Estrés y agotamiento entre los miles de evacuados tras sismo de Año Nuevo en Japón

Hiro Komae,Ayaka McGill,Yuri Kageyama
Lunes, 08 de enero de 2024 22:03 EST
JAPÓN-SISMO
JAPÓN-SISMO (AP)

Miles de personas que perdieron sus casas debido a un terremoto en la costa occidental de Japón que además dejó al menos 180 muertos y decenas de desaparecidos, se enfrentaban al agotamiento y la incertidumbre una semana después.

Miles de soldados, bomberos y policías han participado en las labores de rescate, abriéndose paso entre los escombros con la esperanza de encontrar sobrevivientes del sismo de magnitud 7,6 que remeció la zona en Año Nuevo.

Las autoridades advirtieron del riesgo de deslaves — agravados por una intensa nevada — en torno al epicentro en la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa. Una blanca capa de nieve cubría las casas destruidas y calcinadas, las cuadras cenizas de una ciudad, y las autopistas repletas de enormes huecos y grietas.

Hasta el martes se habían registrado 81 decesos en Wajima, 71 en Suzu, 18 en Anamizu, y el resto dividido en otros cuatro poblados. Al menos 120 personas continúan desaparecidas. Otras 565 personas resultaron heridas y 1.414 casas quedaron destruidas o sufrieron daños severos.

Luego del sismo inicial se han registrado a diario varias réplicas.

Funcionarios de la oficina de meteorología de Japón han advertido que los fuertes sismos podrían continuar durante un mes más. Su frecuencia, que disminuye gradualmente, sigue siendo alta en comparación a la de terremotos anteriores, y hasta el momento el total rebasa los 1.000.

Para los residentes, las labores de recuperación apenas han comenzado. Shuji Yoshiura, un pescador, dijo que sus embarcaciones sufrieron daños y no puede salir al mar.

Antes del sismo, Wajima era una localidad turística con una calle repleta de tiendas en las que se vendían mariscos y artesanías tradicionales. Gran parte de eso quedó destruido en los incendios que estallaron tras el terremoto del 1 de enero.

Kentaro Mitsumori, dueño de una tienda de alimentos, durmió en su vehículo acompañado de su esposa para evitar los saqueos. Su tienda aún sigue de pie, pero no tiene cerraduras, luz o agua corriente. Todo se vendió en cuestión de tres días. A pesar de eso, planea cerrar su establecimiento.

“Incluso si lograra arreglar el lugar, simplemente ya no va a haber suficientes clientes. No sé cómo Wajima pueda sobrevivir”, declaró.

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Kageyama informó desde Tokio. Está en X, antes Twitter, como: https://twitter.com/yurikageyama

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