Cuba quiere elevar su relación comercial con Rusia
Cuba aspira a un incremento de sus relaciones comerciales con Rusia, una nación que ya es clave para el abastecimiento de la nación caribeña, en particular de petróleo
Cuba aspira a un incremento de sus relaciones comerciales con Rusia, una nación que ya es clave para el abastecimiento de la nación caribeña, en particular de petróleo y con la cual mantiene una fuerte alianza política.
Empresarios y funcionarios de ambos países se reunieron el miércoles en la isla para explorar oportunidades en sectores como la agroalimentación, tecnología o el comercio minorista. También se pronunciaron a favor de usar sus propias monedas en los intercambios.
Rusia es uno de los principales proveedores actuales de combustible a la isla en medio de una fuerte crisis energética y económica en el país caribeño. Aliados por décadas, ambos países están bajo sanciones de Estados Unidos.
Encabezados por Boris Titov, el comisionado del presidente Vladimir Putin para los derechos de los empresarios y uno de directivos más influyentes en tema de comercio, 52 de hombres y mujeres de negocios rusos comenzaron dos días de reuniones con un centenar de sus pares cubanos en un hotel capitalino, constató The Associated Press.
“La visita de nuestro presidente (Miguel Díaz-Canel) y las conversaciones con el presidente Putin a finales del año pasado realmente han despertado una dinámica entre ambos países”, expresó en declaraciones a un grupo de periodistas el ministro de Comercio Exterior de Cuba, Ricardo Cabrisas. “Hay grandes expectativas”.
“Lo que está claro y estamos de acuerdo ambas partes es que la empresa rusa puede tener una participación efectiva en los planes de desarrollo económico y social de Cuba”, dijo el ministro.
“Ambas partes trabajamos en esa dirección”, agregó, cuando se le preguntó si esperan elevar los nexos comerciales al mismo nivel que los políticos.
Por su parte, Serguei Baldin, representante comercial de Rusia en Cuba, informó que el 2022 cerró con un intercambio bilateral de unos 451 millones de dólares, en su mayoría favorable a Moscú.
Rusia le vende a La Habana petróleo –el 92% de la exportación rusa corresponde al combustible— y otros productos como aceite de soya, indicó Baldin, mientras que el país euroasiático recibe rones, café y cigarros.
Según las estadísticas disponibles oficialmente en Cuba, el comercio bilateral alcanzó los 633 millones de dólares en 2021 y 320 millones de dólares en 2020.
En noviembre Díaz-Canel visitó Moscú con una gran comitiva y con una agenda de energía e industria como ejes del viaje. En enero, Titov estuvo en La Habana y en abril pasado el canciller ruso Serguei Lavrov llegó a la isla como parte de una gira que incluyó a Brasil, Venezuela y Nicaragua.
Durante la inauguración de la reunión del miércoles, Titov hizo alusiones a algunos de los planes conjuntos como la pronta apertura de una tienda para la venta a la población en la isla con productos rusos –anunciada en marzo en Moscú— o la sesión de tierras en usufructo para productores agrícolas del país euroasiáticos por 30 años o exenciones impositivas.
Además, indicó que los cubanos ofrecieron mecanismos para repatriar ganancias a Rusia y procesos expeditos para la oficialización de empresas mixtas. Así como la posibilidad de operar en las monedas locales –el rublo y el peso cubano—y hasta la instalación de una línea marítima portuaria dada la distancia entre ambas naciones y al estilo de lo que se usaba durante la época de la existencia de la Unión Soviética.
“Se está haciendo mucho para los inversionistas rusos, hay condiciones preferenciales”, expresó Titov en la apertura del foro de negocios ante sus compatriotas.
Cuba desarrolló una extensa relación con Moscú desde los años 60 cuando se incorporó al bloque de países socialistas que lideraba la entonces Unión Soviética. A lo largo de 30 años Cuba recibió de ese grupo de naciones desde maquinaria pesada hasta fertilizantes o automóviles Lada que todavía recorren la isla. Entonces el intercambio se producía sobre todo por azúcar fabricada aquí.
La cooperación se extendía a las áreas de defensa y formación profesional.
Hasta el comienzo de la guerra con Ucrania, Rusia se había convertido también en un importante emisor de turistas para Cuba, sobre todo entre los respiros de la pandemia de COVID-19.
En abril se informó además que las tarjetas del sistema ruso de pago Mir ya estaban habilitadas en los bancos de la isla, convirtiendo rublos en pesos cubanos y generando facilidades para los viajeros.
La Mir es aceptada en países aliados o vecinos de Rusia como Turquía o Vietnam. El plástico es operado por el estatal Sistema Nacional Ruso de Pagos con Tarjetas y busca esquivar las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados.
Cuba no condenó la guerra con Ucrania y mantuvo su posición de la necesidad de una salida negociada a la crisis.
Tras la caída de la Unión Soviética hubo una casi paralización de los intercambios, pero la antigua cooperación dejó una deuda económica de La Habana con Moscú por unos 35.000 millones de dólares que no fue pagada. En 2014 el presidente Putin condonó el 90% de la misma.
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Andrea Rodríguez está en Twitter como www.twitter.com/ARodriguezAP