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Enfermera de EEUU registra colapso de hospital asediado por fuerzas israelíes en Ciudad de Gaza

Abdel Kareem Hanna,Samy Magdy,Sarah El Deeb
Sábado, 27 de septiembre de 2025 15:04 EDT
GAZA-HOSPITAL BAJO FUEGO
GAZA-HOSPITAL BAJO FUEGO (AP)

A medida que las tropas israelíes avanzan, el sistema de salud en Ciudad de Gaza está bajo fuego y al borde del colapso.

A casi dos semanas de la última ofensiva terrestre de Israel en la ciudad más grande de Gaza, dos clínicas fueron destruidas por ataques aéreos, dos hospitales cerraron tras sufrir daños y otros apenas funcionan, con escasez de medicamentos, equipos, alimentos y combustible.

Muchos pacientes y personal se han visto obligados a huir de los hospitales, y dejan atrás a unos cuantos médicos y enfermeras para atender a niños en incubadoras y a otros pacientes demasiado enfermos para trasladarlos.

Los bombardeos en el exterior sacuden los muros de los hospitales, y los drones israelíes zumban alrededor y a menudo disparan cerca, lo que hace peligroso entrar y salir, según trabajadores sanitarios.

El hospital Al-Quds, en el extremo sur de Ciudad de Gaza, evacuó apresuradamente a la mayoría de sus pacientes la semana pasada conforme las fuerzas israelíes se acercaban.

Los médicos dejaron a un paciente en un campo de escombros. Cubierto con gasa por quemaduras graves en el 40% del cuerpo, le dijeron que se dirigiera a una clínica para recibir tratamiento, según Andee Vaughan, una enfermera estadounidense que era parte del personal médico.

“Es una locura”, expresó Vaughan en una entrevista el día en que también fue evacuada. “Así está el sistema de salud” que según ella Israel desmantela a propósito.

Al-Quds llegó a tener una capacidad de 120 pacientes. Ahora, quedan aproximadamente 20, incluidos dos bebés en cuidados intensivos. Alrededor de 60 médicos, enfermeras y familiares de pacientes se refugian allí.

Vaughan es originaria de Seattle y es voluntaria a través de la Palestinian Australian New Zealand Medical Association (Asociación Médica Palestina Australiana Neozelandesa) desde julio. Mantuvo un videodiario de su tiempo en Al-Quds que publicó ocasionalmente en redes sociales.

Compartió docenas de videos con The Associated Press, que los verificó. Voluntarios en Gaza como ella se han convertido en una fuente vital de información, ya que Israel ha prohibido la entrada a medios extranjeros.

Al igual que en otros hospitales, el agua, la electricidad y el oxígeno escasean en Al-Quds. La estación de oxígeno del hospital fue alcanzada por disparos israelíes.

Israel señala que su campaña en Ciudad de Gaza tiene como objetivo destruir la infraestructura de Hamás y liberar a los rehenes tomados durante el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, el cual causó el inicio de la guerra. El ejército ha ordenado a toda la población que evacúe la ciudad y se dirija al sur, y enfatiza que es por su seguridad.

El jueves, Nebal Farsakh, portavoz de la Media Luna Roja Palestina —que administra Al-Quds—, dijo que vehículos israelíes lo habían rodeado, “restringiendo completamente” la circulación del personal y los pacientes restantes, al tiempo que drones disparaban contra el hospital y los edificios cercanos.

Israel acusa a Hamás de utilizar las instalaciones sanitarias como centros de mando y con fines militares, con lo que pone en peligro a la población civil, aunque ha presentado pocas pruebas. Se ha visto personal de seguridad de Hamás en hospitales donde mantienen algunas zonas inaccesibles.

El ejército israelí declaró el sábado que el incidente en Al-Quds está bajo investigación. Se completaron las reparaciones en los tanques de agua del hospital y se están realizando trabajos para reparar la sala de oxígeno.

Vaughan fue evacuada el martes con otro médico y se dirigió al sur.

“Recibo mensajes de mis compañeros de trabajo preguntándome por qué me fui”, dijo Vaughan desde una casa de huéspedes en Deir al-Balah tras ser evacuada. “Me dicen que van a morir”.

Hospitales bajo fuego

A pesar de las órdenes israelíes de que se vayan, cientos de miles de palestinos permanecen en Ciudad de Gaza, que tenía cerca de un millón de habitantes antes de la ofensiva en curso. Expertos internacionales manifiestan que la urbe sufre una hambruna.

Israel ha cerrado el cruce hacia el norte de Gaza desde el 12 de septiembre, lo que impide el envío directo de ayuda a la ciudad. Los grupos de beneficencia se han apresurado a entregar suministros desde el sur y recorren caminos peligrosos a medida que Israel restringe cada vez más su movimiento, según Naciones Unidas.

