Miles bloquean autopista en Tel Aviv en apoyo a jefe policial despedido por aliado de Netanyahu
Miles de manifestantes bloquean la autopista principal de Tel Aviv y otros caminos e intersecciones en todo Israel en una muestra espontánea de indignación tras la renuncia forzada del popular jefe de policía de la ciudad
Miles de manifestantes bloquearon el miércoles la autopista principal de Tel Aviv y otros caminos e intersecciones en todo Israel en una muestra espontánea de indignación tras la renuncia forzada del popular jefe de policía de la ciudad.
Ami Eshed anunció el miércoles por la noche que dejaba a la fuerza policial de Israel bajo lo que dijo era presión política. Eshed ha tenido enfrentamientos constantes con el ministro de Seguridad Nacional, el político de línea dura Itamar Ben-Gvir, que ha exigido que la policía adopte una postura más dura luego de meses de protestas antigubernamentales.
“Estoy pagando un precio personal intolerablemente pesado por mi decisión de evitar una guerra civil”, declaró Eshed.
Miles de personas bloquearon la autopista Ayalon, impidiendo el tránsito en esa vía, que normalmente tiene gran actividad. Los manifestantes tocaron bocinas, bailaron en las calles y encendieron muchas fogatas. Agentes policiales, algunos de ellos a caballo, intentaron replegar a las multitudes y usaron un cañón de agua.
Decenas de miles de israelíes han salido a las calles desde que el nuevo gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu anunció en enero sus planes de reformar el sistema judicial. Los manifestantes han bloqueado caminos y afectado al principal aeropuerto del país, entre otras acciones.
Netanyahu y sus aliados ascendieron al poder tras las elecciones de noviembre pasado, el quinto proceso electoral en Israel en cuatro años, los cuales prácticamente fueron referendos sobre la capacidad del experimentado gobernante para desempeñar el puesto mientras enfrenta cargos por corrupción.
Netanyahu, cuyo juicio por corrupción se ha prolongado durante casi tres años, y sus aliados en el gobierno nacionalista religioso aseguran que se requiere de una reforma para controlar a un sistema judicial cada vez más intervencionista y restaurar las facultades de los funcionarios electos.
Los críticos dicen que el plan trastocaría el delicado sistema de controles y contapesos del país, y conduciría a la nación a una dictadura al concentrar el poder en manos de Netanyahu y sus aliados.
Ben-Gvir respondió a la renuncia del jefe policial, diciendo que la política había “infiltrado los niveles más altos” de la policía y que Eshed se había “rendido completamente” ante políticos de izquierda.