Los musulmanes celebran el Eid al-Fitr con reuniones familiares, ropa nueva, golosinas y oración
Los musulmanes celebraban el miércoles el feriado del Eid al-Fitr que pone fin al mes sagrado islámico del Ramadán con reuniones familiares, ropa nueva y golosinas.
En Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, casi tres cuartas partes de la población viajaban para la fiesta anual en sus localidades de origen, conocida allí como “mudik”, y siempre esperada con emoción.
“Mudik no es sólo un ritual anual o una tradición para nosotros”, dijo el funcionario Ridho Alfian, que vive en la zona de Yakarta y viajaba a la provincia de Lampung en el extremo sur de la isla de Sumatra. “Este es el momento adecuado para reconectar, recargar la energía que se ha agotado durante casi un año lejos de casa”.
Antes del feriado del Eid al-Fitr, los mercados rebosaban de clientes que compraban ropa, zapatos, galletas y dulces. La gente salió de las grandes ciudades para regresar a los pueblos y celebrar la fecha con sus seres queridos. Los vuelos estaban completos y parientes nerviosos cargados con cajas de regalos hacían largas filas en estaciones de tren y autobús.
En Pakistán, las autoridades desplegaron más de 100.000 policías y paramilitares para mantener la seguridad en mezquitas y mercados. La gente compraba con normalidad el martes, y había mujeres adquiriendo adornos, joyas y ropas para ellas y para sus hijos.
La Cámara Indonesia de Comercio e Industria estimó que el feriado supondría casi 10.000 millones de dólares para sectores como comercio minorista, transportes y turismo.
Para Arini Dewi, madre de dos hijos, Eid al-Fitr es un día de victoria sobre las dificultades económicas durante el Ramadán. “Al final estoy feliz de celebrar el Eid pese a la subida de precios”, dijo.
El exvicepresidente Jusuf Kalla estaba entre los residentes en Yakarta que oraban en el patio de la mezquita de Al Azhar. “Celebremos el Eid al-Fitr como un día de victoria sobre muchas dificultades (...) por supuesto que hay muchos problemas sociales durante el mes del ayuno del Ramadán, pero podemos superarlo con fe y devoción”, dijo Kalla.
La noche antes del feriado, llamada “takbiran”, los residentes en Yakarta celebraron la víspera del Eid al-Fitr con petardos en las calles casi vacías mientras muchos vecinos viajaban de vuelta a casa.
El miércoles por la noche, los musulmanes participaron en plegarias comunales en las calles y en las mezquitas. La Gran Mezquita de Istiqlal de Yakarta, la más grande en el sureste de Asia, se llenó de devotos para las oraciones de la mañana.
Los predicadores pidieron en sus sermones que la gente orase por los musulmanes en Gaza, que sufren tras seis meses de guerra.
“Es hora de que musulmanes y no musulmanes muestren solidaridad humanitaria, porque el conflicto en Gaza no es una guerra religiosa, sino un problema humanitario”, dijo Jimly Asshiddiqie, que preside la junta asesora del Consejo Indonesio de Mezquitas.