Central de Servicios Antidrogas de Italia detecta evolución de cárteles de la droga mexicanos
Un reporte del Departamento de Seguridad Pública del Ministerio del Interior reveló que las bandas del crimen organizado han diversificado sus actividades ilícitas como consecuencia de los impactos generados por la pandemia del covid-19.
Como si se tratara de un proceso de metamorfosis, los cárteles de la droga mexicanos han cambiado de forma y se han adaptado a las condiciones globales. Mientras los animales cambian de cuerpo o de hábitat, las organizaciones criminales se posicionan en nuevos territorios y extienden su ‘modus operandi’ hacia otros delitos.
Así lo confirma la Dirección Central de Servicios Antidrogas de Italia en un reporte presentado por el Departamento de Seguridad Pública del Ministerio del Interior, en el que apunta que las bandas del crimen organizado han diversificado sus actividades ilícitas como consecuencia de los impactos generados por la pandemia del covid-19.
Y aunque aseguran que las consecuencias aún están por verse en el mercado de las drogas, esta influencia criminal ya está afectando la economía y seguridad nacional. Prueba de ello, es el aumento en las incautaciones de droga en Italia, pasando de 59 toneladas en 2020 a 91 toneladas en 2021; un aumento de 54,4 por ciento.
Según expertos, los cárteles mexicanos aumentaron el tráfico de estupefacientes durante las fases más críticas de la pandemia; para ellos, el negocio continua.
Por si fuera poco, el análisis refiere que México sigue desempeñando un “papel preocupante” como productor y exportador de drogas, la mayoría de origen sintético, tales como heroína, metanfetamina, fentanilo e, inclusive, marihuana. Todos los enervantes tienen como destino final los países de EE.UU, Canadá, Australia y varias naciones de Europa.
Los cárteles mexicanos han derribado cualquier frontera, puesto que su influencia llega a varios países de África, asegura el documento. Al menos el cuatro por ciento de la droga incautada en la región, entre 2015 y 2019, provenía del país azteca.
Política anticrimen
En México, el combate contra las drogas continua, pese a los esfuerzos del presidente Andrés Manuel López Obrador de establecer la política “abrazos no balazos” como eje rector de su gobierno, optando por conciliar con las fuerzas criminales, en lugar de combatirlas con toda la fuerza del Estado.
Hasta el pasado 21 de julio, la SSPC (Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México) informó que, del 13 al 19 de julio del presente año, elementos de la GN (Guardia Nacional) y la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) aseguraron 17 ‘narcolaboratorios’ en zonas donde opera el Cártel de Sinaloa.
El aseguramiento de sitios clandestinos para la elaboración y síntesis de drogas sintéticas, tales como las metanfetaminas y fentanilo, se registró en los municipios de Culiacán y Cosalá, en Sinaloa; y en Tamazula, en el estado de Durango.
La Sedena detalló que establecieron perímetros de seguridad para confirmar la información que recibieron acerca de la existencia de los ‘narcolaboratorios’; el primero de ellos fue localizado en la comunidad de El Limón, en el municipio de Cosalá, uno de los bastiones del Cártel de Sinaloa y sus principales líderes, entre ellos, Ismael Zambada García, “El Mayo”; e Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, “Los Chapitos”.
Cabe mencionar que, las ganancias del Cártel de Sinaloa son inciertas, pues algunos reportes elaborados en 2012 aseguraban que las jugosas sumas podrían equipararse a las de Facebook, Amazon o UPS.
Cuando aún permanecía en cárceles de máxima seguridad en México y previo a su extradición y enjuiciamiento en EE.UU., la Fiscalía General de EE.UU. reveló que la fortuna del narcotraficante y otrora líder de dicha organización, Joaquín “El Chapo” Guzmán, ascendía a los 14.000 millones de dólares, cerca de 266.000 millones de pesos mexicanos, según el tipo de cambio vigente a 19 pesos por dólar.