Países selváticos de Asia y África se suman a cumbre de la Amazonía
Representantes de países selváticos de África y el sudeste asiático se sumaron el miércoles a una cumbre de países sudamericanos de la región amazónica para trazar un plan común de conservación de esas regiones ecológicamente diversas que son cruciales en la lucha contra el cambio climático.
El martes, presidentes y ministros de ocho países amazónicos firmaron una declaración de sus planes para impulsar el desarrollo económico de sus países y a la vez impedir que la larga agonía de la región “llegue a un punto sin retorno”. Algunos científicos dicen que cuando se destruya el 20 al 25% de la foresta, se reducirán drásticamente las lluvias y más de la mitad de la selva se convertirá en una sabana tropical con una pérdida enorme de la biodiversidad.
Los ocho países —Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela— miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) recientemente revivido, han expresado la esperanza de que un frente unido les dé mayor presencia en las conversaciones ambientales globales de cara a la conferencia climática COP 28 en noviembre.
Varios grupos ambientalistas expresaron su decepción con la declaración del martes, que consideraron una compilación de buenas intenciones con escasos objetivos y plazos concretos. Por su parte, la organización indígena más grande de la región se declaró complacida por la inclusión de sus dos reclamos principales.
El miércoles se sumaron a la reunión los presidentes de la República del Congo y la República Democrática del Congo, un emisario del presidente de Indonesia y el embajador francés en Brasil en representación del territorio de Guyana Francesa. También asistió el presidente de Noruega, el mayor contribuyente al Fondo Amazonas brasileño para el desarrollo sustentable.
Se preveía que funcionarios de países selváticos en Desarrollo firmarían un documento conjunto titulado “Unidos por nuestros bosques”, según la agenda del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La cumbre refuerza la estrategia de Lula para potenciar el interés mundial en la conservación de la Amazonía. Alentado por una disminución de la deforestación del 42% en sus primeros siete meses en funciones, ha buscado apoyo financiero internacional para la protección de la selva.
La Amazonía se extiende por una superficie dos veces el tamaño de la India. Y dos terceras partes de ella se encuentran en Brasil, mientras que otros siete países y un territorio comparten el tercio restante. Históricamente, los gobiernos la han visto como una zona de colonización y explotación, con poca consideración por la sustentabilidad o los derechos de sus pueblos indígenas.
Todos los países presentes en la cumbre han ratificado el acuerdo climático de París, el cual requiere a las partes firmantes establecer objetivos para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Los miembros de OTCA, que se reúne apenas por cuarta vez en 45 años de existencia, demostraron el miércoles que no están plenamiente alineados en asuntos cruciales. La declaración conjunta no incluyó un compromiso compartido, ya asumido por Brasil y Colombia, de reducir a cero la deforestación para 2030.