Suben a 83 los muertos del ataque a una mezquita en Pakistán
La cifra de muertos en un ataque suicida en una mezquita en Pakistán sube a 83 personas, según anunció un vocero de un hospital paquistaní
La cifra de muertos en un ataque suicida en una mezquita en Pakistán subió el martes a 83 personas, según anunció un vocero de un hospital paquistaní.
Durante la noche del lunes y la madrugada del martes se retiraron más cuerpos de entre los escombros de la mezquita, indicó el vocero, Mohammad Asim, y varios de los heridos graves murieron en el hospital.
“La mayoría eran policías”, dijo Asim sobre las víctimas.
Bilal Faizi, director de la oficina de rescates, dijo que las cuadrillas seguían retirando escombros del techo de la mezquita, el cual colapsó tras el ataque. Se creía que aún quedaba más gente atrapada. El templo se encontraba dentro de un complejo policial en una zona de alta seguridad de la ciudad.
Añadió que el atentado en la ciudad noroccidental de Peshawar también dejó más de 150 heridos. No estaba claro cómo pudo el atacante ingresar al complejo ubicado en una zona de alta seguridad rodeado de otros edificios de gobierno.
Los dolientes comenzaron a enterrar a las víctimas del atentado el martes en distintos cementerios de Peshawar y en otros lugares.
Las autoridades no han determinado quién estaba detrás del ataque.
Poco después de la explosión del lunes, Sarbakaf Mohmand, un comandante del Talibán paquistaní, reclamó la autoría del ataque en Twitter.
Pero horas después, el vocero del grupo también conocido como Terik-e-Talibán-Pakistán o TTP, Mohammad Khurasani, distanció al grupo de lo sucedido, afirmando que ellos no atacan lugares religiosos y que los que participen en tales actos serían sancionados bajo las normas del TTP. Su comunicado no mencionó el tema de por qué un comandante del TTP se atribuyó el atentado anteriormente.
El grupo miliciano es una rama separada pero afín al Talibán afgano. El TTP libra una insurgencia en Pakistán desde hace 15 años. Busca instaurar un régimen estricto de ley islámica en el país, la liberación de sus miembros detenidos y una reducción de la presencia militar paquistaní en las regiones de la provincia Khyber Pakhtunkhwa que ocupa como su base.
“La mera escala de la tragedia humana es inimaginable. Esto no es otra cosa que un ataque contra Pakistán”, tuiteó el primer ministro Shabaz Shariz, quien visitó el compuesto en Peshawar y prometió “acciones firmes” contra los responsables. Dio el pésame a las familias de las víctimas diciendo que su dolor “no puede describirse en palabras”.
Pakistán, con mayoría de musulmanes suníes, ha sufrido un aumento en los ataques milicianos desde noviembre, cuando el Talibán paquistaní puso fin a su cese el fuego con las fuerzas del gobierno.