Ataque ucraniano en Kursk sorprendió a Rusia, y quizás a algunos de sus aliados
Ucrania le arrebató a Rusia la iniciativa en el campo de batalla con su ofensiva transfronteriza en la región de Kursk. Pero sus aliados occidentales han permanecido, en su mayoría, curiosamente en silencio con respecto a la sorpresiva acción.
Una semana después, mientras las fuerzas rusas se apresuraban a responder al inesperado ataque tras días de feroces luchas, el comandante militar de mayor rango de Ucrania dijo que sus tropas controlaban 1.000 kilómetros cuadrados (386 millas cuadradas) de territorio.
La acción también pareció sorprender a muchos de los partidarios de Ucrania en la OTAN y la Unión Europea. No se sabe en qué medida fueron informados antes de la ofensiva, o si recibieron alguna información, aun cuando el presidente estadounidense Joe Biden insiste en que se ha mantenido al tanto de los acontecimientos a partir de entonces.
“He hablado periódicamente con mi personal, probablemente cada cuatro o cinco horas durante los últimos seis u ocho días”, dijo Biden a reporteros el martes. La ofensiva ucraniana, afirmó, está “generando un verdadero dilema para (el presidente ruso Vladímir) Putin”.
Tras presionársele para que diera más información, Biden solo dijo: “Eso es todo lo que diré al respecto mientras esto siga activo”.
En Bruselas, la vocera de la Comisión Europea, Nabila Massrali, también declinó entrar en detalles, diciendo que “La Unión Europea no está involucrada ni hace comentarios sobre los acontecimientos operativos en el frente de batalla”.
“Respaldamos totalmente a Ucrania en el ejercicio legítimo de su derecho inherente a la autodefensa y sus esfuerzos para restaurar su integridad territorial y su soberanía, y para rechazar y combatir la agresión ilegal de Rusia”, dijo a reporteros.
El objetivo de Kiev no está totalmente claro. Algunos analistas especulan que la incursión tiene como fin fortalecer la postura de Ucrania en futuras negociaciones de paz. Expertos militares están de acuerdo en que esto debería dar cierto alivio a las asediadas tropas ucranianas al retirar a los soldados enemigos del frente de batalla.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania afirma que la operación se realiza como protección contra los ataques de largo alcance lanzados desde Kursk. “Ucrania no está interesada en apoderarse del territorio de la región de Kursk, pero deseamos proteger la vida de nuestra gente”, afirmó el vocero Heorhii Tykhyi, según medios locales.
El ministerio afirmó que Rusia ha lanzado más de 2.000 ataques desde la región de Kursk en los meses recientes, utilizando misiles, artillería, morteros, drones y bombas planeadoras.
La respuesta de los aliados de Kiev, en su mayoría silenciosa y a veces contradictoria, resulta confusa, aunque los aliados parecen estar tácitamente de acuerdo en que se debe permitir que las tropas ucranianas defiendan su territorio, incluso mediante ataques transfronterizos.