En Bucarest, la OTAN renovará promesa de apoyar a Ucrania
La OTAN regresa a la sede de una de sus decisiones más controversiales, decidida a repetir su promesa de que Ucrania _ahora en el décimo mes de guerra contra Rusia_ se incorporará algún día a la mayor alianza militar del mundo
La OTAN volverá el martes a la sede de una de sus decisiones más controversiales, decidida a repetir su promesa de que Ucrania —ahora en el décimo mes de guerra contra Rusia— se incorporará algún día a la mayor alianza militar del mundo.
Los cancilleres de la OTAN se reunirán durante dos días en el Palacio del Parlamento en Bucarest, la capital de Rumania. Fue allí en abril de 2008 que el entonces presidente estadounidense George W. Bush persuadió a sus aliados a abrirle las puertas a Ucrania y Georgia, frente a las vehementes objeciones de Moscú.
“La OTAN aplaude las aspiraciones euroatlánticas de Ucrania y Georgia para incorporarse a la OTAN. Acordamos hoy que dichos países serán miembros de la OTAN”, dijeron en un comunicado los líderes. El presidente ruso Vladimir Putin, quien asistió a ese encuentro, calificó la decisión “amenaza directa” contra la seguridad rusa.
Unos cuatro meses después, las fuerzas rusas invadieron Georgia.
Algunos expertos califican esa decisión como error descomunal que dejó a Rusia sintiéndose acorralada por una OTAN en constante expansión. La OTAN responde que no presiona a otros países a que se incorporen y que más bien los países piden ser miembros para protegerse de Rusia, como lo han hecho ahora Suecia y Finlandia.
Más de 14 años después, la OTAN prometerá esta semana apoyar a Ucrania a largo plazo contra los ataques aéreos, de misiles y terrestres rusos, muchos de los cuales han malogrado plantas eléctricas y diversa infraestructura civil, dejando a millones de personas sin electricidad ni calefacción.
En una conferencia de prensa el lunes en Bucarest tras reunirse con el presidente rumano Klaus Iohannis, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg destacó la importancia de invertir en defensa “en momentos en que enfrentamos la mayor crisis de seguridad en una generación”.
“No podemos dejar que Putin gane”, declaró Stoltenberg. “Ello le mandaría el mensaje a líderes autoritarios en todo el mundo de que pueden lograr sus objetivos mediante el uso de la fuerza, lo que haría el mundo un lugar más peligroso para todos nosotros. Servirá a nuestros propios intereses apoyar a Ucrania”.
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Cook reportó desde Bruselas.