Miss Japón es de origen ucraniano, su coronación lleva a interrogantes de la identidad japonesa
La ucraniana Carolina Shiino lloró de alegría al ser coronada Miss Japón esta semana, agradecida por el reconocimiento de su identidad como japonesa. Pero su aspecto caucásico reavivó una vieja interrogante en un país donde muchas personas valoran la homogeneidad y la conformidad: ¿Qué significa ser japonés?
Shiino ha vivido en Japón desde los 5 años y se convirtió en ciudadana naturalizada en 2022. Ahora, con 26 años, trabaja como modelo y dice que tiene un sentido de identidad japonesa tan fuerte como cualquier otra persona, a pesar de su apariencia no japonesa.
“Realmente es como un sueño”, dijo Shiino en japonés fluido en su discurso de aceptación entre lágrimas el lunes. “Me he enfrentado a una barrera racial. A pesar de que soy japonesa, ha habido momentos en los que no me han aceptado. Hoy estoy muy agradecida de haber sido aceptada como japonesa”.
“Espero contribuir a la construcción de una sociedad que respete la diversidad y no juzgue la apariencia de las personas”, dijo Shiino.
Pero su coronación desencadenó un debate sobre si debía representar a Japón.
Algunas personas dijeron en las redes sociales que estaba mal elegir a una Miss Japón que no tiene ni una gota de sangre japonesa, incluso si creció en Japón. Otros dijeron que no había ningún problema con la coronación de Shiino porque su ciudadanía japonesa la convierte en japonesa.
Japón tiene un número creciente de personas con antecedentes multirraciales y multiculturales, a medida que más personas se casan con extranjeros y el país acepta trabajadores de otros países para compensar su rápido envejecimiento y disminución de la población.
Pero la tolerancia a la diversidad se ha quedado rezagada.
Chiaki Horan, una personalidad birracial de la televisión, dijo en un programa de noticias el jueves que nació en Japón y tiene nacionalidad japonesa, pero a menudo se ha enfrentado a preguntas sobre si realmente es japonesa o por qué hace comentarios sobre Japón.
“He aprendido que hay algunas personas que requieren pureza de sangre como parte de la identidad japonesa”, dijo. “Me pregunto si hay una falta de comprensión de que puede haber personas de raíces diversas de diferentes lugares si nos remontamos a unas pocas generaciones”.
Shiino es sólo la más reciente en enfrentar las repercusiones de las interrogantes sobre lo que constituye japonés.
Ariana Miyamoto, originaria de Nagasaki, de madre japonesa y padre afroestadounidense, también enfrentó fuertes críticas cuando fue elegida para representar a Japón en el certamen de Miss Universo en 2015.
Cuando la estrella del tenis Naomi Osaka encendió el pebetero olímpico en la ceremonia de apertura de los Juegos de Tokio en 2021, fue criticada por los nacionalistas en las redes sociales por no ser “japonesa pura”, aunque también fue muy bien recibida por muchos.
Al crecer, Shiino dijo que tuvo dificultades por la brecha entre cómo es tratada por su apariencia extranjera y su propia identidad como japonesa. Pero dijo que trabajar como modelo le ha dado confianza. “Puede que me vea diferente, pero tengo una confianza inquebrantable en que soy japonesa”, dijo.
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La videoperiodista Ayaka McGill contribuyó a este despacho.