane, Australia, que vende cristales, velas y productos de bienestar espiritual en Etsy, dependía del servicio postal Australia Post para realizar entregas a clientes estadounidenses. Más de tres cuartas partes de su base de clientes proviene de Estados Unidos. Australia Post suspendió su servicio a ese país durante aproximadamente un mes, y lo reanudó el 22 de septiembre.

Cambió temporalmente a FedEx y UPS, empresas privadas de envíos que son más caras que Australia Post. Desde que se reanudó el servicio, Australia Post trabaja con Zonos, un proveedor de tecnología para envíos transfronterizos, para ofrecer una calculadora de envíos que le permite prepagar los aranceles y las tarifas. Y por ese servicio ellos cobran una tarifa de 1,69 dólares más el 10% del arancel total.

Hasta ahora, los artículos que envía desde Australia han tenido un arancel del 10%, el impuesto de importación base del país. Aumentó sus costos de envío para ayudar a cubrir el gasto. Es manejable, pero complicado, dijo.

“No sabes realmente cuánto será (el costo) hasta que el paquete pasa por la aduana en Estados Unidos y recibes una factura que se paga automáticamente de tu cuenta”, apuntó.

Y sus ventas no se han recuperado. Antes de los aranceles, sus ventas a Estados Unidos representaban aproximadamente el 85% de sus ventas totales, y ahora rondan el 35%. Tiene la esperanza de que la gente solo esté en espera de las ofertas de la temporada de compras de fin de año: el Black Friday (Viernes Negro) y el Cyber Monday (Ciberlunes, enfocado en tecnología).

Mientras tanto, ha reanudado las ventas a Europa, que había suspendido en 2024 debido al aumento en las regulaciones. Además, ha lanzado una campaña de mercadotecnia en Facebook y explora servicios de impresión bajo demanda de proveedores estadounidenses para la producción y la entrega de pedidos.

“Esta situación resalta la fragilidad de las pequeñas empresas cuando dependen de un solo mercado”, dijo Pierangelini. “Si bien ha sido un shock, también me ha impulsado a diversificarme, algo que espero que fortalezca y haga más resiliente mi negocio a largo plazo”.

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