Dongchoon, el último circo de Corea del Sur, celebra su centenario
No más actos de elefantes y monos. No más acrobacias en moto desafiando a la muerte. No más canto o actuación en el escenario.
De todas formas, varios cientos de espectadores aplaudieron constantemente cuando los acróbatas de la Compañía Circense Dongchoon —el último circo de Corea del Sur, de 100 años de antigüedad— giraron sobre una larga tela suspendida en el aire, hicieron malabares con porras en una gran rueda giratoria, y montaron un monociclo en una cuerda floja bajo la carpa.
“Al recordar las dificultades por las que he pasado, creo que he hecho algo significativo”, declaró Park Sae-hwan, el director del circo, en una entrevista reciente con The Associated Press. "Pero también siento una gran responsabilidad, porque si Dongchoon se detiene, el circo de nuestro país —un género en nuestras artes escénicas—, desaparecerá. Ése es el problema".
La edad de oro de los circos
Fundado en 1925, Dongchoon es el circo más antiguo de Corea. En las edades de oro de los circos surcoreanos en la década de 1960, cuando la mayoría de los hogares aún no tenían televisores, Dongchoon viajaba por todo el país, asombrando al público con animales exóticos en ese entonces, tales como un elefante y una jirafa, y una variedad de espectáculos que incluían sketches, charlas cómicas, canto, baile y espectáculos de magia. En sus años de apogeo contaba con más de 200 artistas, acróbatas y otros empleados, según Park.
Al igual que en muchos otros países, posteriormente la televisión y el cine alejaron al público de Dongchoon y de otros circos en Corea del Sur. Sus actores, cantantes y comediantes se trasladaron a las televisoras, y algunos se convirtieron en estrellas de mayor magnitud. La llegada del internet, los videojuegos y los deportes profesionales fue otro golpe. Los circos surcoreanos también dejaron de hacer espectáculos con animales, ya que los activistas protestaban para defender sus derechos.
Ahora Dongchoon es el único circo que queda en Corea del Sur, luego de que todos sus rivales cerraran.
Cómo sobrevive Dongchoon
Park, quien se sumó a Dongchoon en 1963, fue presentador de espectáculos y en ocasiones cantó y actuó en los programas de melodrama del circo. Se fue de él en 1973 y dirigió un lucrativo negocio de supermercados. En 1978 regresó al sector circense al asumir el control de Dongchoon, que había sido puesto a la venta después de sufrir daños devastadores debido a un tifón.
Park, ahora de 80 años, dijo que en ese entonces le preocupaba que Dongchoon pudiera desaparecer y pasar a la historia después de ver reportes de periódicos que indicaban que sus activos se dividirían en partes y se venderían.
"Pensé: Dongchoon no debe desaparecer. Cuando queremos estudiar las raíces de los melodramas de nuestro país, debemos mirar hacia atrás a las huellas de Dongchoon. Lo mismo ocurre con la historia de nuestros otros espectáculos, actuaciones de música tradicional y espectáculos de magia, así como los propios circos", expresó Park.
Heo Jeong Joo, experta del All That Heritage Institute —dedicado a la investigación—, también valora mucho el legado de Dongchoon, que, según ella, incorporó a muchos intérpretes y artistas tradicionales que operaban antes de su fundación en 1925.
"Fue fundado hace más de 100 años. Desde una perspectiva histórica, creo que debería ser designado un bien cultural intangible", apuntó Heo.
Park recordó que estuvo a punto de cerrar el circo en 2009, luego de que sus espectáculos sólo atrajeran a entre 10 y 20 espectadores cada uno a lo largo de varios meses durante un brote generalizado de gripe. La institución sobrevivió después de reportes de medios locales que simpatizaban con la difícil situación de Dongchoon, los cuales influyeron para que muchas personas acudieran y llenaran completamente los espectáculos durante semanas, agregó.
Dongchoon repunta de nuevo en su gran carpa junto al mar
Desde 2011, Dongchoon ha estado actuando en una gran carpa en un área turística junto al mar en Ansan, un poco al sur de Seúl. Sus trabajadores también viajan con frecuencia a otras áreas para ofrecer espectáculos temporales. Funcionarios de Dongchoon indicaron que a su negocio le va relativamente bien: atrae a varios cientos de espectadores entre semana y hasta 2.000 los fines de semana tan sólo en Ansan.
Sharon Ham, funcionaria de Ansan, dijo que el turismo local ha recibido un impulso por la presencia de Dongchoon. Indicó que los espectáculos del circo son populares entre las generaciones mayores, que desean evocar recuerdos de su infancia en los circos, y también entre las generaciones más jóvenes, las cuales buscan algo novedoso.
"Fue un circo muy impresionante y significativo", expresó Sim Chung-yong, un espectador de 61 años, después de acudir a un espectáculo la semana pasada. "Pero también pensé en cuánto dolor y grandes dificultades tuvieron que pasar esos acróbatas de circo para actuar así".
Funcionarios de Dongchoon dicen que ahora sólo ofrecen actuaciones acrobáticas y se abstienen de actos demasiado arriesgados, porque a muchas personas ya no les gustan.
En la actualidad sus 35 acróbatas son todos chinos, ya que en general los surcoreanos de mejor posición económica rechazan trabajar en un circo, pues lo consideran demasiado peligroso y mal pagado. Park indicó que compró un terreno en Ansan, en el cual espera construir una escuela de circo para formar trabajadores circenses surcoreanos.
Xing Jiangtao, de 37 años, ha estado trabajando para Dongchoon desde 2002, en un principio como acróbata y ahora como su director de espectáculos. Recordó que cuando llegó por primera vez a Corea del Sur, él y sus colegas chinos eran asistentes de los 50 acróbatas surcoreanos de Dongchoon, pero todos ellos se han ido, uno por uno.
"Ahora es el único circo en Corea del Sur, y espero que creemos buenas actuaciones circenses para mostrarles a los espectadores, de forma que podamos ayudar a Dongchoon a existir otros 100 años", manifestó Xing en coreano fluido.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.