Durante la última semana, los ataques israelíes destruyeron al menos dos clínicas en extremos opuestos de Ciudad de Gaza y obligaron a cerrar otras dos, incluidos un hospital infantil y un centro oftalmológico especializado, de acuerdo con la ONU. El gobierno jordano informó que un hospital de campaña que dirigía fue evacuado a medida que las tropas israelíes se aproximaban.

La ONU indica que otros 27 puestos médicos y centros de atención primaria de Ciudad de Gaza —muchos de ellos cruciales para el tratamiento de la desnutrición— se vieron obligados a suspender o cerrar sus servicios en septiembre.

Casi 100 pacientes huyeron el miércoles y el jueves de Shifa, el principal hospital de Ciudad de Gaza, ante el acercamiento de tanques israelíes. Muchos empleados dejaron de acudir a trabajar por temor a ser alcanzados por una incursión.

“El miedo es real”, dijo Hassan AlShaer, director médico de Shifa.

Se calcula que más de 160 trabajadores médicos de Gaza se encontraban detenidos por las autoridades israelíes hasta febrero, según organizaciones de derechos humanos. Israel expuso que las detenciones se llevan a cabo de conformidad con la ley, y señaló que algunos estaban involucrados en “actividades terroristas” o eran miembros de Hamás.

El miércoles, el ejército israelí reportó en redes sociales que hombres armados operaban al interior de Shifa. Adjuntó un video granulado que notificó que mostraba a hombres armados que abrieron fuego. La AP no pudo verificar la afirmación y los médicos de Shifa la negaron y calificaron de pretexto para lanzar una incursión en el hospital.

Se vacían hospitales ante avance de fuerzas israelíes

Las tropas israelíes incursionaron en Al-Quds durante una semana en noviembre de 2023 y lo cerraron temporalmente. Partes del nosocomio fueron destruidas y al menos un civil murió, informó entonces la Media Luna Roja.

La ONU y algunos grupos de derechos humanos aseguran que Israel ha atacado sistemáticamente a los hospitales y que utiliza ataques directos, tácticas de asedio e incursiones.

Una vez que un hospital queda fuera de servicio, los residentes cercanos suelen reubicarse, refirió Azra Zyada —una analista de sistemas de salud con sede en Reino Unido—, quien trabaja estrechamente con equipos médicos en Gaza.

Antes de la última ofensiva en Ciudad de Gaza, el personal de Al-Quds comenzó a dar de alta a pacientes no críticos pues temía por su seguridad, reportó Vaughan. También desviaron el tráfico para alejarlo del hospital debido a que drones israelíes disparaban contra los edificios circundantes, agregó.

Videodiario de una enfermera

Vaughan grabó con su celular un video de aviones de guerra y proyectiles que descienden sobre la ciudad y los alrededores del hospital.

En uno de ellos, su habitación se sacude y enormes columnas de humo oscurecen por completo la vista desde su ventana. En otro, desde una de las plantas bajas del hospital, un niño que llevaba un bidón de agua tan grande como él se detiene cuando una explosión sacude las paredes.

La semana pasada, cientos de familias palestinas que se habían refugiado al interior del hospital y en sus alrededores se fueron, muchas de ellas tras huir previamente de las fuerzas israelíes que avanzaban desde el norte.

El sábado por la noche, Vaughan dijo que una caravana que circulaba cerca del hospital fue atacada. Un adolescente sufrió una herida superficial en la cabeza, agregó.

Es posible que él haya sido el último paciente ingresado en Al-Quds.

Un día después, Vaughan siguió de cerca a las enfermeras de la unidad neonatal. Mantuvo “piel con piel” a una de las dos bebés restantes, de apenas 13 días, para intentar calmarla. El ritmo cardíaco de la bebé descendió peligrosamente cuando se produjeron explosiones en las cercanías, refirió Vaughan.

Desde la ventana de su dormitorio en el quinto piso, Vaughan grabó los ataques cercanos.

“Acaban de impactar el hospital otra vez”, dijo Vaughan en un video. Grabó la acometida de un helicóptero Apache a lo lejos.

En el cuarto piso, había fragmentos de vidrio en algunas camas debido a las ventanas rotas y manchas de sangre fresca en un colchón desierto. Vaughan filmó una planta vacía del hospital que fue desalojada.

“El piso estaba abarrotada con pacientes en los pasillos y ahora está desolado porque todos tuvieron que huir”, expresó en el video grabado el lunes.

Por su propia seguridad, Vaughan se mudó ese día al sótano.

Al día siguiente, poco después que Vaughan se fuera, sus colegas le informaron que vehículos militares israelíes se habían acercado a la puerta sur del hospital.

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Magdy reportó desde El Cairo, y El Deeb desde Beirut. Sam Metz contribuyó a este despacho desde Rabat, Marruecos.

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