Líder opositor indio pide desplegar al ejército para detener la violencia étnica en Manipur
El líder de la oposición en India criticó el miércoles con dureza al gobierno del primer ministro, Narendra Modi, por no detener el derramamiento de sangre en un remoto estado nororiental que, según dijo, se ha dividido en dos.
Rahul Gandhi dijo al parlamento que el ejército habría restaurado la paz en un día, mientras que las autoridades estatales han permitido que el odio y la violencia proliferen durante tres meses. Pidió la destitución del gobierno estatal liderado por el partido de Modi, la formación nacionalista hindú Bharatiya Janata.
Más de 150 personas han muerto en Manipur y unas 50.000 han huido por miedo desde que comenzaron los enfrentamientos a principios de mayo.
Gandhi, que recuperó su puesto de parlamentario tres días después de que la máxima corte del país suspendiera su condena penal por difamación por una broma sobre el apellido del primer ministro, participaba en un debate sobre una moción de censura presentada por la oposición contra el gobierno de Modi en la cámara baja del Parlamento Indio. La votación se esperaba para el jueves.
El líder opositor acusó al gobierno de Modi de matar el espíritu de India en el estado de Manipur al silenciar la voz de la gente. También acusó a Modi de escoger el silencio mientras el estado de Manipur ardía, creando una situación de guerra civil.
Eso provocó un revuelo en la cámara ante las objeciones del partido de Modi. Kiren Rijiju, ministro de Ciencias de la Tierra, exigió una disculpa.
Se esperaba que Modi interviniera el jueves en la sesión sobre la moción de censura, aunque no había una amenaza real para su gobierno porque su partido y sus aliados tienen más de 360 escaños en la poderosa cámara baja, la Lok Sabha, de 545 miembros.
Hace tres semanas, Modi rompió más de dos meses de silencio público por el conflicto en Manipur cuando hizo unas breves declaraciones a la prensa a la entrada del Parlamento y condenó el ataque de una turba contra dos mujeres en el estado, que fueron exhibidas desnudas. Sin embargo, no se refirió directamente al clima general de violencia. Tampoco ha visitado el estado desde que estalló el conflicto.
Gandhi, un duro crítico de Modi y su principal rival de cara a las elecciones de 2024, fue expulsado del Parlamento en marzo después de que una corte le condenara por difamación por una broma sobre el apellido del primer ministro. Recuperó su puesto en la cámara el lunes, después de que la Corte Suprema de India suspendiera temporalmente la condena. Era probable que el fallo reforzara a una maltrecha oposición y su nueva alianza, que se enfrentará al BJP de Modi en las elecciones generales del año próximo.
El parlamento indio lleva semana bloqueado en torno a la crisis en Manipur. Las sesiones se han visto suspendidas casi cada día por protestas y cánticos de la oposición.
El conflicto comenzó por una controvertida medida de discriminación positiva. Cristianos kukis protestaron por las exigencias de los meitei, de mayoría hindú, de que se les concediera una condición de privilegio que les permitiera comprar tierra en las colinas donde viven los kukis y otros grupos tribales, además de garantizarles un porcentaje de los empleos del gobierno.
El ministro del Interior, Amit Shah, visitó el estado en mayo y se reunió con líderes y grupos comunitarios, pero la violencia continuó.