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De día, la capital ucraniana es vibrante y agitada, de noche es un campo de batalla

Hanna Arhirova
Viernes, 11 de julio de 2025 05:38 EDT
UCRANIA-GUERRA-VIDA COTIDIANA
UCRANIA-GUERRA-VIDA COTIDIANA (AP)

Durante el día, la vida continúa como de costumbre en la capital ucraniana: el metro va lleno, las personas pasean a sus perros y los niños juegan en el parque. Por la noche, sin embargo, Kiev se convierte en un campo de batalla mientras Rusia desata implacables ataques de drones y misiles que obligan a gran parte de la población a refugiarse bajo tierra.

Los ataques nocturnos se han intensificado durante el cuarto año de la invasión a gran escala, y el número de drones a menudo rebasa los 700. Las oleadas de 1.000 drones podrían convertirse pronto en la norma, aseguran los funcionarios.

Muchas personas señalan que los recientes ataques sobre Kiev son los más aterradores de la guerra, e incluso los residentes que anteriormente ignoraban las sirenas ahora se han visto obligados a recurrir a los refugios antiaéreos en el sistema del metro.

"Durante el día, caminas, tomas café, sonríes, te encuentras con amigos, hablas, tienes pasatiempos, te relajas", señaló Karyna Holf, de 25 años. "Pero por la noche, te preparas para morir cada vez que escuchas el sonido de un dron Shahed o de un misil".

El jueves, un ataque ruso causó daños graves en su apartamento. Se encontraba en la sala, cerca de una ventana, cuando escuchó el silbido de un proyectil que se aproximaba. Momentos después, la casa se hizo añicos. Tuvo suerte de sobrevivir.

La constante proximidad con la muerte ha alimentado el humor negro. Por la noche, el miedo paraliza a buena parte de la población. Pero durante el día bromean, diciendo que no duermen desnudos ante la posibilidad de terminar bajo los escombros y deban ser rescatados por los socorristas.

"Es como un juego de computadora donde intentas sobrevivir y seguir siendo funcional", dijo Danylo Kuzemskyi, de 35 años, describiendo el equilibrio entre la vida diaria y la guerra.

El zumbido de los drones, que a menudo termina en explosiones, y el constante retumbar de las defensas aéreas pueden durar horas. El ruido deja a muchas personas con agotamiento crónico debido a la falta de sueño.

Los drones han alcanzado varias partes de la ciudad, la cual está envuelta en una oscuridad que se interrumpe por los destellos de las baterías antiaéreas. El humo y el olor a pólvora cubren el aire.

Más de 800 lugares en Kiev han sido alcanzados en lo que va del año, incluidos más de 600 edificios residenciales, dijo el jefe de la administración de la ciudad, Tymur Tkachenko.

"Atacan deliberadamente edificios de apartamentos y distritos urbanos", afirmó. "Esta es su táctica: sembrar miedo y aumentar el número de víctimas civiles".

Rusia insiste en que sólo ataca objetivos militares, aunque a lo largo de la guerra han habido abundantes ejemplos de afectaciones sobre infraestructura civil.

Los ataques también han fortalecido la solidaridad entre los residentes de Kiev. La gente publica con orgullo en redes sociales que aún pueden tomar un capuchino por la mañana, ir al gimnasio o cumplir con sus citas, sin cancelar nada.

"Entiendo que el terror de Rusia no sólo está dirigido a objetivos militares, sino a todo el pueblo ucraniano. Rusia está tratando de desmoralizarnos", dijo Kuzemskyi, cuyo apartamento quedó destruido en un ataque anterior. "¿Está teniendo éxito? En mi caso, diría que no".

Kuzemskyi es una de esas personas que dejó de ir a los refugios durante los ataques, y asegura que ahora "prioriza el sueño" sobre la seguridad.

Para Oleksandra Umanets, de 23 años, y su hijo de 10 meses, el refugio en el metro se siente más seguro que su hogar.

Por lo general, sale del refugio con su hijo alrededor de las 5 de la mañana, camina a casa, se acuesta a dormir y se despierta aliviada de ver sonreír a su bebé.

"Veo a los mismos niños corriendo, jugando, y a las mamás que sonríen", dijo sobre sus paseos durante el día. "No adivinarías que pasaron la noche en el metro o que no durmieron nada, aunque todos lo saben. Pero nadie habla de ello. Todos simplemente siguen con su vida".

Luego llega la noche. Empaca una bolsa, la coloca junto a la puerta, prepara la carriola y dispone su ropa y la de su bebé. Cuando vuelve a sonar la sirena, está lista para esconderse.

"Cuando se trata de ti, es una cosa. Pero cuando se trata de tu hijo, ¿para qué?", dijo. "¿Para matarlo sólo por haber nacido en Ucrania? Él no eligió dónde nacer".

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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