Canciller británico expresa preocupación por historial de DDHH de China
El secretario británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly, expresó su preocupación por el historial de derechos humanos de China durante una visita a Beijing el miércoles, al tiempo que enfatizó la importancia de mantener una relación de trabajo “pragmática” y reabrir los canales de comunicación.
El viaje, el primero de canciller británico a China en más de cinco años, es un intento de descongelar las relaciones que se han vuelto cada vez más frías en los últimos años por cuestiones como la represión de Beijing contra las libertades civiles en Hong Kong, una antigua colonia británica, los abusos contra las minorías musulmanas en la región de Xinjiang, el apoyo de China a Rusia y los estrechos vínculos de seguridad de Gran Bretaña con Estados Unidos.
La visita dividió la opinión en el gobernante Partido Conservador de Gran Bretaña, y algunos legisladores que durante mucho tiempo han pedido una postura más dura hacia China criticaron la visita como una forma de apaciguamiento.
Cleverly y el primer ministro Rishi Sunak dijeron que el viaje era un enfoque “sensato”.
“Es perfectamente posible colaborar con China y al mismo tiempo ser muy firmes a la hora de defender nuestros intereses y valores”, dijo Sunak a los periodistas en Londres.
Cleverly se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, y el vicepresidente, Han Zheng, durante su visita de un día. Los diplomáticos subrayaron la importancia del diálogo entre sus países, aunque también aludieron al deterioro de los vínculos en los últimos años.
Wang dijo que la cooperación entre China y Gran Bretaña tenía un “impacto global”.
“El diálogo y la cooperación son las palabras clave y el tono principal de la política de China hacia el Reino Unido”, dijo. “Por supuesto, también hemos notado que de vez en cuando ha habido algunos ruidos en la relación chino-británica, y algunas personas incluso han cuestionado su visita a Beijing”.
Cleverly, cuya política de gobierno hacia China ha sido descrita por los críticos como inconsistente, ha dicho que es primordial mantener la comunicación con Beijing para evitar malentendidos.
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Simina Mistreanu en Taipei, y Sylvia Hui y Jill Lawless en Londres contribuyeron a este informe.