Israel bombardea apartamentos en campo de refugiados y soldados luchan con insurgentes de Hamás
Una serie de bombardeos aéreos israelíes arrasaron edificios residenciales en un campamento de refugiados cerca de la ciudad de Gaza el martes y los rescatistas tuvieron que abrirse paso entre la destrucción para sacar a hombres, mujeres y niños de entre los escombros. Israel dijo que el ataque, que tenía como objetivo a un alto cargo militar de Hamás, destruyó un centro de mando del grupo insurgente y una red de túneles subterráneos.
Por el momento se desconocía la cifra de muertos y heridos en los ataques al campo de Jabaliya. El director del hospital cercano a donde fueron trasladadas las víctimas, el doctor Atef Al Kahlot, reportó cientos de fallecidos y heridos pero no ofreció cifras exactas.
El ejército israelí, por su parte, indicó que docenas de insurgentes murieron, incluyendo un importante comandante de Hamás en el norte de Gaza.
Israel defendió enérgicamente el operativo. El vocero militar Jonathan Conricus afirmó que el comandante atacado había sido también uno de los ideólogos del sangriento asalto del 7 de octubre que provocó la guerra y que los edificios residenciales se vinieron abajo debido al vasto complejo subterráneo de Hamás que se destruyó.
Ninguno de los relatos de las dos partes pudo ser confirmado de manera independiente.
A primera hora del miércoles, la empresa palestina de telecomunicaciones Paltel informó de una “interrupción total” de los servicios de internet y telefonía móvil en Gaza, en la segunda vez en cinco días que los residentes en el enclave quedan prácticamente aislados del mundo.
Las comunicaciones estuvieron cortadas entre el viernes en la noche y las primeras horas del domingo, coincidiendo con la entrada de una gran número de tropas terrestres a Gaza mientras Israel anunciaba el inicio de una nueva fase en la guerra. Los intentos de contactar por teléfono con residentes en la Franja no arrojaron resultados en la madrugada del miércoles.
Las agencias de ayuda humanitaria han advertido que esos apagones alteran gravemente su trabajo en una situación ya de por sí desesperada en Gaza.
Varios cientos de miles de palestinos siguen en la trayectoria del operativo terrestre israelí en el norte de la Franja. Se han hacinado en sus casas o se apiñan por miles en hospitales que ya están desbordados de pacientes y se están quedando sin suministros.
El ataque en Jabaliya puso de manifiesto el previsible aumento de víctimas en ambos bandos mientras las tropas israelíes se adentran en el norte del enclave, hacia vecindarios residenciales sumamente poblados. Israel había prometido acabar con la capacidad de Hamás para gobernar Gaza o para amenazar a Israel tras el ataque del 7 de octubre. El grupo insurgente, que gobierna la Franja, pide abiertamente la destrucción de Israel.
Israel confirmó en la madrugada del miércoles que nueve de sus soldados murieron en los combates del norte del territorio palestino, lo que eleva a 11 el total de bajas militares desde el inicio de la campaña terrestre.
En Jabaliya, una zona densamente urbanizada de pequeñas calles en las afueras de la Ciudad de Gaza, docenas de rescatistas buscaban a sobrevivientes entre una serie de edificios destruidos y otros parcialmente derrumbados.
Hombres jóvenes sacaron los cuerpos inertes de dos niños de los pisos superiores de un bloque de apartamentos en ruinas mientras ayudaban a bajar a otro niño y a una mujer. No estaba claro si los niños estaban vivos o muertos. Un polvo gris, al parecer causado por el concreto pulverizado, parecía cubrirlo casi todo.
El ejército israelí dijo que llevó a cabo un ataque a gran escala en Jabaliya contra infraestructura de Hamás, “que se había apoderado de edificios civiles”.
Aproximadamente 800.000 palestinos han huido hacia el sur, pero muchos han decidido no hacerlo, en parte debido a que señalaron que ningún sitio es seguro debido a que Israel también bombardea el sur de Gaza, causando la muerte de civiles. El tiempo para huir podría estarse agotando, debido a que las fuerzas israelíes llegaron a la principal autopista norte-sur de Gaza esta semana.
Más de 8.500 palestinos han muerto por los ataques de Israel, la mayoría mujeres y niños, informó el martes el Ministerio de Salud de Gaza, sin proporcionar un desglose entre civiles y combatientes. La cifra no tiene precedentes en las décadas de enfrentamientos entre israelíes y palestinos.
Más de 1.400 personas han muerto en el lado israelí, la mayoría de ellas civiles durante el ataque del 7 de octubre, una cifra que tampoco tiene precedentes. Los combatientes palestinos también tomaron a 240 personas como rehenes durante su incursión y han seguido disparando cohetes contra Israel.
Más de la mitad de los 2,3 millones habitantes de Gaza han huido de sus hogares, y cientos de miles de ellos se encuentran en escuelas operadas por la ONU o en hospitales, junto a los miles de heridos.
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Jeffrey y Keath informaron desde El Cairo, Egipto. Los periodistas de The Associated Press Wafaa Shurafa en Deir al-Balah, Franja de Gaza; Samy Magdy en El Cairo y Kareem Chehayeb en Beirut, Líbano, contribuyeron a este despacho.